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viernes, 29 de agosto de 2014

10 IDEAS PARA UNA COMPRA SALUDABLE Y SEGURA


LO QUE DEBES SABER... 
  • Es esencial realizar la compra de forma planificada, acudir con tiempo y sin hambre para realizar una elección adecuada. 
  • Antes de comprar debemos comparar los diferentes productos y revisar que el escogido está en buen estado. 
  • Debemos tener en cuenta la naturaleza de los alimentos, sus características, vida útil y necesidades de transporte y conservación.
1. Hacer la lista de la compra
Antes de ir a comprar se deben repasar cuáles son nuestras necesidades reales y realizar la lista de la compra teniendo en cuenta lo que vamos a consumir en los días siguientes. Es indispensable revisar la despensa y puede ser de gran utilidad planificar el menú semanal atendiendo al número de personas que van a estar en cada comida.

2. Revisar la información nutricional
La compra consciente debe pasar por comprobar la información nutricional del producto que compramos. Es necesario revisar el listado de ingredientes para verificar la ausencia de determinados componentes que no queramos o debamos consumir a causa de problemas de salud o alergias alimentarias, etc. Los principales causantes de alergias alimentarias son de declaración obligada en el etiquetado. Además, cualquier producto que alegue algún beneficio dietético debe especificar también la composición nutricional del producto.


3. Comprar sin hambre
Ir a la compra con el estómago vacío es un error que nos puede salir caro, ya que el deseo de comer nos puede hacer sucumbir ante tentaciones innecesarias y puede que acabemos comprando más de lo que necesitamos. Es aconsejable ceñirse a la listaestablecida.

4. Realizar la compra en el orden adecuado
Los alimentos requieren diferentes formas de conservación en función de si son más o menos perecederos. Cuando compramos tenemos que empezar por aquellos alimentos que se conservan a temperatura ambiente, después compraremos los productos refrigerados y finalmente los congelados. De esta forma preservamos al máximo la cadena del frío evitando un posible deterioro y disminuimos el riesgo de toxoinfecciones alimentarias. Si es posible sería ideal disponer de bolsa isotérmica para preservar la conservación de los productos fríos entre el comercio y su destino.

5. Revisar lo que compramos
En ocasiones realizamos la compra demasiado rápido y sin comprobar ciertos aspectos como la integridad del envase, la fecha de caducidad o de consumo preferente, el buen estado del producto, etc. Debemos prestar atención a estos factores ya que de lo contrario podemos adquirir productos que no estén en buen estado o en sus mejores condiciones.

6. Comparar antes de comprar
Para realizar una compra inteligente es necesario comparar entre los diferentes productos de características similares para poder escoger con suficiente información. Debemos comparar datos como los ingredientes, la categoría del producto, el precio y diferentes precios según cantidad o presentación, etc. Organizar previamente la compra nos puede facilitar el aprovechamiento de ofertas sin dejarnos llevar por ellas y comprando sin que realmente necesitemos estos productos. 

7. Aprovechar los productos de temporada
Se debe tener en cuenta la estacionalidad del los productos frescos. El motivo es que los productos de temporada están en su mejor momento, son más sabrosos y aromáticos, su desarrollo fisiológico es óptimo y sus cualidades nutritivas también. Además el precio de los alimentos de temporada es más bajo.

8. Colocar bien la compra
Al comprar debemos organizar el carro o cesto que utilicemos de forma que unos productos no puedan estropear o deteriorar otros. Colocaremos los productos pesados y resistentes en la parte inferior y los delicados encima. Aparte, situaremos la carne y el pescado crudo. Los productos frescos deben estar separados entre ellos para evitar posibles contaminaciones cruzadas. Si adquirimos productos no alimentarios (de limpieza, insecticidas, etc.) debemos llevarlos separados del resto para que no puedan contaminar accidentalmente la comida. 

9. Conocer bien los productos a adquirir
Si disponemos de buena información sobre como son los productos frescos podremos realizar una elección más acertada. Por ejemplo teniendo en cuenta el color, textura y firmeza que deben tener las frutas y verduras. Conociendo las características que determinan que un pescado está fresco, como los ojos brillantes y salientes, etc.

10. Tener en cuenta la vida útil de los alimentos
Aunque actualmente existen muchos productos que se comercializan en conserva, su vida útil es larga y no necesitan condiciones de conservación demasiado especiales, existen muchos productos alimentarios que son perecederos y lo tendremos que controlar. Antes de comprar es necesario tener en cuenta los medios de conservación de que disponemos (congelador, nevera, armarios frescos, etc.) y el espacio en cada uno de ellos. Vamos a realizar la compra teniendo en cuenta nuestra capacidad de conservar los productos, su vida útil y el tiempo previsto en consumirlos.

Web de referencia: http://www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/compra-saludable-y-segura.shtml

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