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lunes, 16 de diciembre de 2024

5 CONSEJOS DE NUESTROS FISIOTERAPEUTAS PARA RECUPERARTE DE LOS EXCESOS DE LA NAVIDAD






No es ningún secreto que durante estas fechas no sólo tendemos a excedernos en algunos caprichos como las compras, las convivencias y desde luego, las cenas; que son los grandes protagonistas de los excesos en Navidad.

La verdad es que desde la primera semana de diciembre muchos estamos comprometidos a sufrir los excesos en Navidad. Desde las cenas de empresa, las cenas entre un grupo y otro de amigos y finalmente la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la celebración de Noche Vieja y para rematar, el roscón de Reyes.

Nuestro objetivo es ayudar a nuestros pacientes a mantener su bienestar contribuyendo a favorecer una buena alimentación y facilitándole recomendaciones en rutinas de ejercicio durante esta época. Sin embargo, sabemos que resulta fácil caer en ciertos excesos en Navidad.

Os compartimos estos 5 consejos para que os recuperéis fácilmente de los excesos en Navidad.


EJERCICIO.

Todos sabemos que mantener con disciplina una rutina de ejercicio durante estas fechas puede parecer algo complicado, especialmente si en vuestro caso estáis de vacaciones. Sin embargo, es el momento más importante para mantenerse en movimiento si queremos que los excesos en Navidad aminoren.

Si sabéis que no vais a poder cumplir con una rutina completa o no tenéis la posibilidad de hacerlo, nuestra recomendación es que hagáis una rutina corta y sencilla pero que seáis disciplinados con ella manteniendo siempre un horario y una constancia.

Otra situación muy común es que muchas veces al terminar la época estival, enseguida muchos pacientes tienden a volver a sus rutinas de ejercicio o a empezar una nueva para disminuir los estragos de los excesos en Navidad. En muchos casos los músculos no están preparados para regresar a la intensidad del ejercicio y fácilmente surgen lesiones como dolores de hombros, epicondilitis… por exceso de actividad física o el uso de pesas.

DESCANSO.

Sin duda, uno de los efectos secundarios de los excesos en Navidad, son los cambios de horarios y rutinas de sueño. Tendemos más a trasnochar y el consumo de alcohol, comidas con grasas y azúcares inestabilizan el sistema nervioso desequilibrando la calidad de sueño y las horas de descanso.

Nuestras recomendaciones para que mantengáis vuestro descanso en equilibrio a pesar de cambiar vuestros horarios de sueño, es que hagáis descansos considerables y regulares haciendo alguna siesta a media tarde o antes de cenar. Lo más importante es que mantengáis 6 horas de sueño como mínimo. Antes de ir a dormir, podéis beber un vaso de agua para oxigenar el cerebro y liberar toxinas durante el sueño.

EL OUTFIT

Muchas fiestas navideñas nos exigen cambiar de outfit y aquí entran dos elementos importantes a considerar, el uso de tacones y de prendas reductoras. Por un lado, el uso de tacones altos provoca un desequilibrio en las articulaciones del pie, lo que produce que la rodilla y la cadera se flexionen y aumente la curvatura de la espalda que genera fuertes dolores lumbares. Es por este motivo que es importante considerar no abusar del uso de este calzado ya que los efectos secundarios pueden ir más allá de una simple lesión

Durante las festividades navideñas también es muy común hacer uso de ciertas prendas que tienden a reducir la zona del abdomen principalmente. El uso de estas prendas en combinación con uno de los principales excesos en Navidad, la comida, puede ser catastrófico. El uso de una faja reductiva durante la digestión y en una misma posición genera una compresión extrema que puede perjudicar la digestión del cuerpo bloqueándola y podría causar falta de respiración, sofocamiento, agotamiento, inflamación e incluso posibles desmayos.

Nuestra recomendación es que consideréis una vestimenta cómoda y holgada que os facilite bienestar durante las festividades.

LAS COMIDAS

Si! Llegamos al punto protagonista de los excesos en Navidad, y son las comilonas. Las festividades no sólo nos traen cenas. Los desayunos, los brunch, los almuerzos y las comidas también forman parte de los excesos gastronómicos.

No sólo se trata de las cantidades de comida que consumamos, lo importante es la calidad de alimentos y la regularidad con la que repetimos su ingesta. El consumo de azúcares industriales y alcohol son uno de los principales excesos en Navidad. Los turrones, roscones, polvorones, chocolates y demás postres característicos en estas fechas tienen como ingrediente principal el azúcar refinado.

Estos azúcares afectan al organismo aumentado la acidez y la inflamación del tejido conjuntivo, provocan hipoglucemia y crean hipersensibilidad en las glándulas suprarrenales. La acidez a su vez, provoca dolor dorsal y favorece a la colonización intestinal disminuyendo la actividad del sistema inmune.

El consumo excesivo de alcohol puede provocar tensión nerviosa, irritabilidad o insomnio que afecta a la calidad del sueño.

DOLORES DE ESPALDA

La gran mayoría de los excesos en Navidad derivan en muchos casos a molestias estomacales que tienen como consecuencia dolores musculares en la zona dorsal y lumbar principalmente.

Los efectos a corto y largo plazo son contracturas musculares, parestesias y punzadas que suelen ser muy molestos y en algunas ocasiones pueden complicarse.

Nuestra principal recomendación como fisioterapeutas es que hagáis una dieta de desintoxicación basada en beber agua, consumir verduras, legumbres, semillas y zumos de frutas. Podéis compensar el consumo de azúcares y grasas saturadas con consumo de ácidos grasos Omega 3, 6 y 9 para que consigáis bloquear los procesos desinflamatorios que se deriven de los excesos en Navidad.

Si después de Navidades queréis recuperar vuestro rendimiento físico o empezar a ejercitaros, os recomendamos que empecéis poco a poco, seáis pacientes y escuchéis a vuestro cuerpo para que evitéis cualquier lesión.

miércoles, 11 de diciembre de 2024

LA VIGOREXIA Y LA ANOREXIA



 La vigorexia es un trastorno o desorden emocional donde las características físicas se perciben de manera distorsionada, al igual que lo que sucede cuando se padece anorexia, pero a la inversa, que ocasiona una necesidad obsesiva de realizar ejercicio físico para mejorar su aspecto corporal, haciéndolo de forma compulsiva.



 VIGOREXIA 

 ANOREXIA

 

Los vigoréxicos suelen realizar ejercicio físico excesivo, a fin de lograr un desarrollo muscular mayor de lo normal, pues de lo contrario se sienten débiles o enclenques. A esta exigencia se suma un trastorno en la alimentación que se hace patente en una dieta poco equilibrada en donde la cantidad de proteínas y carbohidratos consumidos es excesiva, mientras que la cantidad de lípidos se reduce. Esto puede ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico consume esteroides.


El perfil de una persona que presenta este trastorno incluye:


· Obsesión por un cuerpo musculoso al extremo, ya que aunque lo haya conseguido, su visión está tan distorsionada, que al mirarse al espejo aún continuará viéndose débil.

· Distorsión de la imagen corporal.

· Autoestima baja.

· Autorregulación con dietas impuestas.

· Entrenamiento con dedicación compulsiva y casi exclusiva. Se deja en segundo plano otras actividades sociales o culturales.

· Adicción a la báscula.

· Tendencia a la automedicación.

· Dieta muy alta en proteínas, complementada con productos anabólicos y esteroides en la mayoría de las ocasiones.


Aunque esta es una enfermedad muy similar a la anorexia, también se dan un número de diferencias como son:


· La auto-imagen en la anorexia es de obesidad, en la vigorexia es de debilidad y falta de tonicidad muscular.

· En las mujeres es más frecuente la anorexia y por el contrario la vigorexia es más padecida por hombres.

· En la medicación, cuando existe anorexia se usan laxantes y diuréticos en la vigorexia, anabolizantes.


Naturalmente, los factores socioculturales (el culto al cuerpo), poseen un papel importante en estos trastornos, pero también hay ciertas alteraciones en los neurotransmisores cerebrales relacionados con este tipo de patologías. El tratamiento debe ser psicológico, ya que se debe intentar cambiar la conducta de la persona, su autoestima y su pánico a un fracaso.