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sábado, 29 de octubre de 2022

CÓMO ACTUAR ANTE UNA CRISIS EPILÉPTICA

Las personas que conviven con pacientes de epilepsia necesitan conocer qué deben hacer en caso de presenciar una crisis. Se trata de situaciones de riesgo y conocer las medidas adecuadas de primeros auxilios puede evitar lesiones y complicaciones peligrosas.

La mayoría de las crisis epilépticas son breves y terminan por sí mismas, no siendo necesario hacer nada para detenerlas.

Cuando se aplican correctamente las medidas de primeros auxilios durante una crisis se evitan complicaciones que pueden ser peligrosas. A continuación se indica la actitud que debe mantenerse durante los tipos de crisis más habituales.

 

Actitud ante una crisis generalizada tónico clónica: 

  • Ayudar a colocarle en el suelo, evitando que se lastime. 
  • Colocar una almohada o manta doblada bajo la cabeza, para que no se golpee contra el suelo. 
  • Quitarle las gafas y aflojar el cinturón, la corbata y las prendas de ropa apretadas. 
  • Retirar objetos punzantes o cortantes con los que se pueda herir, y fuentes de calor con las que se pueda quemar. 
  • No introducir objetos en su boca ni intentar administrar medicamentos orales. 
  • No sujetarle con fuerza para evitar sus movimientos. 
  • Después de la crisis dejarle descansar tumbado sobre un costado. De esta forma si tiene vómitos, saliva o flemas no pasarán a sus pulmones.


Actitud ante una crisis parcial compleja:
 

  • Retirar objetos que puedan ser peligrosos. 
  • Si el enfermo camina sin rumbo, dirigirle calmadamente hacia zonas sin peligro. 
  • No inmovilizar o detener por la fuerza al enfermo. No enfrentarse si el enfermo parece enfadado o agresivo. 
  • Si después de la crisis el paciente se encuentra confuso y desorientado o camina sin rumbo, acompañarle hasta que se recupere por completo. 
  • Una vez recuperado puede permitirse que se vuelva a incorporar a su trabajo o actividad si el paciente lo considera posible.


¿Cuándo se debe llamar a una ambulancia o acudir a urgencias?

Generalmente no es necesario llamar a una ambulancia o acudir a urgencias, pero sí debe hacerse en las siguientes situaciones:
 

  • Cuando es la primera crisis que tiene esta persona. 
  • Cuando es un enfermo con epilepsia conocida, pero nunca ha tenido una crisis de este tipo o que haya durado tanto tiempo. 
  • Cuando es un enfermo con epilepsia que no está tomando su medicación antiepiléptica. 
  • Cuando ocurre durante un proceso infeccioso o que se acompaña de fiebre. 
  • Cuando después de un minuto del final de la crisis no inicia la respiración. En este caso debe realizarse respiración asistida además de llamar a una ambulancia. 
  • Si el enfermo se ha lesionado durante la crisis. 
  • Si tiene una crisis detrás de otra, sin recuperar la conciencia entre ellas.


martes, 25 de octubre de 2022

                                 LIQUEN SIMPLE 









El liquen simple crónico es una inflamación crónica y pruriginosa de la capa superior de la piel causada por arañazos, roces repetidos o ambos.



  • El liquen simple crónico implica un ciclo en el cual el rascado provoca prurito, y este a su vez provoca más rascado.

  • Afecta con mayor frecuencia aquellas áreas de la piel que son más fáciles de alcanzar, como la parte superior del tórax, los brazos, el cuello, las piernas y el área genital, y a menudo no afecta las áreas de la piel que son más difíciles de alcanzar, como la parte media de la espalda superior.

  • Los corticoesteroides aplicados a la piel y las medidas para aliviar el prurito ayudan, aun así, se debe evitar rascarse y frotarse la piel.

El liquen simple crónico está causado por el rascado o roce crónico de una zona de la piel. El acto de rascarse desencadena más prurito, y comienza un círculo vicioso de prurito-rascado-prurito.


A veces el rascado comienza sin razón aparente, mientras que otras se inicia debido a una dermatitis de contacto u otro trastorno, pero la persona continúa rascándose mucho después de la desaparición de la causa. Este picor persistente puede originar cambios en la forma en que el sistema nervioso de la persona percibe y procesa las sensaciones de picor. El liquen simple crónico se produce con frecuencia en personas que sufren trastornos de ansiedad y estrés emocional. Las personas con dermatitis atómica,fiebre del heno y asma o que tienen únicamente dermatitis atópica son particularmente propensas a desarrollar liquen simple crónico dada su predisposición al prurito.


Síntomas del liquen simple crónico 



El liquen simple crónico puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluido el ano  y el área genital (prurito de las vulvas o el escroto, véas. En las primeras etapas, la piel tiene un aspecto normal, pero pica. Luego aparecen sequedad, escamas, engrosamiento y manchas oscuras como consecuencia del rascado y el frotado crónico. Este proceso, llamado liquenificación, hace que la piel parezca cuero.


 Diagnostico de liquen simple crónico 


  • Evaluación médica

  • En ocasiones, una biopsia de piel

  • Para el prurito anal o vaginal, pruebas para descartar otras posibles causas de estas alteraciones.


El diagnóstico de liquen simple crónico se basa en los resultados de una exploración física y, a veces, se toman muestras de piel y se envían al laboratorio ( biopsia). Se intenta averiguar la posible existencia de alguna alergia subyacente o enfermedad que haya podido causar el prurito inicial.


Cuando se produce un prurito intenso alrededor del ano o de la zona genital, el médico puede investigar la posibilidad de otras causas, como

 


 Tratamiento de la liquen simple crónico 


  • Medidas para aliviar el picor y ayudar a las personas a dejar de rascarse y frotarse

  • Corticoesteroides

  • Antihistamínicos


Si se puede identificar la causa del prurito, se procede a su tratamiento.


Se aplica una potente pomada con corticoesteroides en la zona. Las personas pueden aumentar los efectos de la pomada con corticoesteroides cubriendo el área con una envoltura de plástico y dejándola actuar durante la noche. Los productos comerciales que contienen apósitos quirúrgicos impregnados con un corticoesteroide contribuyen a aliviar el prurito y la inflamación, y protegen la piel del rascado. En áreas pequeñas pueden inyectarse corticoesteroides de efecto prolongado bajo la piel para controlar el prurito.


Pueden administrarse antihistamínicos por vía oral. También se pueden aplicar agentes hidratantes (emolientes) y crema de capsaicina en las zonas afectadas.


Cuando el trastorno se produce alrededor del ano o del área genital, el mejor tratamiento es una crema con corticoesteroides.

Capsaicina tópica


La capsaicina tópica se usa para aliviar el dolor leve en los músculos y las articulaciones causado por la artritis, dolores de espalda, esguinces musculares, moretones, calambres y esguinces. La capsaicina es una sustancia que se encuentra en los chiles. Su acción consiste en afectar las células nerviosas de la piel que están asociadas con el dolor, lo que provoca una disminución de la actividad de estas células nerviosas y una menor sensación de dolor.

EMOLIENTES

Qué son

Los emolientes son sustancias que suavizan la piel y crean una capa lipídica y protectora que evita la pérdida de agua por evaporación. Como consecuencia, tu dermis estará más hidratada y recuperará su flexibilidad.

Desde un punto de vista fisicoquímico, los ingredientes de la fase oleosa de una emulsión cosmética van a determinar su efecto sobre la piel. Es decir, indicarán su capacidad para hidratar, provocar oclusión, dispersar o suavizar. Todas estas propiedades se pueden resumir con los términos emoliencia y emoliente. Y la primera, a nivel etimológico, significa suavizar y ablandar.

Por otro lado, desde un prisma cosmético, la emoliencia hace referencia al estado del estrato córneo. Este se caracteriza por su flexibilidad, suavidad y blandura, y está condicionado por la cantidad de agua que retiene.

Si prestamos atención a la suavidad general, también podemos decir que el emoliente reduce la profundidad de las arrugas al distender los corneocitos. Por esta razón, se considera que aplana o alisa la superficie de la piel.

No obstante, este efecto puede ser tan solo el resultado de la hidratación y el efecto oclusivo de los emolientes. Asimismo, podemos decir que estas sustancias lubrican la superficie de la piel y reducen su textura áspera.




Hidrófilos

Se caracterizan por una acción hidratante. En este grupo podemos incluir a los alcoholes polihídricos, polietilenglicoles, glicerina, productos etoxilados, propilenglicol y sorbitol.

Lipofílicos

En los emolientes lipofílicos estamos hablando de que se caracterizan por retener el agua en el estrato córneo debido a la emulsión oleosa. Así, se impide su evaporación y se consigue que la piel esté más hidratada.

Por regla general, podemos diferenciar emolientes lipofílicos sintéticos y naturales.





miércoles, 12 de octubre de 2022

CEFALEAS TENSIONALES

 CEFALEAS TENSIONALES


 

¿Qué es?

El dolor de cabeza más frecuente

Aunque no es grave, puede impedirnos disfrutar de una tarde de ocio o concentrarnos en el trabajo. Sin ser tan conocido como la migraña, existe otro tipo de dolor de cabeza, llamado cefalea tensional.
En general, las cefaleas se clasifican en primarias, en las que no existe otra causa que las origine, y secundarias, que son debidas, en general, a alguna enfermedad subyacente. Las cefaleas primarias son las más frecuentes y, entre ellas, se encuentran la cefalea tensional y la migraña.

Dentro de la cefalea tensional, existen dos formas de presentación: una, llamada cefalea tensional crónica, y otra, que se denomina cefalea tensional episódica (con dos variantes a su vez: frecuente e infrecuente) de presentación ocasional. La cefalea tensional afecta al 70% de algunos grupos de población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En este contenido vamos a abordar la cefalea tensional, que constituye el primer motivo neurológico de consulta en Atención Primaria y el primero en atención especializada, así como una razón frecuente de que faltemos al trabajo. De hecho, provoca más jornadas laborales perdidas que la migraña. Además, la cefalea tensional es el dolor de cabeza del tipo primario más frecuente.


Sensación de opresión en toda la cabeza


 

De carácter benigno, la cefalea tensional suele comenzar en la adolescencia, aunque su pico de prevalencia se da entre los 30 y 40 años en ambos sexos, si bien, proporcionalmente, se da más entre las mujeres que entre los hombres (en una relación de tres a dos, según la OMS). De intensidad habitualmente leve o moderada, suele afectar a toda la cabeza de una manera continuada y molesta. Muchas veces, este dolor es descrito como una sensación de opresión similar a la que provocaría llevar en la cabeza un casco o una banda apretada a su alrededor.

Esta sensación puede ir acompañada también de dolor y contractura en los músculos de la frente y la nuca, el cuello y los hombros y, a menudo, la palpación de los músculos afectados puede producir dolor. A diferencia de otros tipos de dolor de cabeza, como la migraña, no se acompaña de alteraciones visuales, náuseas o vómitos. Al contrario que esta, además, la cefalea tensional no empeora con la actividad física, la luz o los ruidos, aunque sí puede padecerse una mayor sensibilidad a la luz (fotofobia) o a los sonidos (fonofobia) -aunque no a la vez- cuando se sufre una cefalea tensional.


Dolor de cabeza sin causa conocida

Hasta el momento, se desconoce qué provoca exactamente este tipo de dolor de cabeza. Se piensa que, en el origen, puede haber muchos factores que lo desencadenen, de los que, a continuación, reseñaremos sólo algunos. Por otra parte, las causas pueden variar mucho de una persona a otra e, incluso, en una misma persona, en función de la fase de la evolución de la enfermedad en la que se encuentre.

En cuanto a la cefalea tensional crónica, se han identificado algunos factores genéticos que aumentan el riesgo de padecerla en familiares de primer grado y, con mucha frecuencia, se asocia también a problemas como la depresión y la ansiedad.

Existen también algunos mecanismos relacionados con el aumento de la sensibilidad a los estímulos y con la disminución del umbral del dolor de la persona que se han identificado en el origen de este cuadro.

Entre los factores detonantes, el estrés es uno de los más habituales; también el cansancio, trastornos del sueño o estar viviendo una situación de conflicto en el entorno laboral o familiar que genere tensión mental puede desencadenar la cefalea tensional. Y se ha descrito también una fuerte asociación con la fibromialgia.

Así mismo, existen estudios que la relacionan con la latitud, por lo que se plantea su asociación con los niveles de vitamina D y se investiga en la actualidad la administración de suplementos vitamínicos.

Otros factores relacionados con el estilo de vida que con frecuencia se han mencionado como desencadenantes, como por ejemplo, el consumo de alcoholel tabaco o la escasez de actividad física están más cuestionados, porque existen discrepancias en los diferentes estudios.


Desde media hora a más de 15 días

Por otro lado, y como hemos comentado al inicio, la cefalea tensional puede aparecer de manera ocasional -episódica- o ser crónica. En el primer caso, puede durar de media hora a siete días, y podemos distinguir dos formas: la infrecuente y la frecuente.

La cefalea episódica frecuente, aunque se repita o prolongue, siempre tiene lugar durante menos de quince días al mes a lo largo de un periodo de tres meses. En cambio, cuando la cefalea es crónica, se prolonga durante quince o más días al mes durante tres meses. Es decir, puede presentarse de manera casi constante, por lo que la cefalea tensional crónica resulta más incapacitante que la episódica.


Terapias no farmacológicas y farmacológicas para tratar la cefalea tensional


 

Para paliar o acabar con la cefalea tensional, en los inicios resulta esencial que el paciente comente lo que le preocupa con su médico. Una buena conversación con el profesional sanitario puede resultar muy tranquilizadora y puede servir para valorar, de entrada, la utilización de terapias no farmacológicas. Biofeedback (el paciente aprende a controlar su grado de tensión muscular mediante unos electrodos que, aplicados en los músculos, aportan información al respecto); técnicas cognitivo-conductuales (psicoterapia); técnicas de relajación; fisioterapia manual (para que el paciente aprenda reeducación postural que le ayude a mejorar las contracturas musculares); acupuntura o la práctica de actividad física son algunos ejemplos de opciones no farmacológicas para enfocar el tratamiento.

En cuanto al tratamiento farmacológico, suele recurrirse al uso de analgésicos -medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno), que son de primera elección y más eficaces que otros que también se pueden utilizar como el paracetamol y aspirina -, que han de combinarse con reposo en un ambiente tranquilo.
También existe otro tipo de fármacos del grupo de los antidepresivos que, utilizados a dosis menores que para tratar cuadros depresivos, son eficaces para el tratamiento preventivo de las cefaleas de tensión.


Vigilancia para prevenir complicaciones

Aunque raramente sucede, los dolores de cabeza, en general, pueden indicar una afección grave, como un tumor cerebral o la rotura de un vaso sanguíneo –aneurisma-, por lo que conviene siempre estar atento a los signos y síntomas del paciente. Por este motivo, es recomendable acudir al médico en el caso de que el dolor de cabeza no se alivie con los analgésicos habituales, sea necesario tomarlos más de dos veces a la semana, o la cefalea interfiera en la vida diaria.

Así mismo, sería necesaria una consulta médica urgente si el dolor se presentara tras un golpe en la cabeza, comenzara de una manera muy brusca e intensa, los episodios se produjeran cada vez con mayor frecuencia e intensidad, estuvieran acompañados de alteraciones en la visión, la sensibilidad o la movilidad o hubiera otros síntomas como fiebre, entumecimiento o rigidez en el cuello.


10 Consejos para prevenir la cefalea tensional


 

  • 1. Descansa lo suficiente.
    Mantén un horario regular de sueño y duerme siete u ocho horas al día. Si es necesario, cambia de almohada o de colchón, al igual que la postura en la que duermes.

     

  • 2. Cuida tu alimentación. 
    Come de manera variada y equilibrada, mantén también horarios regulares de comida y recuerda que se recomienda realizar cinco comidas diarias.

  • 3. Mantente hidratado. 
    Bebe entre dos litros y dos litros y medios de agua al día. También puedes tomar zumos naturales, caldos e infusiones.

  • 4. Limita el consumo de alcohol, cafeína y azúcar. 
    Evita también el tabaco.


     

     

     

     

     

     

     

    5. Huye del sedentarismo.
    Practicar ejercicio regularmente aumentará tu sensación de bienestar y mantendrá tu cuerpo en forma. El deporte, además, te ayudará a liberar tensiones.

  • 6. Cuida tu postura. 
    Si pasas muchas horas frente al ordenador o en la misma postura durante tu jornada laboral, cuida tu postura para evitar que la musculatura del cuello y de los hombros se sobrecargue. Realiza una pausa de vez en cuando para realizar estiramientos.

  • 7. No olvides tus gafas. 
    Si las necesitas, recuerdas llevarlas cuando conduzcas, leas veas la tele o vayas al cine. Acude a tu oftalmólogo regularmente para revisar tu vista.

  • 8. Aprende a relajarte. 
    Intenta incorporar a tu día a día técnicas de relajación progresiva y respiración profunda, o anímate a practicar disciplinas como el yoga, el pilates o el tai chi. De vez en cuando, regálate un baño caliente o un masaje.


     

     

     

     

     

  • 9. Lleva el control de tus dolores de cabeza. 
    Cuando son crónicos, registrar en un calendario los detalles como la frecuencia o los desencadenantes puede ayudarte a valorar si existe un patrón y a conocer mejor las circunstancias en que se originan y, por tanto, a prevenirlas.

  • 10. Busca ayuda. 
    Pregunta a tu médico y sigue sus recomendaciones en cuanto al seguimiento de los síntomas y el manejo de los fármacos y no te automediques.


martes, 11 de octubre de 2022

ALIMENTACIÓN EN PACIENTES CON ENFERMEDAD RENAL CRONICA AVANZADA (ERCA)

 

Los riñones son los órganos encargados de filtrar la sangre con el objetivo de eliminar las sustancias toxicas del organismo y de equilibrar los líquidos del mismo. Participan en el control de la tensión arterial, estimulan la producción de glóbulos rojos,  favorecen la integridad de los huesos y regulan el equilibrio de los electrolitos tales como el sodio y el potasio.

La Enfermedad Renal Crónica se caracteriza por la pérdida progresiva de las funciones llevadas a cabo por los riñones produciéndose por tanto una acumulación en el organismo de determinadas sustancias tóxicas como la urea, el fósforo o el potasio. Cuando esta situación se alarga en el tiempo se llega a la fase de Enfermedad Crónica Avanzada (ERCA).

En el caso de ser diagnosticado de Enfermedad Crónica Avanzada es de especial importancia cuidar su alimentación llevando a cabo una dieta baja en sodio, potasio y fósforo.


SODIO

Es el principal componente de la sal de mesa. Si los riñones no funcionan se acumula en el organismo provocando retención de agua y por tanto la aparición de edemas, tensión arterial elevada o insuficiencia cardiaca.

Recomendaciones:

-         Evite el consumo de sal de mesa.

-         No consuma pastillas de caldo, concentrados de carne o pescado, ni sopas de sobre.

-    Existen alimentos con alto contenido en sodio, por lo que no debe consumirlos: embutidos, ahumados, quesos,  conservas, mariscos, frutos secos, bollería, galletas, refrescos con gas e incluso algunos tipos de agua mineral.

-         Puede usar otras especias para dar sabor a sus platos.


POTASIO

Cuando los riñones no funcionan el potasio se acumula en la sangre y puede llegar a producir: debilidad muscular, arritmias e incluso parada cardiaca.

El potasio se puede encontrar en los siguientes alimentos:

-          FRUTAS:

Se recomienda el consumo de frutas con menos potasio tales como:

·         Arándanos, sandia, manzana, mandarina y pera (diario).

·         Melocotón, fresas, fresones y limón.

·         Naranja y ciruela (solo ocasionalmente).

·         Puede tomar fruta en almíbar tirando el caldo.

Se desaconseja el consumo de todas las demás, sobre todo: plátano, albaricoque, uva, kiwi, aguacate, melón, cerezas y piña.

-          VERDURAS Y HORTALIZAS:

·    Se aconseja el consumo de calabacín, pimientos, berenjena, espárragos verdes, pepinos, lechuga y cebolla tanto de forma cruda como cocida.

·     La col, la coliflor, el repollo, la lombarda, el brócoli, los nabos, los puerros, las acelgas y la judía verde se aconseja consumirlas solo cocidas.

·      Los alimentos cocinados al horno o al vapor no pierden potasio, mejor hervir o cocer.

·     Los alimentos congelados tienen menos potasio. A pesar de ello se recomienda su cocción desechando el agua.

·      Las conservas pierden potasio, pero este se queda en el jugo por lo que debe desecharlo.

-          LEGUMBRES Y HONGOS:

·       Puede consumir guisantes.

·    Las lentejas se deben consumir solamente de forma ocasional y los garbanzos solo en poca cantidad.

·       No debe tomar judías (tienen mucho potasio a pesar de su cocción) ni soja.

·     Las setas y los champiñones tienen mucho potasio. Solo puede tomarlos en conserva y desechando el caldo.

-          ALIMENTOS PROHIBIDOS (alto contenido en potasio):

·         Café instantáneo, malta.

·         Chocolate, cacao y derivados.

·         Frutos y frutas secos.

·         Cubitos de caldo, concentrados de carne o pescado.

·         Sopas de sobre, purés instantáneos y platos precocinados.

·         Bolsas de patatas fritas.

·         Leche en polvo o condensada.

·         Cereales integrales (trigo, avena, centeno, soja,…).


FÓSFORO

Un exceso de fósforo en sangre produce una salida de calcio de los huesos lo que los hace más frágiles. El exceso de calcio y fósforo en sangre, forma pequeños depósitos minerales en el organismo y puede calcificar las arterias.

El fósforo se encuentra en alimentos que son necesarios (en productos lácteos y en alimentos ricos en proteínas), pero se deben evitar otros alimentos ricos en fósforo que no son imprescindibles.

Alimentos a evitar:

-          Quesos.

-          Frutos secos.

-          Vísceras (sesos, hígado, riñones).

-          Pescado pequeño que se come con espinas (sardina, anchoa).

-          Chocolate, cacao.

-          Cereales (trigo, avena, centeno).

-          Productos integrales.

Además, existe un fósforo oculto, que se emplea como aditivo en algunos alimentos elaborados y en refrescos. Son productos que no aporta ningún beneficio, por lo que debe evitarse.

 

 

 

 

 

martes, 4 de octubre de 2022

¿Qué es el estreñimiento?

El estreñimiento, también conocido como constipación intestinal, es un cuadro que ocurre cuando el paciente evacua con dificultad y baja frecuencia, generalmente menos de 3 veces a la semana y necesita hacer grandes esfuerzos para que las heces puedan pasar.

El estreñimiento puede ser agudo, cuando es un evento aislado y de corta duración, o crónico, cuando es persistente y tiene una duración de meses o inclusive años. Casi todas las personas han tenido al menos un episodio de estreñimiento agudo durante la vida, y una de cada 6 personas sufre de estreñimiento crónico.

De una manera sencilla, podemos decir que el estreñimiento es una dificultad para evacuar, lo que hace que la persona permanezca varios días sin poder ir al baño. Sin embargo, no siempre la frecuencia de las evacuaciones aisladamente es un parámetro confiable para decir que alguien tiene constipación intestinal.

Clásicamente, se considera normal que un individuo evacue con frecuencias que van desde 3 veces al día hasta 3 veces a la semana. Por lo tanto, siguiendo esta lógica, el estreñimiento se diagnosticará siempre que alguien evacua menos de 3 veces a la semana.

El problema es la interpretación que cada uno da al término constipación intestinal. Estudios hechos con pacientes que se quejan de estreñimiento demostraron que hasta un 60% de los que se clasifican como estreñidos consiguen evacuar diariamente o casi que diariamente. Estos individuos, en la mayoría de las veces, se quejan, en la verdad, del esfuerzo en la defecación y/o sensación de defecación incompleta.

Una evacuación de pequeño volumen y con heces en bolitas también puede ser una señal de estreñimiento. El estreñimiento puede tener diferente significado para diferentes personas. Para muchos, el estreñimiento puede significar simplemente evacuaciones infrecuentes o en pequeña cantidad. Para otros, estreñimiento significa heces duras, dificultad para hacer el paso de las heces (frecuentemente con dolor y sangrado anal) o una sensación de vaciamiento incompleto después de la evacuación.

Escala de heces de Bristol

Para estandarizar la descripción de las heces, utilizamos el la escala de heces de Bristol, que es una tabla visual destinada a clasificar la forma de las heces humanas en siete grupos.

Los tipos 1 y 2 indican estreñimiento. Los 3 y 4 son heces ideales, más fáciles de defecar. Los tipos 5, 6 y 7 son heces diarreicas.

Criterios de Roma IV para estreñimiento

Para estandarizar el término, un grupo formado por varios expertos internacionales ha elaborado criterios para el diagnóstico de estreñimiento, que se conoce como criterios de Roma IV para estreñimiento.

Por lo tanto, el diagnóstico del estreñimiento debe basarse en la presencia de los 3 siguientes criterios:

Criterio 1

Por lo menos 1 de cada 4 evacuaciones debe presentar dos de las siguientes características:

       Esfuerzo excesivo para conseguir defecar.

       Heces duras (tipo 1 o 2 de Bristol).

       Sensación de evacuación incompleta.

       Sensación de obstrucción o bloqueo en el paso de las heces.

       Necesidad de maniobra manual para facilitar la defecación.

       Menos de tres deposiciones espontáneas completas a la semana.

Criterio 2

La presencia de heces líquidas es rara sin el uso de laxantes.

Criterio 3

No deben existir criterios suficientes para el diagnóstico del síndrome del intestino irritable

Los criterios deben cumplirse al menos durante los últimos tres meses y los síntomas deben haberse iniciado como mínimo seis meses antes del diagnóstico.Causas

El estreñimiento tiene lugar siempre que el tránsito intestinal se encuentra lentificado, haciendo que las heces permanezcan más tiempo que el necesario en el intestino, lo que  que las haces sean resecadas y duras.

En general, en el paciente con quejas de constipación intestinal, el tránsito intestinal se muestra normal durante el paso de las heces en el intestino delgado, pero se vuelve lento al llegar a la región del colon o en la región ano-rectal.

Las causas de esta lentificación del tránsito intestinal son variadas, y van desde situaciones simples, como baja ingesta de agua y dieta pobre en fibras, hasta casos más graves, como tumores del intestino o trastornos neurológicos.

En la mayoría de los casos, el estreñimiento no es un signo de una enfermedad grave, siendo muy común no haber una causa claramente identificable. Estos casos de estreñimiento crónico y sin causa aparente son clasificados como estreñimiento funcional.

Entre las posibles causas del estreñimiento, podemos citar:

       Ingesta insuficiente de líquidos.

       Dieta inadecuada, con alto consumo de proteína animal y carbohidratos y bajo consumo de fibras (causa muy frecuente de estreñimiento).

       Cambios en la rutina diaria del individuo, como, por ejemplo, viajes.

       Sedentarismo.

       Inmovilidad, como en el caso de las personas que se quedan limitadas a la cama.

       Consumo excesivo de productos lácteos.

       Embarazo

       Estrés emocional.

       Frecuentemente no evacuar a la hora que se siente voluntad de hacerlo. Esto puede ocurrir en personas con hemorroides o fisura anal, pues, como la evacuación es dolorosa, el individuo termina por sostener las heces por quedarse receloso de sentir dolor.

       Abuso de laxantes, que a largo plazo pueden debilitar la musculatura intestinal.

       Alteraciones en la musculatura pélvica.

       Pseudo estreñimiento, que es el caso del paciente que se refiere al estreñimiento, pero, en realidad, no cumple los criterios para este diagnóstico.

Medicamentos que pueden causar estreñimiento

       Analgésicos opioides (derivados de la morfina).

       Antihistamínicos.

       Antiinflamatorios.

       Antidepresivos.

       Antiepilépticos.

       Antiespasmódicos.

       Antipsicóticos.

       Suplementos de hierro.

       Antiácidos a base de aluminio.

       Bario (utilizado en exámenes radiológicos).

       Antihipertensivos, especialmente la clase de los inhibidores de los canales de calcio (Amlodipina, Nifedipina, Felodipina, Diltiazem…)

El estreñimiento en mujeres jóvenes y sanas suele no tener una causa grave y, en la mayoría de las veces, no requiere una investigación médica profunda.

Por otro lado, el estreñimiento en los ancianos debe ser evaluado con más cuidado porque puede ser el primer signo de un tumor del colon o del recto. Las personas mayores también tienden a ser tratadas con múltiples fármacos, que pueden ser el origen del estreñimiento.

Síntomas

Los síntomas del estreñimiento son aquellos utilizados en los criterios de Roma IV. Por lo tanto, esto significa que puedes tener estreñimiento inclusive sin quedarte varios días sin evacuar.

Tener heces rígidas o en bolitas, tener que hacer mucha fuerza para conseguir defecar, sentir que hay un bloqueo en la región retal que impide la evacuación, sensación de no conseguir vaciar completamente el recto y necesidad de usar las manos o dedos para facilitar la salida de las heces son todos signos de estreñimiento. Evacuar menos de 3 veces durante la semana también es un fuerte indicador de constipación, pero solo no es suficiente para cerrar el diagnóstico.

Es bueno señalar que si un individuo quedar 1, 2 o inclusive 3 días sin evacuar, pero cuando lo hace las heces están bien moldeados, blandas, húmedas y no requiere ningún esfuerzo para salir, esto no significa que tiene estreñimiento. Es simplemente un patrón distinto de evacuación, que es perfectamente normal.

Hay un mito ampliamente publicitado en los medios diciendo que lo normal es evacuar todos los días; que no evacuar diariamente hace con que el cuerpo absorba las impurezas y toxinas de las heces, causando enfermedades, problemas de piel y envejecimiento prematuro. Esto no existe.

El resultado de esta propaganda falsa es un consumo innecesario y a veces exagerado de laxantes por parte de individuos que tienen un ritmo intestinal perfectamente aceptable. Y peor aún, el uso constante de laxantes durante largos periodos puede llevar al estreñimiento.


En resumen, un paciente que no tiene estreñimiento (o lo tiene de forma ligera) es conducido a creer que tiene estreñimiento severo, pasa a hacer uso de un medicamento que no necesita y, a largo plazo, desarrolla o agrava el problema que quería evitar desde el principio.

Complicaciones

El estreñimiento puede causar básicamente dos tipos de complicaciones. La primera, que se deriva del esfuerzo y de la dificultad en el paso de las heces, es el desarrollo de lesiones en la región anal, que van desde hemorroides, fisura anal, hasta el prolapso rectal.

El segundo problema es la impactación de heces en la ampolla rectal. Si las heces quedan demasiado duras y secas y forman un gran volumen, crean lo que llamamos impactación fecal, quedando impactadas en el recto, sin posibilidad de ser eliminadas sin asistencia mecánica, ya sea con los dedos o con un enema.

Diagnóstico

El uso de los criterios de Roma IV es suficiente para el diagnóstico del estreñimiento en la mayoría de los casos. Sin embargo, el médico necesita poner atención en algunas señales que pueden indicar que el estreñimiento es un síntoma de otras enfermedades, como trastornos metabólicos o tumor intestinal. En estos casos, no es suficiente diagnosticar el estreñimiento; es necesario identificar su causa.

En personas jóvenes y sanas, especialmente mujeres y sin cualquier otra queja o hallazgo en el examen físico, no hace falta ninguna gran investigación.

En general, medidas simples, tales como reeducación alimentaria, aumento del consumo de fibras, consumir más agua y practicar ejercicios ayudan en el control de la constipación.

Por otro lado, en personas mayores de 50 años, la existencia de pérdida de peso involuntario, anemia, sangrado en las heces, inicio repentino de estreñimiento, alternancia de diarrea con estreñimiento, etc  generalmente es una señal de que puede haber algo detrás del estreñimiento.

Para la investigación del estreñimiento, además del toque rectal, el médico puede solicitar una colonoscopia o rectosigmoidoscopia, que son pruebas que permiten la visualización del interior del colon y del recto en busca de lesiones que puedan ser el origen del estreñimiento.

Se puede hacer la evaluación del funcionamiento del músculo del esfínter anal a través de la manometría ano-rectal. En este procedimiento, el médico inserta un tubo flexible en el recto y luego infla un pequeño globo en la punta del tubo. Este procedimiento permite evaluar la coordinación de los músculos alrededor del ano en el momento de la evacuación, con el fin de aclarar si la dificultad para defecar es debido a una debilidad o incoordinación del músculo.

El estudio del tránsito en el colon es un procedimiento diseñado para evaluar la velocidad del tránsito intestinal. En este estudio el paciente ingiere una cápsula que contiene 24 marcadores que se dispersan sobre los intestinos y pueden identificarse mediante radiografías simples del abdomen. El paciente, después de 6 días, hace una radiografía del abdomen para ver cuántos marcadores todavía están presentes y cuántos ya han sido eliminados. La identificación de al menos 5 marcadores presentes en el colon después de los 6 días es un signo de lentificación del tránsito intestinal.

Tratamiento

El tratamiento inicial del estreñimiento debe ser siempre con cambios en la dieta, incluyendo un mayor consumo de fibras, frutas, legumbres y verduras. Granola, cereales enriquecidos con fibra, salvado de trigo, papaya, kiwi y ciruela son alimentos que pueden ayudar bastante en el estreñimiento. Carnes y carbohidratos pueden tener el efecto contrario. Otro punto esencial es incrementar el consumo de agua. Se debe consumir, por lo menos, 1.5 litros de agua durante todo el día.

Una forma de aliviar el estreñimiento, que suele ser descuidada, es la práctica de ejercicios físicos. La actividad física regular mejora el funcionamiento de los músculos intestinales y abdominales, así como estimula la motilidad del colon.

Entre los laxantes naturales, psyllium, policarbofilo de calcio y metilcelulosa son los más adecuados. Estos productos son fibras capaces de absorber grandes cantidades de agua, formando una gran masa fecal y húmeda, ideal para ser expulsada en el momento de la defecación.

También es importante explicar al paciente que él debe evacuar cada vez que le apetece. Sostener las heces aumenta el tiempo que las mismas permanecen en el intestino, lo que favorece la absorción del agua del bolo fecal, haciéndose cada vez más resecado y duro.

Laxantes para el estreñimiento

Si los pasos anteriores no logar efecto, se puede indicar el uso de laxantes. Sin embargo, recuérdate que el uso abusivo de laxantes a largo plazo puede perpetuar el estreñimiento, haciendo más difícil la resolución del problema.

Los laxantes son para usarse de vez en cuando, en épocas de mayor necesidad. Si necesitas recurrir a laxantes de forma regular, lo ideal es buscar ayuda de un gastroenterólogo en lugar de automedicación de forma continua.

Entre las opciones de laxantes, las más comúnmente utilizadas son lactulose, sorbitol, aceite mineral, bisacodyl (lacto purga o dulcolax) y senna. En los casos más difíciles, supositorios de glicerina o de bisacodilo, o enemas pueden ser tentados.

Si todas estas conductas fallan, la desobstrucción manual es el próximo paso. Muchas veces el paciente forma un fecaloma tan grande y duro que es físicamente imposible eliminarlo sin ser fragmentado mecánicamente antes.