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lunes, 28 de julio de 2025

ARTROSIS DE RODILLA. EJERCICIOS QUE MEJORAN TU CALIDAD DE VIDA.


La artrosis de rodilla es una de las enfermedades articulares más frecuentes. Sus síntomas principales son dolor e incapacidad física, cuya combinación reduce la calidad de vida de las personas que la padecen.

Una vida activa y saludable ayuda a retrasar los efectos del desgaste articular. A continuación, vamos a explicar una serie de ejercicios que sirven de ayuda para mejorar el dolor de las personas con gonartrosis.

Los objetivos que se persiguen con estos ejercicios son: aliviar y reducir el dolor que nos produce, ganar rango de movimiento y, sobre todo, fortalecer la musculatura de la zona de la rodilla, todo ello siempre con el objetivo de mejorar nuestro día a día y lograr una mejor calidad de vida.

Esta serie de ejercicios son recomendaciones genéricas, siendo lo más adecuado una buena valoración por parte de su fisioterapeuta. 

En primer lugar, destacar que la actividad física diaria viene bien para reducir los problemas derivados de la artrosis. Tenemos que tener cuidado con qué ejercicios hacer, ya que necesitamos que el impacto sea bajo. Algunas actividades físicas recomendables pueden ser:

  • Actividades bajo el agua como la natación o la rehabilitación en piscina, ya que el agua reduce el esfuerzo que deben realizar nuestras rodillas.
  • Caminar, ya sea por el campo o la playa, con el calzado adecuado, también es una actividad física muy recomendable.
  • Por último, el ciclismo, siempre que se practique de forma suave, ya que es un deporte que viene bien para ejercitar la musculatura de nuestras rodillas.

Loe ejercicios que a continuación les explicamos se deberán realizar al menos 2 veces al día, entre 10 y 20 repeticiones de cada uno.


1.- Elevación de la pierna con la rodilla recta. Una vez que la pierna se ha elevado, hay que mantener la posición al menos 5 segundos.


2.- Con un rulo debajo de la rodilla, estiramos la rodilla apretando levemente con la corva. Mantenemos 5 segundos y descansamos.



3.- Con la ayuda de una banda elástica, llevamos  la punta del pie hacia nosotros para realizar un estiramiento de toda la musculatura posterior de la pierna. Mantenemos esa posición al menos 20 segundos.


4.- Con una almohada o una pelota entre las rodillas, apretamos la misma y mantenemos esa tensión durante al menos 10 segundos.


5.- Ponerse de puntillas, mantener la posición unos segundos y volver a la posición inicial.



6.- Sentadillas, doblando las rodillas levemente. 



7.- Sentados, estirar una pierna, mantener esa posición al menos 10 segundos y descansar. Podemos añadir un lastre de 1 o 2 kg en el tobillo para mejorar el ejercicio. También podemos realizar el mismo ejercicio con banda elástica, con el mismo objetivo.



Destacar que un estilo de vida saludable con la realización diaria de ejercicio físico, una dieta adecuada y la reducción del peso corporal, ayudarán a controlar el peso que soportan nuestras rodillas. Y para finalizar, señalar que si observamos que nuestras rodillas con artrosis están inflamadas, el hielo será nuestro mejor aliado. Póngase una bolsa de crioterapia al menos durante 20 minutos, dos veces al día y verá como mejora la inflamación.




lunes, 21 de julio de 2025

SINDROME DE SJOGREN: CAUSAS, SINTOMAS, DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO

 
¿QUE ES?


Dentro de los mecanismos de defensa del sistema inmunitario tenemos unos tipos de linfocitos, los linfocitos B, que se transforman en células plasmáticas, las células encargadas de generar anticuerpos, compuestos que detectan partes de agentes externos al organismo — los antígenos —, para poder así identificar posibles amenazas y atacarlas, como hacen con bacterias y virus.

En condiciones normales las células plasmáticas solamente reconocen como extraños elementos ajenos al organismo y tienen mecanismos para reconocer también células y proteínas propias del organismo. Ahora bien, cuando por diversos motivos se da una alteración de esta capacidad de reconocimiento de los componentes orgánicos como propios, las células plasmáticas pueden generar anticuerpos contra el propio organismo y causar alteraciones diversas en función del tipo de tejido, célula o proteína que ataquen.

Las glándulas exocrinas no son ajenas a estas posibles alteraciones y cuando el organismo crea anticuerpos que atacan a estas estructuras, las glándulas se atrofian y no pueden producir sus secreciones habituales. 
El síndrome de Sjögren es un trastorno del sistema inmunitario que se identifica por sus dos síntomas más frecuentes: ojos y boca secos.
Esta afección suele acompañar otros trastornos del sistema inmunitario, como la artritis reumatoide y el lupus. Por lo general, el síndrome de Sjögren afecta primero las membranas mucosas y las glándulas que producen humedad en los ojos y la boca, lo que da como resultado menos lágrimas y saliva.
Aunque se puede padecer el síndrome de Sjögren a cualquier edad, en el momento del diagnóstico la mayoría de las personas son mayores de 40. El trastorno es mucho más frecuente en las mujeres. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas.


CAUSAS

Los científicos no están seguros de la razón por la cual algunas personas padecen el síndrome de Sjögren. Hay mayor riesgo de padecer el trastorno a causa de determinados genes, pero al parecer también se necesita un mecanismo detonante, como una infección por un virus determinado o una cepa bacteriana.

Afecta principalmente a mujeres (9 mujeres por cada hombre), la mayoría con edades comprendidas entre los 40 y los 60 años. Se diferencia entre el síndrome de Sjögren primario, que es el que aparece aislado, y el secundario, que se da asociado a otras enfermedades, como la artritis reumatoide (30%), el lupus eritematoso sistémico (20%), la esclerosis sistémica (30%) u otras enfermedades en menor grado, como la cirrosis biliar primaria o la hepatitis C.

Las células plasmáticas invaden las glándulas exocrinas y crean una inflamación que a largo plazo hace que estas glándulas se atrofien y por lo tanto no puedan llevar a cabo su función de secreción exocrina. Los principales autoanticuerpos implicados en la aparición de este síndrome son los llamado Ro o SS-A y los La o SS-B.




SINTOMAS

Los síntomas de esta enfermedad se deben a la destrucción y mala función de las glándulas afectadas. Por ello, los más frecuentes son la sequedad oral y ocular.

La sequedad ocular, por la afectación de las glándulas lagrimales, produce picor o escozor ocular, sensación de arenillas, dolor ocular, mientras que la sequedad oral se manifiesta fundamentalmente por sensación de sed, dificultad para la masticación, escozor en la lengua, que suele estar enrojecida, y mayor incidencia de caries dentales.

Puede presentarse sensación de sequedad nasal y tos, por la sequedad del árbol respiratorio, así como sequedad vaginal, con prurito y dolor con las relaciones sexuales.

En referencia a la afectación sistémica, que es más frecuente en pacientes jóvenes, cabe decir que las principales manifestaciones son:

  • pulmonares, con disminución de la secreción de moco, cosa que favorece las infecciones bronquiales y las atelectasias, alveolitis linfocitarias que a la larga pueden dar fibrosis, amiloidosis o hipertensión pulmonar.
  • cardiovasculares, menos frecuentes, con la aparición de pericarditis, fenómeno de Raynaud o vasculitis.
  • digestivas, con disfagia, gastritis crónica, malabsorción intestinal, pancreatitis o afectación hepática.
  • renales, con acidosis tubular o nefritis por los infiltrados de linfocitos.
  • nerviosas, con vasculitis que pueden provocar microinfartos cerebrales, afectación de nervios periféricos o alteraciones psiquiátricas; son más frecuentes en el síndrome de Sjögren asociado al lupus eritematoso sistémico.
  • afectación del tiroides por una tiroiditis de Hashimoto.
  • musculoesqueléticas, con artritis de varias articulaciones, artralgias o miositis con menor frecuencia.
  • cutáneas, con eritema nodoso o vasculitis añadidas a la xerodermia.
  • hematológicas, con anemia crónica, descenso de los leucocitos y aumento de los eosinófilos; pueden haber adenopatías y darse esplenomegalia.


DIAGNOSTICO

El diagnóstico se sospechará en pacientes que presenten clínica de sequedad, sobre todo a nivel ocular u oral. Se deberá realizar una correcta exploración física y diversas pruebas para valorar el grado de sequedad.

La disfunción de las glándulas salivares se estudiará principalmente mediante una valoración del volumen de saliva producida en un lapso de tiempo determinado. También puede realizarse una gammagrafía que estudie las glándulas salivares o bien una ecografía. Se puede realizar una biopsia de una glándula salival menor, pero no suele hacerse por ser una técnica dolorosa.

La disminución de la producción lacrimal se cuantificará mediante el Test de Schirmer, que permite valorar la producción de lágrima en un tiempo concreto. La observación del ojo con la lámpara de hendidura tras usar una tinción concreta permitirá apreciar lesiones de queratoconjuntivitis seca sugestivas de este síndrome.

A nivel del análisis de sangre se valorará la existencia de anemia y afectación del número y la proporción de los leucocitos. Se buscará la presencia de los anticuerpos específicos del síndrome de Sjögren, los anticuerpos Ro y La. Asimismo, también se determinará la presencia de otros anticuerpos implicados en otras patologías asociadas a esta enfermedad, como el factor reumatoide (FR), los ANA o las crioglobulinas. También se realizarán serologías para determinar la existencia de infección por el virus de la hepatitis C.

Los criterios diagnósticos del síndrome de Sjögren son 6 y se necesita la presencia de 4 de ellos para poder establecer el diagnóstico. Estos criterios son:

  • síntomas oculares
  • signos oculares
  • síntomas orales
  • signos orales
  • biopsia de glándula salival menor compatible con el síndrome de Sjögren
  • presencia de anticuerpos Ro, La, ANA o FR.




TRATAMIENTO


El objetivo es aliviar los síntomas.

  • La resequedad en los ojos se puede tratar con lágrimas artificiales, ungüentos lubricantes para los ojos o ciclosporina líquida.
  • Si existe una infección por cándida, se puede tratar con preparaciones de nistatina o miconazol libre de azúcar.
  • Se pueden colocar tapones diminutos en los conductos de drenaje de las lágrimas para ayudar a que estas permanezcan sobre la superficie del ojo.

Los medicamentos orales como la pilocarpina o cevemelina que causan un aumento en la producción de saliva pueden ser útiles para la sequedad cuando la terapia local no está ayudando.

Algunas medidas que puede tomar para aliviar los síntomas incluyen:

  • Tomar sorbos de agua a lo largo del día.
  • Masticar goma de mascar sin azúcar.
  • Evitar los medicamentos que puedan causar resequedad en la boca, como los antihistamínicos y los descongestionantes.
  • Evitar el alcohol.

Hable con el odontólogo acerca de:

  • Enjuagues bucales para reponer minerales en los dientes
  • Sustitutos de la saliva
  • Fármacos que les ayuden a las glándulas salivales a producir más saliva

Para prevenir las caries dentales causadas por la resequedad de la boca:

  • Cepíllese los dientes y use seda dental con frecuencia.
  • Visite al odontólogo para que le realice chequeos y limpiezas regulares.



jueves, 17 de julio de 2025

"La culebrilla", Herpes Zóster. El fuego latente en los nervios

 





El Hérpes Zóster, comúnmente llamado "culebrilla", es un viejo conocido de la infancia, es un enemigo silencioso que queda dormido por años en los más profundo de nuestras raíces nerviosas tras pasar la varicela, este virus, tras un largo letargo puede emerger en llamas, dejando una estela de dolor, vesículas y sufrimiento, El Herpes Zóster, es mucho más que una simple reactivación viral, es una entidad compleja con implicaciones neurológicas, inmunológicas y sociales que impactan en la calidad de vida del paciente.


Fue en el siglo XX cuando se demostró que la varicela y el herpes zóster compartían el mismo origen, un herpesvirus neurotrópico que, tras causar varicela en la infancia, queda latente en los ganglios de las raíces dorsales. Durante años el Herpes Zóster fue considerado una simple secuela inmunológica del envejecimiento, hoy sabemos que su historia es mucho más compleja.


EL FUEGO QUE DESPIERTA:

Tras la infección primaria el VZV (virus de la varicela) queda latente en los ganglios sensoriales. La reactivación ocurre cuando la inmunidad celular específica decae, especialmente en mayores de 50 años, pacientes inmunocomprometidos, personas con VIH, trasplantados o incluso en individuos bajo estrés crónico o tratamiento inmunosupresor.

Al reactivarse, el virus viaja por el axón sensitivo hasta la piel, produciendo inflamación neuronal, necrosis y diseminación viral local. Este proceso no solo explica las vesículas dermatoméricas características, sino también el dolor neuropático que puede anteceder e incluso persistir mucho después de la resolución cutánea.

LA CLÍNICA:

El dolor habla primero, el Herpes Zóster se inicia frecuentemente con pródromos inespecíficos: fatiga, febrícula, cefalea y disestesias o dolor en un área específica, lo  que puede confundirse con patología cardíaca, abdominal o musculoesquelética, según el dermatomo (zona de piel inervado por raíz dorsal del nervio espinal afectado).

Entre 2 a 5 días después aparece la erupción cutánea: vesículas agrupadas sobre una base eritematosa, siguiendo el trayecto de un nervio sensitivo, sin cruzar la línea media. Las localizaciones más comunes son el tórax y la región trigeminal (área de la cara inervada por el nervio trigémino, conocido como el V par craneal). En inmunodeprimidos o ancianos, pueden desarrollarse formas atípicas.

La complicación más temida es la neuralgia posherpética (NPH), que es un dolor neuropático que persiste por más de 3 meses tras la erupción y puede ser incapacitante.

EXAMEN FÍSICO:

· Distribución dermatómica estricta: clave diagnóstica, las lesiones siguen el trayecto del nervio afectado, nunca cruza la línea media.

· Signo de Hutchinson, lesiones en la punta de la nariz que indican afectación del nervio nasociliar, con riesgo de queratitits.

· Herpes ótico (síndrome de Ramsay Hunt): vesículas en pabellón auricular con parálisis facial ipsilateral.

· Dolor antes que la erupción: en el 75% de los casos, el dolor precede a las lesiones de 3 a 4 días.

DIAGNÓSTICO:

Suele ser por la clínica. Sin embargo, en casos atípicos o en pacientes inmunosuprimidos puede requerirse confirmación con alguna prueba con PCR, serología.

TRATAMIENTO:

Debe ser en las primeras 72h del inicio de la erupción, así se podrá acortar la duración de la enfermedad, reducir el dolor agudo y prevenir la NPH. Consiste en antivirales y analgésicos.

   · Antivirales: Valaciclovir, Famciclovir, Aciclovir

   · Analgésicos: AINEs, tramadol, pregabalina o gabapentina según intensidad del dolor. También  se puede hacer bloqueos nerviosos o lidocaína tópica en NPH severa.

   · Neuralgia postherpética (VPH):  Gabapentinoides, antidepresivos tricíclicos, parche de capsaicina...

VACUNAS:

La revolución más importante en la prevención del Herpes Zóster la tenemos con la vacuna recombinante adyuvada Shingrix, aprobada en 2017 y muy recomendada:

   Las nuevas guías recomiendan la vacunación a partir de los 50 años y desde los 18 en inmunocomprometidos. Estudios recientes han demostrado eficacia en el 90%.

DATOS DE INTERÉS:

· El dolor que precede a la erupción es la pista clave, no subestimar neuralgias unilaterales en mayores de 50 años.

· Shingrix es una de las vacunas con mayor eficacia en adultos mayores para esta enfermedad.

· El Herpes Zóster no es siempre benigno, puede producir complicaciones como encefalitis, vasculitis cerebral, miocarditis o neumonitis.

El HZ es mucho más que una erupción dolorosa, es la reactivación de un pasado viral, la danza patológica entre inmunidad y envejecimiento, y un recordatorio de que nuestros nervios pueden albergar memorias infecciosas por décadas. Afortunadamente la ciencia avanza, y hoy contamos con vacunas potentes, tratamientos antivirales, eficaces y mejores herramientas para enfrentarnos a sus complicaciones. La clave está en sospecharlo temprano, tratarlo precozmente y prevenirlo siempre que podamos.

"Porque aunque el fuego duerma nunca deja de arder".

Fuente: pasión médica. DR. Emil Juan Arbella intensivista



BENEFICIOS E IMPORTANCIA DE LA NATACIÓN PARA LA SALUD DE TU ESPALDA

 


NATACIÓN: EL DEPORTE MÁS COMPLETO PARA CUIDAR NUESTRO CUERPO

La natación se destaca como una actividad física integral que beneficia a todo nuestro organismo. Más allá de sus efectos positivos en la espalda, este deporte abarca un espectro amplio de áreas en las que contribuye al bienestar general:

¿Qué partes del cuerpo mejoran con natación?

La natación ejerce un impacto positivo en múltiples áreas del cuerpo. Esto conlleva un fortalecimiento generalizado, promoviendo una postura más equilibrada y una musculatura más resistente. Además, la baja carga sobre las articulaciones minimiza el riesgo de lesiones, convirtiendo a la natación en un ejercicio suave pero efectivo.

Las principales partes del cuerpo que mejoran con la natación son:

Brazos y hombros: Los movimientos de brazos fortalecen los músculos deltoides y tríceps, mejorando la fuerza y tonificación en esta zona.

Piernas: Las patadas continuas fortalecen los músculos de las piernas, incluyendo cuádriceps y gemelos.

Espalda: La natación, al requerir movimientos coordinados de la espalda, contribuye al fortalecimiento de los músculos que la sostienen.

¿Qué enfermedades se combaten practicando natación?

La natación se destaca como una opción versátil y beneficiosa para una amplia gama de condiciones de salud. Aquellas personas que padecen ciertas afecciones encuentran en el agua un ambiente ideal para el movimiento sin causar estrés en las articulaciones.

Entre las principales enfermedades que se combaten practicando natación se encuentran:

Artritis: El movimiento en el agua es suave para las articulaciones, lo que hace que la natación sea beneficiosa para las personas con artritis al mejorar la movilidad y reducir el dolor.

Asma: El ambiente húmedo de la piscina puede ser útil para personas con asma, ya que puede ayudar a mejorar la función pulmonar.

Problemas de espalda: La natación fortalece los músculos de la espalda y promueve una mejor postura, lo que puede aliviar el dolor de espalda y prevenir problemas crónicos.

Enfermedades cardiovasculares: La actividad acuática mejora la resistencia cardiovascular y la circulación, lo que puede ser beneficioso para personas con enfermedades del corazón.

Lesiones deportivas: La natación es un ejercicio de bajo impacto, lo que la hace adecuada para personas en rehabilitación de lesiones deportivas.

Obesidad: La natación es una forma efectiva de ejercicio cardiovascular, lo que puede ayudar en la pérdida de peso y en el manejo de la obesidad.


LOS BENEFICIOS DE LA NATACIÓN PARA NUESTRA ESPALDA

La natación es una práctica especialmente valiosa para mantener la salud de nuestra espalda. Sus beneficios son notables y contribuyen de manera significativa al bienestar de esta zona:

Entre los principales beneficios de la natación para nuestra espalda se destacan:

Fortaleza muscular: Los movimientos coordinados al nadar ejercitan diversos grupos musculares, incluyendo los músculos de la espalda, lo que contribuye a su fortalecimiento.

Flexibilidad: La amplitud de movimiento que se logra al nadar mejora la flexibilidad de la columna vertebral y sus estructuras circundantes.

Alivio de la presión: La flotación en el agua reduce la presión sobre los discos intervertebrales, disminuyendo la carga en la columna vertebral.

Cómo ayuda la natación a la columna vertebral

La columna vertebral, eje fundamental de nuestro cuerpo, merece especial atención en nuestro empeño por mantenernos saludables. En este aspecto, la natación, con su enfoque amable pero efectivo, aparece como una aliada invaluable para un bienestar duradero.

Entre las principales ventajas que la natación ofrece a la columna vertebral se encuentran:

Soporte muscular: Los músculos que rodean la columna vertebral se fortalecen con la natación, proporcionando un soporte esencial para mantener una postura adecuada.

Minimización de impacto: La resistencia del agua brinda un entrenamiento de bajo impacto, reduciendo el riesgo de lesiones y minimizando la tensión en la espalda.

Movimientos suaves: Los movimientos controlados en el agua permiten ejercitar la columna con suavidad, promoviendo una mayor movilidad sin generar estrés innecesario.


¿Cuál es el mejor estilo de natación para el dolor de espalda?

Entre los diversos estilos de natación, el crol y el estilo espalda son particularmente recomendados para aquellos que buscan aliviar el dolor de espalda. Estos estilos fomentan una posición horizontal en el agua, lo que ayuda a mantener la columna alineada y reduce la tensión en la espalda baja.

El crol, con su acción de patada y brazada, involucra los músculos dorsales, mientras que el estilo espalda permite una relajación notable en la zona lumbar.

No obstante, es importante recordar que cada persona es única, por lo que es aconsejable consultar con profesionales de la salud antes de embarcarse en un programa de natación, especialmente si se tiene un historial de problemas en la espalda.