La actividad física puede ser lo más cercano a una fuente de la juventud. La actividad física regular no sólo fortalece la musculatura y mejora el funcionamiento del corazón y los pulmones, sino que también puede ayudar a reducir drásticamente su riesgo de sufrir enfermedades graves, estimular el desarrollo de nuevas células cerebrales e, incluso, agregar años a su vida. Treinta minutos de actividad física casi a diario es lo único que se requiere para cosechar jugosos beneficios.
Se preserva la juventud. Las actividades físicas tales como caminatas breves o recorridos en bicicleta aumentan la cantidad de oxígeno que se consume durante el ejercicio. Mejorar su capacidad aeróbica en apenas 15 a 25 por ciento sería como quitarse de 10 a 20 años de encima. Los ejercicios aeróbicos también pueden estimular el crecimiento de nuevas células cerebrales en los adultos de edad más avanzada.
Reducción de las infecciones. El ejercicio moderado acelera temporalmente su sistema inmune, aumentando la agresividad o capacidad del sistema inmunológico. Esto puede explicar por qué las personas que hacen ejercicio físico se contagian menos de resfriados.
Prevención de ataques cardíacos. El ejercicio no sólo aumenta el colesterol HDL "bueno" y baja la presión arterial, sino que la nueva investigación demuestra que reduce la inflamación arterial, otro factor de riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Se mitiga el asma. Los ejercicios respiratorios y del tórax pueden reducir la necesidad de usar el inhalador en casos leves de asma.
Control del azúcar en la sangre. El ejercicio ayuda a mantener un nivel saludable de azúcar en la sangre, aumentando la sensibilidad de las células a la insulina y controlando el peso. Dar caminatas a paso rápido puede disminuir sensiblemente el riesgo de sufrir de diabetes tipo 2.
Protección contra el cáncer. El ejercicio puede reducir el riesgo del cáncer de colon, acelerando el paso de los desechos por los intestinos y bajando el nivel de insulina. Y puede protegerlo contra el cáncer mamario y de próstata, al regular los niveles hormonales.
Combatir el estrés. El ejercicio aeróbico regular baja los niveles de las hormonas del estrés. Para muchas personas, el ejercicio ayuda a aliviar la depresión con la misma efectividad que la medicación antidepresiva.
Aliviar los calores. Aumentar la resistencia física mediante caminatas o la práctica de yoga mejora el humor y reduce algunos de los síntomas de la menopausia, tales como la sensación de calor y la sudoración nocturna.
Protección de la salud masculina. Los ejercicios pélvicos ayudan a prevenir la disfunción eréctil y posiblemente, el agrandamiento prostático benigno, una causa común de los problemas urinarios.
Prolongación de la vida. Los estudios de varios años de duración han demostrado consistentemente que el hecho de mantenerse activo reduce en un 50 por ciento aproximadamente el riesgo de muerte prematura, tanto en los hombres como en las mujeres.
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