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sábado, 26 de abril de 2025

QUE ES UNA FLEBITIS

 

La flebitis es el evento que se manifiesta cuando una vena superficial se daña por culpa de un trombo o de un coágulo de sangre. La aparición de un coágulo puede obstruir el flujo correcto de la circulación. De hecho, se nombra a la flebitis con el nombre de trombosis venosa superficial, o, tromboflebitis.


Las venas en las extremidades se organizan en dos sistemas, el superficial y el profundo, unidos por las venas perforantes o comunicantes. La flebitis de las venas superficiales está relacionada con un problema local en estas venas, que pueden inflamarse por traumatismos, infecciones, heridas, etc. La “flebitis”, suele provocar una activación de la coagulación lo que comporta la formación de un trombo o coágulo en el interior de la vena que se conoce como tromboflebitis o trombosis de las venas superficiales (TVS) ”. En contraposición, hablamos de trombosis venosa profunda (TVP), cuando el trombo afecta al sistema venoso profundo.




¿En qué situaciones hay mayor riesgo de flebitis?


  • Es más frecuente en mujeres y la incidencia aumenta con la edad.
  • Suele afectar a las piernas, aunque también puede localizarse en los brazos, generalmente relacionada con cateterización o punciones venosas repetidas, por ejemplo en pacientes hospitalizados.

Es más frecuente en determinadas situaciones:

  • Estasis venosa (circulación lenta de la sangre por varices, inmovilización, obesidad): Hasta el 80% de los pacientes con TVS en las piernas tienen varices preexistentes con o sin insuficiencia venosa crónica.
  • Embarazo.
  • Uso de anticonceptivos orales.
  • Cáncer. En el caso de una tromboflebitis recurrente en distintas partes del cuerpo (signo de Trousseau o tromboflebitis migratoria) es obligatorio descartar un cáncer subyacente.
  • Trombofilias hereditarias (trastornos hereditarios de la coagulación).
  • Inyección intravenosa de drogas o uso de catéteres venosos periféricos. La flebitis en este caso puede ser de origen traumático , químico (por un efecto irritante de las substancias inyectadas) o de causa infecciosa bacteriana (flebitis infecciosa o séptica). La flebitis séptica también puede ser causada por una infección en otra parte del cuerpo que se disemina a una vena.

  • ¿Cómo se diagnostica?


    • El diagnóstico es clínico al observar una vena superficial inflamada y enrojecida con dolor a lo largo del trayecto venoso. Habitualmente a la palpación, la vena trombosada se palpa como un cordón. En el caso de la tromboflebitis séptica, puede asociarse fiebre y afectación del estado general.

    • Suele realizarse una ecografía-doppler que permite evaluar la localización y extensión de la TVS y permite descartar la coexistencia de una TVP. Las venas trombosadas pueden aparecer engrosadas o inflamadas en la ecografía, pero el hallazgo diagnóstico más preciso es la falta de compresibilidad de la vena.

Flebitis: cómo intervenir 


Destacamos que en caso de flebitis es importante que se ponga en contacto con su médico de atención primaria, o, si ya tiene un médico especialista, con su médico de referencia.

Entre las precauciones que podemos seguir todos los días para que no se agrave la flebitis, o para prevenir la fatiga venosa, encontramos:

  • -mantener las piernas levantadas para favorecer el retorno venoso
  • asegurarse de hacer movimiento para que mejore la circulación
  • -utilizar medias de compresión graduada, para prevenir y disminuir las molestias.

Complicaciones


La TVS generalmente es un proceso benigno y autolimitado.
El principal riesgo que presenta es que se complique con una TVP e incluso con un tromboembolismo pulmonar (TEP) que se produce cuando el trombo se desplaza de las extremidades hasta el pulmón. También puede haber recurrencia de la TVS. Este riesgo de complicaciones tromboembólicas se calcula que puede ser de un 10% en los 3 primeros meses.


Tratamiento

El tratamiento de la TVS depende de la localización, la extensión y el riesgo de desarrollar un tromboembolismo venoso, así, en TVS de riesgo intermedio o elevado puede ser necesaria la anticoagulación con fármacos que disminuyen la coagulación de la sangre.

Los fármacos anticoagulantes incluyen:

  • Las heparinas que se pueden administrar por vía endovenosa (heparina no fraccionada) o subcutánea (heparinas de bajo peso molecular).
  • Anticoagulantes orales: los nuevos anticoagulantes orales (o de acción directa) como el dabigatrán, rivaroxabán, edoxabán y apixabán, a diferencia de los anticoagulantes orales clásicos (warfarina o acenocumarol -el conocido Sintrom®-) tienen varias ventajas: no requieren monitorización de laboratorio, presentan escasas interacciones con otros fármacos y alimentos y conllevan menos complicaciones hemorrágicas, sobre todo de riesgo de hemorragia cerebral.
  • El fondaparinux que se administra por vías subcutánea y es un inhibidor del factor Xa de la coagulación.

En las TVS no complicadas (bajo riesgo) el tratamiento es ambulatorio y sintomático, basado en la elevación de la extremidad, aplicación de compresas frías o tibias y antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o paracetamol en caso de embarazo.

En TVS de riesgo intermedio o elevado el tratamiento es la anticoagulaciónEn pacientes de alto riesgo se recomienda anticoagulación terapéutica (más potente que la profiláctica) con una dosis y duración similar (tres meses) que en la TVP.











miércoles, 23 de abril de 2025

PUNCIÓN SECA CONTRA EL DOLOR MUSCULAR.

 

La técnica de punción seca forma parte de los tratamientos que puede aplicar un Fisioterapeuta y que puede solucionar el dolor muscular en muchos casos, combinado con otros tratamientos y sin ninguna toxicidad.

¿En qué consiste la Punción Seca?

La técnica consiste en introducir una aguja en el músculo a través de la piel sin inyectar ni extraer ningún tipo de sustancia, de ahí el nombre de punción seca. Con la introducción de la aguja se busca relajar el músculo destruyendo aquellas bandas tensas que forman el “punto gatillo miofascial” (PGM)


¿Es una técnica dolorosa y con riesgo?

Ante la propuesta de ser tratado con punción seca, las inquietudes más comunes que presentan los pacientes suelen ser, lógicamente, si causa dolor y su eficacia.

La técnica puede resultar dolorosa, aunque lleva pocos minutos, pero los beneficios obtenidos hacen que sea una herramienta muy útil para aquellos pacientes que presenten un dolor inquietante o limitante en sus actividades cotidianas. La eliminación de las molestias suele ser rápida en la mayoría de los casos.

Puede haber un dolor post-punción que suele durar 24-48 h., pero hay maneras de reducir estas molestias, pues un tratamiento completo no consiste sólo en la técnica de punción; es fundamental tras la punción reeducar la función motora con contracciones excéntricas, y además, presión isquémica, masaje, estiramientos etc…

Es una técnica con una alta evidencia científica y eficacia probada, por ello es un tratamiento de elección para poner fin al dolor muscular y aquellos pacientes que la han probado no dudan en volver a tratarse puesto que su nivel de eficacia es muy elevado.

La punción seca con agujas solo puede ser practicada por un profesional sanitario con la formación adecuada. Aplicar la técnica de punción seca implica una serie de precauciones que el fisioterapeuta debe tener en cuenta para evitar riesgos. Por ello es imprescindible que el tratamiento sea aplicado por un fisioterapeuta titulado y colegiado, con formación específica en el tratamiento invasivo de dolor miofascial. Con estos requisitos, se trata de una técnica muy segura y eficaz.

¿Cuánto tiempo se recomienda espaciar las sesiones de punción seca?

En el caso de la punción seca profunda, será necesario respetar los procesos de regeneración de la lesión producida por la aguja.

Los estudios científicos exponen que la lesión producida por una aguja de punción seca tarda en regenerarse entre 7 y 10 días.

Por ello, nuestra recomendación es esperar entre 1 y 2 semanas antes de aplicar punción seca profunda en la misma zona.

Contraindicaciones

Existen algunas contraindicaciones para la punción seca, como son los trastornos de la coagulación o pacientes con tratamiento con anticoagulantes, así como evitar la punción en zonas donde hay linfedema, varices, heridas o lesiones cutáneas.

Asimismo, se debe evitar durante el primer trimestre de embarazo, si bien, no se ha descrito ninguna evidencia de efectos abortivos sobre la punción.

La Punción Seca es una técnica efectiva y segura.