Perder cabello de forma repentina puede ser inquietante. Uno se mira al espejo y nota menos volumen, encuentra mechones en la almohada o en la ducha, y la mente se llena de preguntas: ¿estoy enfermo?, ¿estoy envejeciendo?, ¿se me va a caer todo el pelo?
El efluvio telógeno agudo es una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello muy llamativa durante un período de tiempo limitado en el tiempo y reversible. Es muy frecuente en mujeres jóvenes, pero también puede suceder en varones y a pacientes con edades mayores.
CAUSAS
SINTOMAS
- Caída diaria excesiva, que supera claramente lo habitual.
- Disminución del volumen capilar, sobre todo en mujeres con cabello largo y fino.
- Cabello en la almohada, en la ropa, en el suelo… parece estar en todas partes.
- A veces, una leve sensación de picor o sensibilidad en el cuero cabelludo, aunque no es lo más frecuente.
- A diferencia de otras alopecias más conocidas, como la alopecia areata (que provoca calvas redondeadas y bien definidas) o la alopecia androgenética (que sigue patrones hormonales y suele ser progresiva), el efluvio telogénico no deja cicatrices ni miniaturiza los folículos. Es como si el cabello se desconectara temporalmente, pero sin dañar su raíz.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico del efluvio telogénico no siempre requiere pruebas invasivas. A menudo, basta con una buena entrevista médica, una revisión minuciosa del cuero cabelludo y unas preguntas clave: ¿hubo una cirugía hace tres meses?, ¿un cambio fuerte en la dieta?, ¿un periodo de estrés inusual?
Aun así, en algunos casos, se solicitan pruebas complementarias para descartar otras causas:
- Análisis de sangre para revisar ferritina, vitaminas, zinc, función tiroidea, oligoelementos, entre otros.
- Test de tracción: se tira suavemente del cabello para ver cuántos se desprenden.
- Tricoscopía digital: una especie de lupa que permite observar los folículos más de cerca.
- En casos muy dudosos, incluso una biopsia de cuero cabelludo puede aportar claridad, aunque es poco frecuente.
Lo más importante es descartar otras formas de alopecia más agresivas o con evolución permanente.
TRATAMIENTO
- Tratar la causa: si hay anemia, corregirla. Si hay hipotiroidismo, equilibrarlo. Si el estrés fue el detonante, buscar herramientas de gestión emocional.
- Suplementación específica, solo si hay déficit confirmado..
- Evitar peinados agresivos, químicos fuertes y calor excesivo: el cabello está en una fase vulnerable.
- Y, sobre todo: no entrar en pánico. El miedo solo agrava el problema.
Existen terapias médicas (orales, tópicas, inyectadas) que permiten no sólo estabilizar sino conseguir mejorar la densidad capilar, consulte con su dermatólogo para que analice su caso y valore las mejores opciones.
Sin embargo, hay que insistir en que la mayoría de los casos de efluvio telógeno se deben a causas puntuales y aisladas en el tiempo. Por eso la mayoría de las veces no se necesita ningún tipo de tratamiento y hay que esperar a que el cabello se renueve por sí solo.
Hay ciertos nutrientes que son esenciales para mantener el pelo fuerte y en su ciclo natural, entre ellos:
- Hierro: en carnes rojas, lentejas, espinacas cocidas.
- Zinc: presente en mariscos, nueces, semillas de calabaza.
- Vitamina D: en pescados grasos, y también a través del sol.
- Proteínas completas: huevos, carnes magras, legumbres.
- Biotina: en yema de huevo, aguacate, almendras.
Una dieta desequilibrada o restrictiva puede disparar un episodio de efluvio telogénico incluso en personas sanas.
0 comentarios:
Publicar un comentario