LAVADOS NASALES
El lavado nasal o irrigación nasal es una práctica de higiene personal con la que se mejora la respiración. A través de esta técnica se elimina la suciedad y otros residuos de los conductos nasales, ya que gracias al agua se arrastran las impurezas. En ocasiones, también se escucha la expresión jala neti, que es una práctica tradicional del yoga que limpia la nariz a través de la irrigación nasal. La palabra jala en sánscrito (lengua clásica india) significa “agua” y neti, “guiar”; por tanto, jala neti quiere decir guiar el agua a través de los conductos nasales para limpiarlos. A continuación se cuenta cómo se hace y cuáles son sus beneficios.
Beneficios del lavado nasal o jala neti
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Ayuda a evacuar secreciones de la nariz cuando esta está taponada.
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Contribuye a disminuir los síntomas de alergias, evacuando parte de los alérgenos en contacto con la mucosa nasal.
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Disminuye la frecuencia de resfriados, evacuando secreciones.
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Reduce los efectos de las sinusitis, incluso puede ayudar a curarlas.
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Mejora la gestión de la rinitis crónica.
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Previene infecciones respiratorias.
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Facilita la gestión de los ronquidos y de las apneas del sueño.
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Humidifica la mucosa nasal, lo que previene sequedad y heridas.
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Evacua suciedad.
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Mejora la respiración nasal.
Cómo realizar el lavado nasal de forma correcta
Para empezar, es necesario disponer de un utensilio adecuado para la ducha nasal. Existen multitud de jarras neti en el mercado. La mayoría lleva consigo una cuchara que resultará muy útil para poder preparar el agua con la salinidad adecuada para la mucosa.
¿Cómo usar una jarra neti? Los pasos que hay que seguir son estos (es importante prestar atención a la manera de sonarse):
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1. Se rellena la jarra de agua tibia.
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2. Se añade una cucharadita de sal marina.
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3. Se remueve para que se mezcle el agua y la sal marina.
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4. Se inclina la cabeza hacia adelante, se coloca el embudo en uno de los orificios y se gira la cabeza hacia un lado, hasta percibir que el agua pasa hacia el otro lado.
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5. Se vierte la mitad de la solución en una fosa nasal permitiendo que salga por la otra, respirando por la boca.
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6. Este proceso se repite en el otro lado.
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7. Se saca con suavidad el aire por la nariz para expulsar el resto de agua.
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8. Al finalizar el proceso, hay que incorporarse y secarse.
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9. Con posterioridad, es importante sonarse la nariz de forma suave hacia afuera sin cerrar los dos orificios nasales a la vez.
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10. Por último, de nuevo hay que sonarse la nariz, pero hacia adentro.
Aunque parezca extraño, lo que de manera común se denomina «sorberse los mocos» es la forma más fisiológica de eliminar las secreciones en exceso de la nariz. La utilización del pañuelo para limpiarse la nariz solo se remonta al siglo XVI, coincidiendo con las primeras epidemias de enfermedades contagiosas en las ciudades. El vello de la nariz y todo el mecanismo de limpieza nasal está preparado para evacuar las secreciones de las fosas nasales hacia la garganta.
¡Cuidado con sonarse de manera rápida y fuerte! Podría hacerse daño en los oídos.
Errores comunes y cómo solucionarlos
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El agua llega a la garganta y no podemos respirar. Solución: flexionar más la cabeza.
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El agua no sale por el otro lado. Soluciones: flexionar más la cabeza, comprobar que el conducto de la jarra no esté contra el tabique o, si hay un exceso de secreciones, hacer varias pruebas a lo largo del día.
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Hemos acabado el agua y aún percibimos que las fosas nasales no están limpias. Solución: en este caso repetiremos el proceso.
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Al sonarnos percibimos que los oídos se tapan. Soluciones: disminuimos la fuerza y la presión al sonarnos, priorizamos la técnica de «sorber las secreciones nasales» o nos sonamos con los dos orificios nasales tapados a la vez.
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Siguen bajando agua y secreciones al cabo de un rato de habernos lavado la nariz. Solución: en este caso repetimos el lavado.
Cuándo hacer un lavado nasal y cuándo no debe hacerse
No se debe aplicar un lavado nasal, si se presenta un sangrado nasal abundante, después de cirugía endoscópica nasal o si se tienen problemas de deglución.
El mejor momento para limpiarse la nariz es cada mañana, al empezar el día, para mantener las fosas nasales limpias. También es recomendable hacerlo después de estar expuesto a los ácaros o al alérgeno, en caso de ser alérgico, para disminuir los posibles síntomas. Si se padecen apneas del sueño, es aconsejable limpiarse la nariz antes de ir a dormir.
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