FIBRILACIÓN AURICULAR
La fibrilación auricular paroxística es la arritmia cardiaca
sostenida más frecuente. Su aumento está asociado al envejecimiento de la
población.
Se trata de una alteración de la conductividad normal del corazón (denominada ritmo sinusal), cuando las aurículas no se contraen adecuadamente y los ventrículos lo hacen de manera irregular y excesivamente rápida, impidiendo el normal funcionamiento del corazón.
SÍNTOMAS
Los pacientes suelen presentar palpitaciones, sensación de
ahogo, dolor en el pecho, fatiga, mareos, etc. En general, la fibrilación
auricular incapacita para realizar las tareas sencillas de la vida cotidiana.
A lo largo de la evolución de la enfermedad, el paciente puede
experimentar períodos sintomáticos y asintomáticos, ya que, con el tiempo, las
palpitaciones pueden incluso desaparecer. Esto es importante porque se puede
estar en peligro sin sentir ninguna molestia.
En ocasiones, se descubre que un paciente presenta fibrilación
auricular porque súbitamente sufre una isquemia cerebral (transitoria o
permanente), cuyas manifestaciones clínicas (dificultad para movilizar la mitad
del cuerpo o para hablar o ambas) podrían desaparecer en 24 horas o quedarse
permanentes (o incluso producir la muerte). Los síntomas más habituales son:
- Palpitaciones.
- Sensación
de ahogo.
- Dolor
en el pecho.
- Fatiga.
- Mareos.
CAUSAS
Puede presentarse tanto en corazones con patología previa como en corazones sanos.
La fibrilación auricular puede aparecer en corazones que presentan patología cardiaca (enfermedad de la válvula mitral, enfermedad coronaria, pericarditis, cardiopatías congénitas), asociada a otras enfermedades (hipertensión arterial, cáncer de pulmón, etc.) o, incluso, cuando existe una ingesta excesiva de alcohol.
Pero también puede aparecer en personas aparentemente saludables que, en principio, no presentan ninguna patología cardiaca .
· La fibrilación auricular (FA) es la arritmia mantenida más frecuente en nuestros días (con una prevalencia estimada en la población adulta de entre 0,4 y 2%), condicionado un importante aumento de la mortalidad debido a problemas cardiovasculares.
Normalmente se asocia a enfermedad de la válvula mitral (pero
también puede aparecer de manera aislada o asociada a otras enfermedades). Se
caracteriza por la descoordinación del ritmo de contracción de la aurícula.
Puede provocar trombos y embolias y complicaciones cardiovasculares importantes como los accidentes cerebrovasculares.
DIAGNÓSTICO
El pulso del paciente y un electrocardiograma muestran
si existe fibrilación auricular.
El pulso del paciente con fibrilación auricular, que
es irregular, se puede realizar mediante palpación de la arterial radial en la
muñeca.
El diagnóstico se confirma mediante un
electrocardiograma (ECG), que es un registro gráfico de la actividad eléctrica
del corazón.
Una vez confirmado el diagnóstico, el ecocardiograma
permitirá evaluar las causas de la arritmia y excluir la presencia de coágulos
en las cavidades cardiacas.
TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO: El tratamiento
farmacológico es la primera elección terapéutica para la fibrilación auricular,
mediante el uso de antiarrítmicos, en lo que se denomina la cardioversión
farmacológica.
Aunque son efectivos en un alto
porcentaje, pueden llegar a no serlo en pacientes con arritmia persistente. A
veces, producen efectos secundarios que impiden su uso como tratamiento
crónico.
El control de la frecuencia cardiaca
se logra con fármacos betabloqueantes, antagonistas de los canales de calcio, y
la digoxina.
A pesar de su eficacia, no consiguen
restaurar por sí mismos el ritmo sinusal, ni reducir significativamente el
riesgo de accidentes embólicos, por lo que son necesarios los anticoagulantes
orales, con el fin de que la sangre tenga menos facilidad para coagular y no
puedan producirse coágulos en la aurícula.
Los anticoagulantes precisan
controles periódicos, ya que un nivel inferior puede provocar la formación de
coágulos y un nivel excesivo, hemorragias internas espontáneas.
ABLACIÓN MEDIANTE RADIOFRECUENCIA: Algunos
tipos de arritmias, como las taquicardias paroxísticas o el flutter auricular
se solucionan definitivamente con la ablación mediante radiofrecuencia. Este
procedimiento supone un gran avance en el tratamiento de las arritmias, ya que soluciona
más del 90% de los casos. Solo en menos del 5% de los pacientes
reaparecen.
Tras un estudio electrofisiológico, introduciendo un
electrocatéter en las cavidades cardíacas, se destruye el foco de tejido
miocárdico causante de la arritmia. Es un procedimiento muy seguro,
relativamente sencillo y rápido.
CRIOABLACIÓN: El mayor beneficio
de esta técnica radica en que el tratamiento se realiza por congelación, en un
solo impacto de energía, y de una manera más rápida y eficaz. La
aplicación del frío se consigue introduciendo, por medio de un catéter, un
balón lleno de óxido nitroso (compuesto químico empleado como fuente de frío)
que llega hasta la intersección de las venas pulmonares con la aurícula
izquierda para así aislar e impedir la propagación del impulso eléctrico anómalo
MARCAPASOS: Los marcapasos son pequeños aparatos electrónicos
capaces de analizar el ritmo del corazón y tratar las arritmias mediante
estímulos eléctricos. Su función es suplir las funciones del sistema de
excitación y conducción cardiaco. Se implantan, generalmente, bajo anestesia
local durante casi todo el procedimiento.
La recuperación de la intervención es rápida y permite el alta
hospitalaria en dos o tres días. Cuando se agotan las baterías, aproximadamente
cada seis años, es necesario sustituir el marcapasos.
DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO IMPLANTABLE: En algunos pacientes con
arritmias graves, potencialmente letales, es necesario implantar un
desfibrilador automático implantable, que restaura el ritmo cardiaco normal
aplicando automáticamente descargas eléctricas.
El desfibrilador controla el ritmo cardíaco permanentemente.
Cuando detecta una arritmia, emplea diferentes tratamientos mediante impulsos
eléctricos para suprimirla.
Según la gravedad de la arritmia el desfibrilador aplica de
manera automática tratamientos más suaves (estimulación antitaquicardia) o más
radicales (cardioversión mediante choque eléctrico), que, ocasionalmente,
pueden percibirse por el portador. A veces el desfibrilador se asocia a la
terapia de resincronización cardiaca, mejorando así la insuficiencia que en
ocasiones también padece el paciente.
CIRUGIA: La cirugía de la fibrilación auricular surgió
hace casi veinte años para restaurar el ritmo sinusal en pacientes sometidos a
cirugía con alguna patología cardiaca (enfermedad de la válvula mitral,
enfermedad coronaria, etc.).
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