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miércoles, 22 de marzo de 2023

Síndrome de Hutchinson-Gilford o Progeria: enfermedad de envejecimiento acelerado


El síndrome de Progeria es una enfermedad genética rara que afecta a aproximadamente uno de cada cuatro millones de recién nacidos. También se conoce como síndrome de Hutchinson-Gilford, en honor a los médicos que describieron por primera vez la enfermedad en 1886. Es una condición que provoca un envejecimiento prematuro y acelerado en los niños que la padecen. En este artículo, exploraremos los síntomas, las causas y el tratamiento de la Progeria.


Síntomas de la Progeria
Los síntomas de la Progeria suelen aparecer en los primeros años de vida y se caracterizan por un envejecimiento acelerado. Los niños afectados presentan un crecimiento deficiente, pérdida de cabello, piel seca y arrugada, y una disminución de la grasa subcutánea. También pueden sufrir problemas dentales, problemas de audición y visión, y osteoporosis. Los niños con Progeria suelen tener un aspecto frágil y envejecido, pero con rasgos infantiles.


Causas de la Progeria
La Progeria es una enfermedad genética que se debe a una mutación en el gen LMNA. Este gen proporciona las instrucciones para producir la proteína lamin A, que es esencial para la estructura y la función del núcleo celular. La mutación causa que esta proteína se produzca de forma anormal, lo que a su vez provoca el envejecimiento prematuro de las células y los tejidos.
La mayoría de los casos de Progeria no se heredan de los padres, sino que ocurren de manera espontánea. La mutación se produce durante la división celular en los primeros días de vida del feto y afecta a todas las células del cuerpo.







Tratamiento de la Progeria
No hay cura para la Progeria, pero se pueden tratar los síntomas para mejorar la calidad de vida del niño. Los tratamientos pueden incluir terapias físicas para mantener la flexibilidad y la fuerza muscular, suplementos vitamínicos para prevenir la osteoporosis y otros problemas de salud, y medicamentos para tratar problemas dentales y otros síntomas.
Además, en 2012 se aprobó el primer tratamiento específico para la Progeria, llamado lonafarnib. Este medicamento es un inhibidor de la farnesiltransferasa, una enzima que está involucrada en la producción de la proteína lamin A. El tratamiento con lonafarnib ha demostrado mejorar la función cardiovascular, reducir la pérdida de peso y aumentar la esperanza de vida en niños con Progeria.


El síndrome de Progeria es una enfermedad rara y devastadora que afecta a los niños y les roba su infancia. Aunque no hay cura para la Progeria, los tratamientos pueden mejorar la calidad de vida y prolongar la esperanza de vida de los pacientes. El desarrollo de nuevos tratamientos y terapias para la Progeria sigue siendo un área activa de investigación, esperando que lleguen más fondos de investigación para todo tipo de enfermedades raras.



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