Los abdominales hipopresivos se pueden definir como una técnica postural a la que se le han añadido unas pautas respiratorias y de ejecución muy precisas.
Los ejercicios hipopresivos son una técnica de fortalecimiento muscular beneficiosa para la faja abdominal pero sin efectos negativos sobre el suelo pélvico, que persigue mejorar el control y las cualidades musculares de los programas de reeducación del periné incluidos en la llamada fisioterapia del suelo pélvico (SP) o fisioterapia uroginecológica.
Este tipo de terapia beneficia a las patologías del disfunción del suelo pélvico o como medida preventiva del mismo. La realización de ellos durante un período de aprendizaje estructurado, dan como resultado, descenso de la presión intraabdominal y la activación refleja de los músculos abdominales y del suelo pélvico, consiguiendo a largo plazo un aumento del tono en ambos grupos musculares, siendo beneficioso para la faja abdominal.
Para una adecuada técnica se deben considerar ciertos signos anatómicos, que delatan el efecto hipopresivo como son: abertura del arco costa, movilización del ombligo hacia dentro y hendidura en las fosas claviculares, así el efecto hipopresivo estaría activo según describe Caufriez.
Los ejercicios se deben realizar con un ritmo lento y respiración pautada por el terapeuta. Las posturas se repiten un máximo de tres veces, con una duración mínima de sesión entre 20 minutos y 1 hora.
Las pautas técnicas para realizarlos según Caufriez y ampliado posteriormente por Rial y Villanueva son:
1. Autoelongación: estiramiento axial de la columna para provocar una puesta en tensión de los espinales profundos y extensores de la espalda.
2. Doble mentón: empuje del mentón que provoca tracción de la coronilla hacia el techo.
3. Decoaptación de la articulación glenohumeral: se provoca abducción de las escápulas y activación de los serratos. colocando los brazos en algunos ejercicios en rotación interna de los hombros, flexión de codos a 90º y flexión dorsal de las muñecas.
4. Adelantamiento del eje de gravedad: desequilibrio del eje anteroposterior que implica variación del centro de gravedad.
5. Respiración costal: respiración diafragmática con fase inspiratoria y espiratoria pautada por el terapeuta. Durante la "fase de inspiración normal" se incrementa el volumen de la caja torácica y se reduce la presión por la apertura de las costilla hacia fuera y arriba, lo que permite la expansión pulmonar y la entrada de aire. El músculo motor principal es el diafragma, que se aplana en dirección caudal y agranda la caja torácica. El músculo esternocleidomastoideo y los músculos serratos anteriores y posteriores pueden ayudar a esta acción creando una "inspiración forzada". La "espiración normal" es un proceso pasivo que comienza cuando se relajan los músculos inspiratorios disminuyendo la cavidad torácica junto a la retracción elástica del tejido pulmonar. En la "espiración forzada" se contraen los músculos espiratorios (intercostales internos y abdominales) que empujan los órganos abdominales contra el diafragma relajado, aumentando su forma de cúpula y disminuyendo por tanto el diámetro de la cavidad torácica.
6. Apnea respiratoria: fase de espiración total de aire y apnea mantenida (entre 10 y 25 segundos según nivel del practicante). En la fase de apnea se añade una apertura costal como simulando una inspiración costal pero sin aspiración de aire. Durante la fase de apnea espiratoria se provoca cierre de la glotis; contracción voluntaria de los serratos mayores y de los músculos elevadores de la caja torácica músculos de las vías respiratorias superiores, intercostales, escalenos, esternocleidomastoideo). El diafragma, durante la fase de apnea espiratoria, se relaja y es succionado como consecuencia de la apertura costal y elevación de la caja torácica. La relajación tónica del diafragma consigue la disminución de la presión torácica y abdominal. Este efecto hipopresivo se logra gracias a la contracción de la musculatura respiratoria, realizada durante la fase de apnea espiratoria del ejercicio hipopresivo. Siendo que, la contracción del músculo serrato anterior provoca la expansión torácica (factor mecánico) y la relajación y tonificación del diafragma torácico (factor neuromecánico); generando de esta forma una caída en la presión intraabdominal e intratorácica. Lo más importante es la adecuada enseñanza de la técnica de los ejercicios así como la sensibilización y educación general del paciente; para fomentar una adecuada adherencia a estos ejercicios y poder tener un adecuado beneficio y mejoría en su condición. La cual es bastante respaldada en los estudios encontrados en la literatura, por los beneficios que se obtienen gracias a la aplicación de los ejercicios hipopresivos.
Fuente: Flores LMG, Uclés VV. Ejercicios hipopresivos: prescripción, técnicas y efectividad. Rev Clin Esc Med. 2018;8(4):1-13.
En un estudio sobre los ejercicios hipopresivos en pacientes con dolor lumbar crónico en un centro de rehabilitación en Lima, se demostró una influencia estadísticamente significativa en la disminución del dolor lumbar. Por lo tanto, este procedimiento se debería considerar como parte del abordaje en el tratamiento en personas para la disminución de la lumbalgia crónica de origen mecánico.
FUENTE: Santiago Bazan Cristhian, Alvarado Perez Juan Rodolfo, Ludeña Ambukka Sheyla Tatiana. EJERCICIOS HIPOPRESIVOS
EN PACIENTES CON DOLOR LUMBAR CRÓNICO EN UN CENTRO DE REHABILITACIÓN EN LIMA.
Rev Cient Cienc Méd [Internet]. 2023 [citado 2025 Ene 31] ; 26( 1 ): 8-15.
Disponible en: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1817-74332023000100008&lng=es.
Epub 31-Sep-2023.
libro Ejercicios hipopresivos mucho mas que abdominales de Piti Pinsach y Tamara Rial
De manera general, se pueden obtener los siguientes beneficios al realizar las técnicas hipopresivas:
· Tonificación de la cavidad abdominal.
· Normalización de las tensiones de las estructuras músculo-aponeuróticas antagonistas (cúpulas diafragmáticas, cuadro lumbar, isquiotibiliales).
· Al producirse un descenso de la presión intrabdominal, se consigue una activación refleja de las fibras tipo I, llegando a provocar una tonificación del suelo pélvico a largo plazo.
· Mejor gestión de la presión abdominal al esfuerzo.
· Menor tensión de la musculatura posterior.
· Prevención de lumbalgias funcionales, hernias discales lumbares, vaginales, abdominales, crurales e inguinales. Se le atribuye un objetivo terapéutico secundario en el tratamiento de las lumbalgias porque contribuye a bloquear la columna lumbosacra.
· Mejor vascularización de los miembros inferiores y pelvis.
· Mejor movilización metabólica.
· Mejoría de la sensibilidad sexual.
· Excelente cobertura al postparto.
Las contraindicaciones para ejercicios hipopresivos son:
· Debido al mecanismo de ejecución de dichos ejercicios, ya que se realizan en apnea espiratoria (aumentando los niveles de CO2). Se aconseja que no lo realicen aquellas personas con: hipertensión arterial, cardiopatías o patologías respiratorias descompensadas.
· Personas que padecen gonartrosis o coxartrosis, especialmente porque la técnica incluye posturas como de rodillas, cuadrupédica, sentado y semisentado; en donde amerita flexión de las rodillas de 90º a 145º (según sea la posición) así como una flexión de la cadera mayor a 90º y rotación externa de la cadera, lo cual podría generar molestias físicas en dichas posiciones, por tanto no se completarían las técnicas.
· Cirugías como reemplazos de cadera, rodilla y pie.
· Durante el embarazo podría desencadenar contracciones uterinas y provocar el parto prematuro o un aborto.
· Tras el postparto inmediato es conveniente abstenerse de la práctica de ejercicios hipopresivos hasta pasadas 6 a 8 semanas del parto.
La misión de la rehabilitación perineal de forma general es tonificar y fortalecer las fibras musculares del perineo, de modo que las fibras lentas se trabajan con contracciones suaves y mantenidas y las fibras musculares rápidas con contracciones de mayor amplitud y rápidas.
Posterior a la revisión bibliografía podemos concluir que hay evidencia para prescribir los ejercicios hipopresivos en múltiples patologías, como son la disfunción del suelo pélvico (incontinencia urinaria, incontinencia fecal y prolapso de órganos pélvicos) al mejorar el tono de la musculatura pélvica, en postparto, menopausia y sus complicaciones, en escoliosis idiopática torácica con respuesta comparativa con la técnica de Schroth; aumentando la flexibilidad del tronco y el fortalecimiento de los músculos paravertebrales, también en la rehabilitación postquirúrgica del suelo pélvico (cirugías de próstata y útero), en deportistas de alto impacto (deportes de saltos, baloncesto, voleibol, carrera, aeróbicos) se van a ver beneficiados en cuanto a la reducción de la incontinencia urinaria de esfuerzo y evitando el aumento de la presión intraabdominal por malas técnicas, ayuda a la disminución de la circunferencia abdominal y mejoría de la estática postural. Se considera que la terapia combinada de los ejercicios hipopresivos junto a los ejercicios del suelo pélvico ya conocidos (ejercicios de Kegel), genera un aumento de la coordinación de contracción de la musculatura del suelo pélvico. Por lo que se recomienda la prescripción dual de dichos ejercicios con un adecuado entrenamiento.
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