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lunes, 12 de mayo de 2025

BENEFICIOS DEL EJERCICIO DE FUERZA

                                            

Está demostrado que el músculo actúa como un órgano endocrino.

Son muchos los estudios donde ponen en manifiesto, según evidencia científica la importancia del músculo en múltiples procesos del organismo, estudios que nos demuestran la importancia de tener unos músculos sanos, activos y fuertes. 

El músculo actúa a nivel del cerebro, huesos, hígado, páncreas, tejido adiposo, intestino, liberando sustancias que nos van a hacer tener una mejor calidad de vida y nos van a prevenir y tratar múltiples enfermedades.


INTERACCIÓN ENTRE MÚSCULOS Y ÓRGANOS: EL PAPEL DE LAS MIOQUINAS.


   · PUNTOS A TENER EN CUENTA:

     - Las mioquinas se definen como citocinas y otros péptidos que son producidos, expresados y liberados por las fibras musculares y ejercen efecto autocrinos, paracrinos o endocrinos. 

     - Las mioquinas median la comunicación entre el músculo y otros órganos, como el cerebro, el tejido adiposo, los huesos, el hígado, el intestino, el páncreas, el lecho vascular y la piel, así como dentro del propio músculo.

     - Las mioquinas ejercen sus efectos, por ejemplo, en la cognición, el metabolismo de lípidos y glucosa, el oscurecimiento de la grasa blanca transformándose en grasa parda (La grasa parda es una forma de tejido adiposo que quema energía para generar calor), la formación ósea, la función de las células endoteliales, la hipertrofia, la estructura de la piel y el crecimiento tumoral.

     - La mioquina IL-6 media los efectos antiinflamatorios asociados al ejercicio, tanto de forma aguda con cada sesión de ejercicio como consecuencia de la adaptación al entrenamiento, incluyendo la reducción de la adiposidad abdominal.

     - La identificación de nuevas mioquinas y sus funciones específicas pueden conducir a nuevas dianas terapéuticas.

     - Las mioquinas pueden ser biomarcadores útiles para monitorizar el tipo y la cantidad de ejercicio necesarios para la prescripción de ejercicio a personas con, por ejemplo, cáncer, diabetes o enfermedades neurodegenerativas.


La actividad física disminuye el riesgo de padecer diversas enfermedades, y el ejercicio puede prescribirse como tratamiento para trastornos relacionados con el estilo de vida, como la diabetes tipo 2, la demencia, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Durante las últimas dos décadas, se ha demostrado que el músculo esquelético funciona como un órgano endocrino, capaz de producir y secretar cientos de mioquinas que ejercen sus efectos de forma autocrina, paracrina o endocrina. Avances recientes demuestran que el músculo esquelético produce mioquinas en respuesta al ejercicio, lo que facilita la comunicación entre el músculo y otros órganos, como el cerebro, el tejido adiposo, los huesos, el hígado, el intestino, el páncreas, el lecho vascular y la piel, así como la comunicación dentro del propio músculo. Aunque solo se han asignado unas pocas mioquinas a una función específica en humanos, se ha identificado que sus funciones biológicas incluyen efectos sobre, por ejemplo, la cognición, el metabolismo de lípidos y glucosa, el oscurecimiento de la grasa blanca, la función de las células endoteliales, la hipertrofia, la estructura de la piel y el crecimiento tumoral. Esto sugiere que las mioquinas pueden ser biomarcadores útiles para monitorear la prescripción de ejercicio para personas con, por ejemplo, cáncer, diabetes o enfermedades neurodegenerativas


fuente: Severinsen MCK, Pedersen BK. Muscle-Organ Crosstalk: The Emerging Roles of Myokines. Endocr Rev. 2020 Aug 1;41(4):594–609. doi: 10.1210/endrev/bnaa016. Erratum in: Endocr Rev. 2021 Jan 28;42(1):97-99. doi: 10.1210/endrev/bnaa024. PMID: 32393961; PMCID: PMC7288608.

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