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martes, 31 de enero de 2023

LAVADOS NASALES EN BEBÉS Y NIÑOS

 1. ¿Qué son los lavados nasales? 

Consisten en la realización de irrigaciones a partir, de la realización de una técnica, ayudados de un dispositivo especial (jeringa, irrigador...) y suero fisiológico, para eliminar el exceso de mucosidad en el bebé o niño. 

Estarán muy recomendados antes de las comidas o de dormir. 


2. ¿Cuántas veces podemos hacerlos? 

Es el método más eficaz para eliminar la mucosidad y aliviar la congestión nasal, es por ello,   que pueden hacerse tantas veces como sean necesarios para que el bebé o niño respiren mejor y se encuentren más cómodos, siempre que la técnica se realice de forma correcta. 

Tanto los bebés como los niños más pequeños no saben sonarse, por lo que esto les ayudará a sustituir el uso del pañuelo, siendo completamente normal que parte de la mucosidad pueda ser expulsada y otra parte sea tragada. 


3. ¿Suero fisiológico, hipertónico o "agua de mar"? 

Los tres tienen una eficacia similar, los diferencia su concentración salina (entre 0,9 al 2,3%). Hay que tener en cuenta que las soluciones hipertónicas no deben usarse en menores de 6 meses de forma directa. 

Aunque la forma que más éxito tiene es el suero fisiológico, hay estudios en los que se concluye que a mas concentración salina mejor arrastre de la mucosidad, pero esto no está del todo demostrado ya que faltan estudios científicos al respecto. 


4. ¿Es lo mismo lavados nasales que aspiraciones nasales? 

No es lo mismo. En el primero irrigamos suero fisiológico y mantenemos hidratada la mucosa de la nariz, mientras que en el segundo aspiramos el moco, resecando la mucosa con gran facilidad e incluso podemos ocasionar sensaciones desagradables en el oido del bebé o niño debido a la presión ejercida al aspirar, por lo que sería conveniente limitar su uso únicamente en los casos que hay mucha cantidad de mucosidad aun realizando lavados nasales y podemos ver la cantidad de moco, una vez al día y evitar aspirar de manera brusca. 


  • Aspirador de secreciones nasales manual: 


    


  • Aspirador de secreciones nasales electrónico:



4. ¿Qué tipos de dispositivos encontramos? 

Todos los dispositivos citados a continuación son válidos siempre y cuando la técnica se realice de manera adecuada y son algunos de los más utilizados. 
No hay un método mejor que otro, ya que lo importante será la eliminación del moco, es por ello que la elección dependerá de los padres. 


    4.1 Monodosis de suero fisiológico: Es la opción más barata ya que la podemos usar de manera directa y así evitamos manipular el suero, pero, por el contrario, al ser el material de envase es blando, no podremos ejercer una presión uniforme que consiga retirar completamente la mucosidad y la boquilla si no tenemos especial cuidado podría lastimar la entrada de la fosa nasal e incluso la mucosa. 






    4.2 Jeringa: Debemos cargarla previamente con el suero fisiológico. Con ella podemos ejercer una presión uniforme. Es una opción económica, siendo el único inconveniente la zona dura del cono, la cual será introducida dentro de la fosa, por lo que deberemos tener especial cuidado frente algún movimiento del bebé o niño, para no lastimar la zona. 





       4.3 Jeringa con protector nasal de silicona: Tendría las mismas ventajas que la jeringa normal y eliminaríamos el riesgo de lesión al introducir el cono ya que irá protegido por la silicona, la cual encajará perfectamente con la entrada de la fosa nasal.  






     4.4 Irrigador nasal: Es una buena opción para niños mayores, ya que ellos mismos pueden realizarse los lavados de forma independiente. 
Son reutilizables si se conservan adecuadamente, lavándose y secándose bien después de su uso. 






    
    4.5 Nebulizador e irrigador adaptado a jeringa: Es uno de los últimos dispositivos que han salido al mercado. Implica un mayor gasto económico, pero como ventajas pueden usarse tanto en bebés como en niños mayores, fomentando así su autonomía aprendiendo a usarlo ellos mismos. No hay riesgo de lesión ya que el mecanismo se adapta a la fosa nasal. 










5.  ¿Cómo se realiza la técnica? 
- Es importante que el suero fisiológico se encuentre a temperatura ambiente para que su entrada en la mucosa sea lo más agradable posible. En bebés (1,5 - 2ml) en cada fosa nasal es suficiente, mientras que en niños mayores usaremos 5ml en cada una. Si encontramos la nariz muy taponada, será conveniente echar una pequeña cantidad de suero antes y masajear para reblandecer. 
- Tumbaremos al bebé boca arriba o boca abajo, giraremos la cabeza hacia uno de los lados, sujetaremos con firmeza al bebé o niño sin hacer daño e irrigaremos con determinación el suero fisiológico por la fosa que quede arriba. Incorporaremos al bebé o niño para que les sea más fácil expulsarlo y repetiremos la maniobra por el otro orificio. 
- Los niños más mayores pueden realizárselos solos inclinando la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro. 












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