ASTENIA PRIMAVERAL. CONSEJOS PARA COMBATIRLA
La astenia primaveral es un síntoma que engloba
diferentes sensaciones (somnolencia, irritabilidad, apatía y cansancio, son las
más comunes) producidas por los efectos del cambio de
estacionalidad, que conlleva
cambios bruscos de temperatura y de presión atmosférica, aumento de las horas
de luz solar y modificación de horario y de rutinas.
Todas estas alteraciones producen desajustes en los ciclos hormonales dirigidos por el hipotálamo, una glándula del cerebro que se encarga de regular la temperatura corporal, la sed, el apetito, el sueño y la vigilia entre otras cosas. Consigue controlar todos estos aspectos gracias a los neurotransmisores, los cuales pueden verse alterados durante las primeras semanas de adaptación a todos estos cambios primaverales. Por ejemplo, es común que tarde en regularse la hormona serotonina o “molécula de la felicidad”, que nos produce sensación de bienestar y nos ayuda a dormir mejor.
SÍNTOMAS
- Cansancio
- Somnolencia durante el día.
- Dificultad para conciliar el sueño o insomnio.
- Falta de energía.
- Irritabilidad.
- Tristeza.
- Ansiedad.
- Pérdida del apetito y de la sensación de sed.
- Cefaleas y mareos.
- Disminución de la lívido.
- Falta de concentración.
- Desmotivación y desgana.
Es importante tener en cuenta que la astenia
primaveral tiene una duración de 1 o 2 semanas generalmente. Si los síntomas
perduraran se recomienda realizar una visita médica y un chequeo para comprobar
que no hubiera otro problema.
CONSEJOS
En primer lugar, prevención, no solo de la
astenia primaveral, si no de cualquier otra causa que nos pueda conducir a
tener estas manifestaciones. Para ello se aconseja realizar una valoración
médica junto con una analítica completa al menos una vez al año.
1. Sigue una dieta equilibrada
La dieta debe
ser equilibrada, suficiente y variada. Es importante que nuestra alimentación nos aporte toda la energía,
nutrientes y no nutrientes (como la fibra) que nuestro organismo necesita.
Parece algo básico y que todos conocemos, sin
embargo, muchas personas en su día a día no consumen las raciones de frutas y
hortalizas aconsejadas. Otras, no cubren sus necesidades energéticas con
alimentos saludables.
Es común entre la población tener unos hábitos
alimenticios caóticos y desajustados. Un ejemplo típico pasa por estar muchas
horas en ayunas y después comer alimentos muy energéticos. Otras veces,
se evitan los hidratos de carbono complejos como la pasta o el arroz para
recurrir después a alimentos con azúcares añadidos al sentir falta de energía.
Todo esto contribuye a un mayor desajuste
hormonal sumado al producido por el cambio estacional, lo que empeora todavía
más los síntomas de la astenia.
Se recomienda realizar una dieta:
- Basada en alimentos de origen vegetal. Se
aconseja tomar cada día 5 raciones de frutas y verduras tanto cocidas
como crudas (por ejemplo, en forma de ensalada) y que sean variadas.
- Suficiente en carbohidratos (importantes
para tener energía durante el día) y proteínas (necesarias para la síntesis
y el buen funcionamiento de las hormonas).
- Con los hidratos de carbono complejos bien
distribuidos (por ejemplo, cereales integrales) a lo largo
del día para que nos aporten energía de forma progresiva y evitar las
subidas y bajadas de glucemia que desajusten nuestro equilibrio hormonal.
- Que nos aporte grasas saludables ya
que contienen vitaminas liposolubles y además son necesarias para
síntesis de hormonas y el buen funcionamiento celular entre otros.
- Con todos los nutrientes que necesitamos para evitar carencias nutricionales.
2. Hidrátate
bien
Es común sentirnos fatigados o con dificultad
para concentrarnos y mejorar tras beber un par de vasos de agua.
Debemos tener en cuenta que cuando suben las
temperaturas podemos estar perdiendo más agua de lo habitual a través del
sudor.
Si te sientes fatigado, en lugar de tomar café o
té o cualquier otro excitante te recomiendo que bebas agua, te ayudará a
sentirte mejor de forma más saludable.
El agua es uno de los mejores remedios contra la
fatiga
3. Evita hábitos tóxicos
No fumar ni beber bebidas alcohólicas. Este es un consejo básico para tener
un estilo de vida saludable, sin embargo, cuando nos sentimos cansados estos
hábitos empeoran los síntomas.
4. Controla la ingesta de excitantes
Aunque puede parecer una incoherencia, para combatir el decaimiento primaveral y mejorar la adaptación al cambio estacional se recomienda evitar los suplementos o bebidas excitantes. Estas sustancias pueden estar durante muchas horas (alrededor de unas 10) circulando a través de nuestra sangre dificultando todavía más la conciliación del sueño durante la noche y, en consecuencia, potenciando la fatiga diurna, haciendo que volvamos a tomar una bebida excitante y así cíclicamente sin poder solucionar la raíz del problema.
5. Establece y
respeta un horario de ingestas
Si en función de nuestro apetito y horarios
determinamos las horas en las que nos va bien comer de forma que no estemos
muchas horas en ayuno, nos ayudará a tener energía de forma más continuada a lo
largo del día y no sentirnos fatigados o decaídos.
Organizar un horario de ingestas y planificar los
menús y la compra semanal es esencial para mejorar los hábitos alimentarios y
evitar desequilibrios que puedan empeorar los efectos de la astenia primaveral.
6. Realiza ejercicio de forma moderada
El ejercicio es básico para hacer frente al síndrome primaveral. Se recomienda realizar de media hora a
una hora de ejercicio diario moderado para tonificar el cuerpo, activarlo y
reducir la apatía o falta de energía.
Si has tenido intención de iniciarte un deporte o
ejercicio que sea más intenso y tras realizarlo o al día siguiente te sientes
especialmente más fatigado/a, se aconseja cambiarlo por algo más ligero como
caminar o nadar hasta que ganes resistencia. De lo contrario, la sensación de
fatiga muscular puede empeorar los síntomas.
7. Cuida los horarios de sueño
Se aconseja tener el mejor descanso posible y dormir 8 horas diarias. Para conseguirlo te recomiendo
establecer una buena rutina para dormir:
- Determinar una hora concreta para meternos en la cama.
- Cenar como mínimo una hora antes.
- Realizar una rutina antes de dormir que nos relaje y no nos exija
ningún esfuerzo: tomar una infusión, leer un libro, meditar, escuchar
música relajante…
- Tener en el dormitorio una temperatura adecuada.
- Dormir con las persianas bajadas.
- Si nos molesta algún ruido que pueda estar haciendo alguien con quien convivamos, compartir nuestra necesidad de un buen descanso para que nos ayuden.
8. No te olvides de ti mismo/a
Dedícate un tiempo a ti, para hacer cosas que te hagan disfrutar y sentirte bien.
Parece que hemos desconectado de todo aquello ocioso que nos produce buenas sensaciones y deberíamos comprender que jugar no es solo cosa de niños. Es importante reencontrarnos con aquellas cosas que nos gustan e incluirlas de nuevo en nuestros hábitos, como puede ser colorear, pintar, leer, escribir cuentos o historias, coser, hacer manualidades, jugar a un juego de mesa, etc.
9. Evita los
suplementos
Empieza la avalancha y los bombardeos de anuncios
publicitarios con multivitamínicos, jalea real, ginseng y
productos para conciliar el sueño.
Los laboratorios aprovechan el momento para
ofrecer sus productos milagrosos, llenos de vitaminas que necesitas para tener
más energía. Sin embargo, ninguno de ellos ha demostrado científicamente ser
eficaz combatiendo el cansancio.
Es aconsejable si quieres tomar alguno de estos
productos lo consultes previamente con tu dietista-nutricionista o
tu médico porque:
- Si tu dieta es equilibrada y saludable será más que suficiente en
todas las vitaminas y minerales que necesitas y por lo tanto los
suplementos son completamente innecesarios.
- La mejor manera de obtener vitaminas y minerales es directamente de
alimentos.
- Algunos suplementos pueden ser peligrosos para la salud e incluso
pueden aumentar el riesgo de padecer algunas enfermedades como sucede en
el caso de los complementos de betacaroteno y el cáncer de pulmón.
- Las vitaminas no aportan energía.
Con una dieta totalmente adaptada a ti, a tu
estilo de vida, gustos y necesidades y los 9 puntos anteriores conseguirás
vencer la astenia primaveral con éxito
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