El exceso de peso de las mochilas es un problema que no debemos subestimar
debido a que puede provocar daños a largo plazo en los
niños.
Desde el servicio de Fisioterapia de Atención Primaria, te contamos acerca
de las consecuencias que puede ocasionar una mochila con sobrecarga y qué
medidas podemos tomar para evitarlo.
QUE PRODUCE EL
EXCESO DE PESO EN LA ESPALDA DE LOS NIÑOS
Cargar con libros, cuadernos, estuches… es importante para que los niños puedan llevar a cabo sus tareas diarias en el colegio. Aunque, una mochila muy pesada puede causar distintos daños en el cuerpo de los niños, incluso permanentes.
Es frecuente ver a los niños soportando mochilas con un peso considerable,
y muchas veces, no es necesario. Esta sobrecarga produce una gran tracción
y presión sobre la musculatura y las articulaciones.
El peso de las mochilas en la espalda trae consecuencias similares a las
que se producen cuando se levantan objetos muy pesados durante un tiempo
prolongado o repetidas veces.
Un niño que lleva una mochila con exceso de peso todos los días puede
sufrir daños en la columna vertebral y hernia de disco. Esto puede
provocar que el disco se salga de su lugar o se rompa produciendo una presión
sobre los nervios raquídeos. Algo que suele causar dolor, debilidad o
entumecimiento.
También es causa de escoliosis infantil, cifosis o artrosis precoz. En
algunos casos, se ve afectado el correcto crecimiento de los huesos de los
niños.
MEDIDAS PARA
EVITAR POSIBLES DAÑOS EN LA ESPALDA DE LOS NIÑOS DEBIDO AL USO DE MOCHILAS
Sabemos que los niños utilizarán mochilas escolares durante varios años.
Es por ello que debemos tomar distintas medidas para garantizar el sano
crecimiento y desarrollo de su cuerpo.
Un factor importante a considerar es que la carga máxima que el niño puede
llevar sin riesgo de lesiones es el 10 por ciento de su peso. Realiza este
cálculo para asegurarte de que no excede este porcentaje.
En lo posible, compra una mochila de material ligero y escoge accesorios
escolares livianos. Recuerda que el niño solo necesita llevar el material
necesario para su jornada de clases.
Muchos niños cargan con libros y carpetas que no utilizan todos los días.
Distribuye la carga de la mochila entre la parte de adelante y la de atrás. Es
más eficiente una mochila en la que se reparte el peso que aquella que va todo
en la parte de atrás.
Enseña a tu niño a conservar la columna recta al llevar la mochila,
evitando que adopte una postura curvada.
Recuérdale que la mochila debe llevarse en ambos hombros y no solo en uno
para equilibrar el peso. También es importante ajustar las correas de la
mochila de tal forma que la bolsa no se extienda más allá de la cintura.
En el caso de escoger una mochila con ruedas, ten presente que el hecho de
girar el cuerpo para llevar la mochila, también puede producir un aumento de la
curva de atrás y dolores de espalda.
En este sentido, lo ideal es que el peso de la mochila no sea excesivo en
ninguno de los casos.
Otro factor a tener en cuenta es la actividad física. Los niños deben realizar ejercicios de forma regular y adecuada para fortalecer la espalda y la musculatura en general. Motiva a tu pequeño a que realice algún tipo de deporte y explícale que no es bueno el sedentarismo.
Si tu niño presenta algún tipo de problema en su espalda, un tratamiento de Fisioterapia puede
ayudarlo en su recuperación y a mejorar su postura.
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