La pubalgia es el resultado del uso excesivo y repetido de la sínfisis púbica y puede implicar una interrupción prolongada de la actividad física. Esta dolencia también se conoce como osteítis púbica, ya que hay dolor e inflamación de las estructuras alrededor y sobre la sínfisis púbica.
Resumen del contenido
Qué síntomas provoca
El hueso púbico es un lugar donde se insertan varios músculos, cuyos tendones se inflaman debido al estrés repetitivo en la región de la sínfisis púbica.
Muchos deportistas, futbolistas, carreristas de larga distancia, entre otros, pueden sentir un dolor incómodo en la región cercana a la sínfisis púbica. Normalmente, provocado por sobrecarga, uso excesivo o traumatismo directo que les produce inflamación y dolor.
El dolor solo aumenta en intensidad cuando la enfermedad empeora. El inicio de la pubalgia es insidioso y aumenta progresivamente hasta que se limita el movimiento. Con el paso del tiempo, el dolor que solía concentrarse en la cadera puede migrar a otras partes, como la parte inferior del abdomen y la ingle.
Esta enfermedad se puede confundir fácilmente con otros problemas como hernias inguinales, roturas musculares, infecciones del tracto urinario o tendinitis en los músculos aductores.
Los síntomas son idénticos a los de una distensión muscular, tales como dolor durante la carrera o durante la realización de ejercicios abdominales o sentadillas.
El dolor también puede aparecer en la región abdominal inferior, a veces con irradiación a la parte interna del muslo. Y se puede sentir en la inserción del músculo recto abdominal.
Los movimientos laterales del tronco, asentir con la cabeza, flexiones de cadera y tronco pueden ser dolorosos.
Este dolor empeora con el ejercicio, el esfuerzo o con determinadas posturas, y se puede sentir incluso al subir escaleras.
El dolor también puede irradiarse al perineo (es la parte del cuerpo que da lugar al suelo pélvico y donde se encuentran ubicados el ano y los órganos genitales externos) y los testículos. Puede causar dolor lumbar cuando se asocia con una lesión sacroilíaca.
Qué puede propiciar su aparición
- Los deportistas suelen estar sometidos a una gran cantidad de entrenamientos, muchas veces sin tener tiempo suficiente para descansar o para un programa de estiramiento adecuado, lo que predispone a la aparición de esta entidad. Por tanto, la falta de estiramientos o los estiramientos inadecuados de los músculos aductores del muslo, sumado al exceso de ejercicios abdominales realizados por los deportistas, puede provocar un desequilibrio muscular en la sínfisis púbica y, en consecuencia, pubalgia.
- El embarazo también es un factor de riesgo de pubalgia.
- Por otro lado, existen factores de riesgo que son intrínsecos a cada persona, como anomalías congénitas o adquiridas de la pared abdominal, especialmente en sus localizaciones inferiores, como anomalías del canal inguinal o desigualdades en la longitud de los miembros inferiores que son muy frecuentes, y que generan inestabilidad pélvica.
- La calidad del suelo y los zapatos utilizados (suelos duros y el uso de zapatos con baja absorción de impactos) también pueden contribuir al desarrollo de pubalgia.
Diagnóstico
El diagnóstico de pubalgia puede retrasarse, dada la gran cantidad de trastornos que afectan a esta región de la cadera, que pueden enmascarar los síntomas de la pubalgia y retrasar su diagnóstico.
En general, el diagnóstico es clínico, siendo confirmado por radiografía de la zona pélvica, al observar la presencia de inestabilidad de la sínfisis púbica en más de 2 mm. La radiografía también revela la presencia de signos de engrosamiento óseo, signo que refleja la presencia de inflamación.
La resonancia nuclear magnética permite el estudio de tejidos blandos.
Tratamiento y prevención
El tratamiento incluye:
- Reposo,
- Hielo
- Antiinflamatorios orales.
- Compresas de agua tibia (después de la fase aguda) sobre la región, que promueven la vasodilatación, lo que es beneficioso para reducir el dolor y relajar los músculos adyacentes.
- Ejercicios de estiramiento (cuando ceda el dolor) de los músculos de la región interna del muslo, ejercicios de fortalecimiento abdominal y lumbar, ejercicios de fortalecimiento de aductores, abductores, flexores y extensores de cadera y ejercicios de estabilización del tronco y de la columna vertebral.
El regreso a la actividad deportiva puede ocurrir en casos más leves después de tres a cinco días. En casos más graves, el reposo y el tratamiento deben durar de tres semanas a tres meses, y pueden tardar hasta seis meses. Si, después de tres meses, el tratamiento conservador no es efectivo, se debe considerar el tratamiento quirúrgico.
En cuanto a la prevención implica el entrenamiento y la prevención y el tratamiento de todos los factores predisponentes. Los músculos abdominales deben estar bien trabajados y el estiramiento muscular debe realizarse en todos los entrenamientos, con el fin de lograr un correcto equilibrio dinámico de la pelvis.
Lo que debes saber…
- Los síntomas son idénticos a los de una distensión muscular, tales como dolor durante la carrera o durante la realización de ejercicios abdominales o sentadillas.
- Este dolor empeora con el ejercicio, el esfuerzo o con determinadas posturas, y se puede sentir incluso al subir escaleras.
- Si, después de tres meses, el tratamiento conservador no es efectivo, se debe considerar el tratamiento quirúrgico.
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