LAGRIMAS ARTIFICIALES,
RECOMENDACIONES DE USO.
La lágrima que
segrega naturalmente nuestros ojos es una sustancia acuosa, oleosa y salina que
limpia e hidrata la estructura ocular para evitar la sequedad de la córnea. La
lágrima es la responsable de limpiar e hidratar los ojos, evita la sequedad de
la córnea, reparte el oxígeno a toda la estructura ocular, combate las
infecciones y preserva el poder refractivo. Cuando la lubricación de los ojos es
deficiente o la película lagrimal no tiene una buena composición, se recomienda
hacer uso de lágrimas artificiales.
¿Qué son las lágrimas artificiales?
Las lágrimas
artificiales son un producto que imita la composición de la lágrima natural. De
esta forma, se puede suministrar por vía oftálmica para complementar la falta
de lágrima natural, algo que es bastante habitual y que está vinculado con
diferentes molestias oculares. Por ejemplo, el síndrome de ojo seco severo.
¿De qué se componen las lágrimas artificiales?
Existen diversos
componentes dentro de la familia de las lágrimas artificiales. Los más
utilizados son dos:
·
Ácido hialurónico
·
Carboximetilcelulosa
La mejor opción
y la más utilizada actualmente es el ácido hialurónico.
¿Para qué sirven las lágrimas artificiales?
El principal uso
de las lágrimas artificiales es lubricar la estructura ocular para combatir los
síntomas del ojo seco. Sin embargo, las lágrimas artificiales también se pueden
utilizar para:
·
Evitar lesiones en el momento de extraer arena, polvo o cualquier objeto
extraño que haya podido entrar en el ojo.
·
Disminuir el roce entre las estructuras oculares
(parpadeo) y combatir las molestias que esto produce. Esta aplicación de las
lágrimas artificiales es muy recomendada
durante los postoperatorios de las cirugías oculares.
·
Ayudar a disminuir
el roce y el crecimiento del tejido en pacientes diagnosticados con pterigión.
El pterigión es un tumor benigno que se forma en la conjuntiva.
·
Aliviar
el escozor y el picor que provocan las alergias oculares.
·
Aliviar y
combatir las molestias de la fatiga ocular.
·
Leve: Se presentan síntomas ligeros de sequedad
ocular: picor, sensación de sequedad y raspado, deseo de cerrar los ojos.
·
Moderado: A los signos anteriores se añaden
síntomas subjetivos de sequedad ocular: dificultad de abrir los ojos al
despertar por la mañana o tras la siesta, sensación de arenilla en los ojos,
quemazón, hormigueo, fotofobia.
·
Grave: Es el más crónico, existe presencia de
lesiones corneales y conjuntivales persistentes, que empeoran si el cuadro de
sequedad no es tratado. El ojo seco severo, en sus formas más simples, no
afecta a la visión pero en su forma extrema disminuye la agudeza visual.
De todos ellos,
los tipos de ojo seco que más se encuentran los oftalmólogos en consulta son el
leve y el moderado. Por esta razón se recomienda el uso continuo de lágrimas artificiales en gel o en gotas.
¿Dónde se administran las lágrimas artificiales?
La aplicación se
realiza directamente por vía oftálmica. Es decir, aplicando las gotas
directamente en el ojo.
Generalmente, se
pueden encontrar en dos tipos de formatos:
·
Bote:
suele ser de pequeño tamaño y contiene cantidad suficiente para administrar la
lágrima artificial durante varios días, o incluso semanas.
·
Monodosis:
este formato contiene menor cantidad, pero es muy cómodo para llevar encima y
para evitar que el producto se degrade si no se usa con mucha frecuencia.
¿Cuándo se usan las lágrimas artificiales?
Las lágrimas
artificiales se utilizan, básicamente, para mantener los ojos húmedos y
correctamente hidratados cuando, por diversos factores y circunstancias, una
persona no es capaz de producir lágrimas naturales en la cantidad o calidad
suficiente.
Estos problemas
de falta de hidratación de los ojos pueden deberse a:
·
Sequedad en el ojo.
·
El postoperatorio por una operación ocular:
cataratas, cirugía refractiva, corrección de presbicia, etc.
·
Factores ambientales como el aire acondicionado
o climas y ambientes con temperaturas extremas.
·
Para estos casos, las lágrimas artificiales son
un remedio sencillo pero eficaz que, sin tener ningún tipo de efecto secundario
o contraindicación, alivia las molestias e impide que se produzcan
complicaciones y hasta lesiones importantes por culpa de la falta de
hidratación ocular.
¿Cuáles son sus limitaciones?
Hay que tener
muy claro que las lágrimas artificiales, pese a su capacidad para aliviar
molestias e hidratar el ojo, nunca deben sustituir una visita al oftalmólogo
siempre que notemos algún tipo de anomalía en nuestro ojo.
Incluso para
molestias oculares menores, es posible que sean insuficientes o que necesitemos
combinarlas con otros fármacos o tratamientos.
Por otra parte,
no todas las lágrimas oculares son iguales, existiendo distintos niveles de
calidad. En este sentido, nuestro oftalmólogo es la persona que mejor nos puede
asesorar respecto al tipo de lágrimas artificiales que más nos conviene.
¿Cómo aplicar las lágrimas artificiales?
En general, su
aplicación es bastante sencilla. De todos modos, siguiendo los siguientes
pasos, no tendrás ninguna duda de cómo hacerlo.
·
Lavarnos
correctamente las manos antes de empezar con la aplicación.
·
Con ayuda de un dedo de la mano en la que no
tenemos las lágrimas artificiales,
bajamos ligeramente el párpado inferior para facilitar su aplicación.
·
Con la otra mano, presionamos ligeramente el
bote de las lágrimas artificiales hasta que caiga la cantidad de gotas que
queremos aplicar.
·
Cerramos
el ojo y parpadeamos para mejorar la distribución de la lágrima por toda la
superficie del ojo.
·
Cerramos
el bote y lo conservamos en un sitio adecuado y siguiendo siempre las
instrucciones que encontramos en el prospecto del producto.
Las lágrimas
artificiales son uno de los mejores aliados que tenemos a nuestro alcance,
especialmente si tenemos tendencia a la sequedad ocular, alergias estacionales
o si, simplemente, pasamos muchas horas delante las pantallas, ya que son
situaciones que pueden generar molestias y perjudicar nuestra salud ocular.
Las mejores lágrimas artificiales
- Utiliza siempre lágrimas artificiales sin conservantes. Éstas suelen
dañar el ojo a largo plazo.
- Las lágrimas líquidas te ayudarán a aliviar los
síntomas de forma rápida y menos duradera. Las más viscosas, a pesar de
ser más incómodas, te ayudarán a sentirme mejor durante más tiempo.
- Si tienes ojo seco, utiliza siempre lágrimas con
una osmolaridad baja.
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