¿QUÉ ES?
Un golpe de calor, también conocido como shock térmico es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 40º C o por un exceso de ejercicio físico. En cualquiera de estos dos tipos de golpe de calor, la afección puede aparecer por los siguientes motivo:
- Usar demasiada ropa, lo que evita que el sudor se evapore fácilmente y enfríe el cuerpo.
- Deshidratarse al no beber suficiente agua para recuperar los líquidos que se pierden al sudar.
- Beber alcohol, lo que puede afectar a la capacidad del organismo de regular la temperatura.
PERSONAS MÁS VULNERABLES AL
CALOR
Los principales grupos de riesgo
para sufrir un golpe de calor son los niños y lactantes, las personas mayores,
los enfermos con afecciones crónicas (como la diabetes o enfermedad
cardiovascular, cerebrovascular, respiratoria, renal o neurológica), personas
con sobrepeso u obesidad y trabajadores que realizan tareas intensas al aire
libre o actividades deportivas de nivel.
PREVENCIÓN
El golpe de calor se puede evitar tomando estas medidas durante el tiempo de calor:
- Usar vestimenta holgada y liviana, transpirable y de colores claros. Llevar además protegida la cabeza.
- Protegerse contra las quemaduras por el sol.
- Beber mucho líquido, sin esperar a tener sed (evitando bebidas muy frías o muy calientes y las que contengan cafeína, alcohol o azúcar en exceso).
- Evitar comidas muy pesadas. Tomar preferentemente frutas y verduras.
- No dejar a nadie en un automóvil estacionado.
- Evitar las actividades extenuantes en los momentos más calurosos del día.
- Tomar precauciones adicionales con determinados medicamentos.
Hay algunos fármacos que pueden
agravar el golpe de calor y, por ello, requieren mayor atención. Estos son: los
diuréticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINES), algunos antibióticos o
antivirales, antiarrítmicos, antiepilépticos y antidiabéticos orales,
neurolépticos y medicamentos con propiedades anticolinérgicas o
vasoconstrictores.
SÍNTOMAS
Algunos de los síntomas que se pueden presentar ante un golpe de calor son los siguientes:
- Sensación de debilidad.
- Elevación de la temperatura corporal por encima de 40º C.
- Dolor de cabeza y mareos, pérdida de conciencia.
- Aceleramiento de los latidos del corazón (palpitaciones).
- Orinar poco.
- Sequedad y enrojecimiento de la piel.
- Anhidrosis (ausencia de sudor).
- Hiperventilación.
DIAGNÓSTICO
A menudo, resulta claro para los médicos si tuviste un golpe de calor, pero los análisis de laboratorio pueden confirmar el diagnóstico, descartar otras causas para los síntomas y evaluar las lesiones en los órganos. Estas pruebas comprenden las siguientes:
- La temperatura rectal para verificar tu temperatura corporal central.
- Un análisis de sangre para determinar la concentración de sodio o de potasio, así como el contenido de gases en la sangre para ver si hubo daño en el sistema nervioso central.
- Un análisis de orina para examinar el color de la orina porque, en general, es mlás oscura si tienes un trastorno relacionado con el calor, y para comprobar el funcionamiento renal, que puede verse afectado por un golpe de calor.
- Pruebas del funcionamiento de los músculos para determinar si hay lesiones graves en los tejidos de los músculos (rabdomiolisis).
- Radiografías y otras pruebas de diagnóstico por imágenes para comprobar si existen lesiones en los órganos internos.
- Llevar a la persona a un lugar fresco y colocarla en posición semisentada (semifowler) para favorecer la respiración.
- Procurar que beba agua a pequeños sorbos.
- Retirarle algo de ropa, darle aire con un abanico o ventilador y colocar paños con agua fría en la frente, la nuca y el cuello, para así reducir la temperatura corporal.
- No administrar medicamentos antifebriles.
- Una vez que haya mejorado su estado, debe acudir al médico para someterse a una revisión exhaustiva.
- Si no se recupera o pierde el conocimiento, tumbarla con las piernas flexionadas y llamas inmediatamente al 112.
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