Las caries dentales hacen referencia a zonas dañadas de forma permanente de la superficie de los dientes que se convierten en pequeñas aberturas u orificios.
Funcionan de la siguiente manera: primero, se forma una placa dental, la boca alberga una gran cantidad de bacterias, algunas de las cuales se agrupan para formar una capa pegajosa llamada placa dental. La placa se acumula en la superficie de los dientes y alrededor de las encías. Luego, las bacterias presentes en la placa descomponen los azúcares y los carbohidratos que consumimos en los alimentos y bebidas, lo que produce ácidos. Los ácidos atacan el esmalte duro y protector de los dientes.
Con el tiempo el ácido puede debilitar y erosionar el esmalte dental, formando pequeñas aberturas en la superficie del diente. Estas aberturas son lo que conocemos como CARIES DENTALES. Si no se tratan, las caries dentales pueden avanzar y penetrar en las capas más profundas del diente, como la dentina y la pulpa dental causando dolor, sensibilidad y una mayor susceptibilidad a las infecciones.
Para prevenir las caries dentales, es importante mantener una buena higiene bucal, cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hijo dental regularmente y limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas.
Además es necesario visitar regularmente al dentista y hacer limpiezas dentales para detectar y tratar las caries en etapas tempranas.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE PLACA DENTAL Y SARRO?
Aunque se trata de afecciones comunes, no son iguales y conviene conocer las diferencias para cuidar los dientes de la forma apropiada.
Tanto la placa como el sarro dental son problemas comunes. En el caso de la acumulación de la placa, esta puede causar deterioro dental y enfermedad periodontal. Respecto al sarro, éste es placa dental calcificada.
La placa dental es un biofilm incoloro y pegajoso que contiene bacterias que se acumulan de forma natural en las superficies de los dientes, sobre todo a lo largo de la línea de las encías entre las cuatro y doce horas posteriores al cepillado.
Los azúcares de los alimentos y las bebidas se combinan con la placa bacteriana para liberar ácidos, éstos ácidos atacan y descomponen el esmalte dental, lo que facilita la formación de caries.
Además, la placa bacteriana favorece la aparición de enfermedades de las encías como la gingivitis. Cepillarse y usar hilo dental con regularidad son las armas más efectivad para combatirla. Si no se elimina a diario, se va acumulando y endureciendo hasta convertirse en SARRO.
El sarro dental en los dientes es muy resistente: es un depósito duro e incrustado que puede absorber manchas y causa la decoloración de los dientes.
Se forma cuando la placa residual de la superficie de los dientes reacciona con los minerales de la saliva. Solo el dentista es capar de eliminarlo, pero se puede impedir activamente su aparición con una buena rutina de cepillado y enjuague bucal, además de cuidar la dieta.
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