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domingo, 10 de marzo de 2024

CONSECUENCIAS CONSUMO ALCOHOL, TABACO Y DROGAS : PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN

 

El consumo de algunas substancias, algunas de ellas de adquisición legal en casi todos los países, tiene demostrado un efecto especialmente nocivo para la salud.
Dentro de las más usadas desembocan en hábitos sociales que pueden llevar a dependencias físicas y/o psicológicas; así, el tabaquismo o el alcoholismo son las que afectan a un mayor número de personas. Otros hábitos son el consumo de otras moléculas, muchas de ellas consideradas drogas ilícitas y cuyas consecuencias pueden ser muy importantes para la salud.


                      CONSUMO DE ALCOHOL


El consumo de alcohol es un hábito ampliamente socializado e instaurado. Sin embargo, es una sustancia tóxica para el organismo y, mientras que su consumo a dosis bajas y de forma esporádica tiene efectos rápidamente reversibles, su consumo tanto a dosis altas como prolongado tiene consecuencias indeseables sobre el organismo.
El alcohol se absorbe rápidamente y pasa al torrente sanguíneo. En su paso por el hígado, las moléculas del alcohol son tratadas por este órgano como un veneno, dedicando todos sus esfuerzos metabólicos a la destrucción del alcohol y postergando cualquier otra vía metabólica para cuando ya no exista alcohol circulante; por ello, el metabolismo de la mayoría de fármacos cambia en presencia del alcohol y su efectividad y efectos indeseables pueden incrementarse.
Si la concentración de alcohol en sangre es superior a las posibilidades de metabolismo del hígado, aparecerán los efectos clínicos de la intoxicación alcohólica, en especial una depresión del ritmo cardíaco y respiratorio, vasodilatación arterial periférica y pérdida de los mecanismos de control del cerebro.
Por ello, las manifestaciones clínicas de la intoxicación alcohólica pueden variar desde el deterioro de las habilidades para realizar acciones complejas (conducir), reducción de las inhibiciones sociales, disminución de la capacidad de atención y concentración, deterioro de la memoria, de los procesos de pensamiento y de la coordinación motora.
                             
El alcohol provoca efectos a corto plazo, efectos del alcohol agudos, que se manifiestan como intoxicación etílica que puede llevar en casos extremas al coma y la muerte.
  • La primera fase es la intoxicación alcohólica aguda, también llamada borrachera, provoca efectos agudos sobre el sistema nervioso central: euforia, excitación, desinhibición y conductas impulsivas.
  • Cuando se continúa bebiendo, se produce una intoxicación más elevada: intoxicación, alteración del equilibrio, alteración de la coordinación, y pérdida de calor.
  • En fases más avanzadas, se produce una alteración del nivel de conciencia: confusión, sueño, aletargamiento, vómitos, anestésica y estupor.




Así y por muy diversas razones, el alcoholismo agudo o crónico se relaciona con los accidentes de circulación, con la malnutrición, con la transmisión de enfermedades sexuales, con el riesgo de embarazos no deseados, con abortos espontáneos por alcoholismo fetal, con enfermedad hepática crónica (cirrosis y cáncer hepáticos), cánceres de cabeza, cuello, estómago y mama, síndrome depresivo y otros trastornos psiquiátricos, pérdida de soporte social, exclusión social y muerte.


                       CONSUMO DE TABACO


Las consecuencias nocivas sobre el organismo, producidas por el consumo de productos derivados del tabaco son importantes sobre muchos tejidos, órganos y sistemas, produciendo importantes patologías y pérdidas se salud. Así, se calcula que los productos del tabaco son los principales responsables cada año de centenares de miles de muertes y de enfermedad crónica en millones de personas. Los muertos por culpa del hábito tabáquico son muy superiores a las muertes sucedidas por enfermedades como el SIDA o la Tuberculosis, por el consumo de cualquier otra droga, por accidentes de circulación, suicidios y asesinatos.



Así, las consecuencias principales del tabaquismo son el desarrollo de:



  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica: con sus manifestaciones más importantes, la bronquitis crónica y el enfisema, las enfermedades pulmonares son de aparición casi constante en los pacientes fumadores.
  • Enfermedades cardiovasculares: la arteriosclerosis es más intensa en pacientes fumadores, así  como la hipertensión y sus manifestaciones como infarto de miocardio, enfermedad arterial periférica o accidentes vásculo-cerebrales son mucho más frecuentes en pacientes fumadores.
  • Cáncer pulmonar y otros cánceres producidos o influidos por el hábito de fumar, como: cáncer de labio, cavidad oral, faringe, laringe, esófago, páncreas, cuello uterino, riñón y vejiga.
  • En mujeres que fuman durante el embarazo, sus hijos presentarán con mayor incidencia prematuridad, un bajo peso al nacer, muerte al nacer, muerte súbita del lactante e incluso infertilidad en la edad adulta.
  • En mujeres postmenopáusicas, la osteoporosis tiende a ser más importante entre aquellas que fuman, manifestándose como un aumento del riesgo de fractura de fémur.



CONSUMO DE OTRAS SUSTANCIAS


Otras substancias como marihuana, cocaína, estupefacientes, drogas de administración intravenosa o algunos fármacos producen un síndrome de dependencia física y/o psicológica que pueden tener repercusiones físicas, psicológicas y sociales de gran importancia.

Es importante, ante cualquier sospecha de uso esporádico o de dependencia a cualquiera de estas moléculas la consulta con personal sanitario especializado que pueda conocer, evaluar y manejar tanto las posibles consecuencias físicas como psicológicas e incluso económicas y sociales que el consumo de estas substancias puede ocasionar sobre la persona.







PREVENCIÓN Y DETECCIÓN DEL CONSUMO DE ALCOHOL, TABACO Y DROGAS


El mejor tratamiento para el abuso de sustancias es la promoción para la salud y la prevención en los diferentes entornos, sociales, familiares y escolares. Los índices de prevalencia del consumo de sustancias legales e ilegales, así como la percepción de los adolescentes ante esta realidad (fácil disponibilidad incluso para sustancias ilegales y buena información acerca de los efectos y problemas que pueden ocasionar las drogas) hace necesario la implementación de programas preventivos eficaces.
Las intervenciones que tienen más éxito son las que se realizan de forma continuada y en las que se implican todos los profesionales y el entorno. Es necesario analizar las situaciones y factores de riesgo, y promocionar los factores de protección, estos últimos amortiguan o reducen la influencia de los factores de riesgo, por tanto la clave está en la presencia o ausencia de factores protectores en el individuo y sus entornos. 


Actividades de promoción:

- Actividades de promoción: educación para la salud.
 - Promoción de factores de protección.
 -Promover estilos de vida saludables de eficacia demostrada como factores protectores. Por ej: actividad física, deporte ….
 - Fomentar la resiliencia: capacidad de los individuos para superar circunstancias de especial dificultad, gracias a cualidades mentales, de conducta y de adaptación.
- Promoción a través de programas en escuelas “equipo interdisciplinar” Apoyar, motivar y ayudar en el desarrollo de habilidades para evitar el consumo. 
 - Coordinación con instituciones, asociaciones y áreas de ayuntamiento específicas que tienen competencias en promoción de salud. 

Actividades de prevención y detección precoz:

- Detección de factores de riesgo
 - Contactar con Unidad de Trabajo Social para trabajar con las familias: minimizar factores de riesgo y facilitar factores de protección.
 - Detectar precozmente el consumo de drogas: 
a. Preguntar por el consumo de drogas y registrarlo en la historia clínica. 
b. Valorar el consumo: tipo de droga, cantidad, frecuencia, entorno en que consume. 
c. En el caso de consumir alguna sustancia, valorar el estadio en el que se encuentra, para diferenciar el consumo ocasional y experimental del problemático .
- Valorar la preocupación del adolescente por las consecuencias del consumo (es el primer paso para el cambio) .Valorar la percepción del riesgo 
- Apoyar, motivar y ayudar en el desarrollo de habilidades para disminuir el consumo, para mantener la abstinencia y reforzar su nueva conducta, apoyo y felicitación por lo que consigue. 
- Derivar si precisa, previa valoración médica y psicosocial.





















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