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martes, 31 de mayo de 2022

 

Hacer ejercicio con osteoporosis: mantenerse activo de manera segura


Si padeces osteoporosis, es posible que pienses equivocadamente que la actividad física te causará una fractura. De hecho, usar los músculos ayuda a proteger los huesos.

La osteoporosis es una de las causas principales de la discapacidad en mujeres mayores. La osteoporosis, un trastorno que debilita los huesos, suele provocar fracturas en la cadera y la columna vertebral, las cuales pueden afectar gravemente tu movilidad e independencia.

¿Cómo puedes reducir el riesgo de estas lesiones que alteran la vida? Hacer ejercicio puede ayudar.

Ciertos tipos de ejercicios fortalecen los músculos y los huesos, mientras que otros tipos están diseñados para mejorar el equilibrio, lo cual puede ayudar a prevenir caídas.

Beneficios del ejercicio

Nunca es demasiado tarde para empezar a hacer ejercicio. En el caso de las mujeres posmenopáusicas, la actividad física regular puede hacer lo siguiente:

  • Aumentar la fuerza muscular

  • Mejorar el equilibrio

  • Disminuir el riesgo de fractura ósea

  • Mantener o mejorar la postura

  • Aliviar o disminuir el dolor

Si tienes osteoporosis, hacer ejercicio implica encontrar las actividades que más disfrutes y sean más seguras para ti en función de tu salud general y la cantidad de pérdida de masa ósea. No existe una receta única para todos.

Antes de comenzar

Consulta con el médico antes de comenzar a implementar cualquier programa de ejercicios para la osteoporosis. Es posible que primero debas hacerte algunas pruebas, como las siguientes:

  • Medición de la densidad ósea

  • Evaluación de la aptitud física

Mientras tanto, piensa en qué tipo de actividades disfrutas más. Si eliges una actividad física que te gusta, es más probable que continúes haciéndola a lo largo del tiempo.

Cómo elegir la forma de ejercicio adecuada

Los siguientes tipos de actividades suele recomendarse a personas con osteoporosis:

  • Ejercicio de fortalecimiento muscular, en especial, para la parte superior de la espalda

  • Actividades aeróbicas que implican soportar peso

  • Ejercicios de flexibilidad

  • Ejercicios de estabilidad y equilibrio

Debido a los diferentes grados de osteoporosis y al riesgo de fractura, es posible que te recomienden no hacer ciertos ejercicios. Pregúntale al médico o al fisioterapeuta si corres riesgo de tener problemas relacionados con la osteoporosis y averigua qué ejercicios son adecuados para ti.

Fortalecimiento muscular

El fortalecimiento muscular incluye el uso de pesas libres, bandas de resistencia o tu propio peso corporal para fortalecer todos los grupos musculares principales, en especial, los músculos de la columna vertebral, ya que son importantes para la postura. El entrenamiento de resistencia también puede ayudar a mantener la densidad ósea.

Si usas máquinas de pesas, ten cuidado de no doblarte la columna vertebral mientras haces un ejercicio o ajustas las máquinas.

El entrenamiento de resistencia debe personalizarse de acuerdo con tu habilidad y resistencia, en especial, si tienes dolor. Un fisioterapeuta o un entrenador personal que tenga experiencia trabajando con personas con osteoporosis puede ayudarte a elaborar rutinas de fortalecimiento muscular. La forma y la técnica correctas son fundamentales para evitar lesiones y aprovechar al máximo el entrenamiento.

Actividades aeróbicas que implican soportar peso

Las actividades aeróbicas que implican soportar peso incluyen ejercicios aeróbicos de pie, con todo el peso sobre los huesos. Algunos ejemplos son caminar, bailar, hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto, usar máquinas de entrenamiento elíptico, subir escaleras y hacer tareas de jardinería.

Este tipo de ejercicios trabaja directamente sobre los huesos de las piernas, caderas y la parte baja de la columna vertebral para retrasar la pérdida de minerales. También brindan beneficios cardiovasculares que mejoran la salud del corazón y del sistema circulatorio.

Es importante que las actividades aeróbicas, que son tan beneficiosas para la salud general, no ocupen todo el programa de ejercicios. También es importante trabajar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio.

Nadar y andar en bicicleta tienen muchos beneficios, pero no proporcionan la carga de peso que los huesos necesitan soportar para retrasar la pérdida de minerales. Sin embargo, si disfrutas de estas actividades, hazlas. Solo asegúrate de agregar actividades que impliquen soportar peso como puedas.

Ejercicios de flexibilidad

Mover las articulaciones en toda su amplitud de movimiento te ayuda a mantener el buen funcionamiento de los músculos. Los estiramientos se hacen mejor después de calentar los músculos, por ejemplo, al final de la sesión de ejercicio o después de un calentamiento de 10 minutos. Deben hacerse despacio y suavemente, sin saltar.

Evita los estiramientos que te hacen flexionar la columna vertebral o agacharte a la altura de la cintura. Pregúntale al médico qué ejercicios de estiramiento son los más adecuados para ti.

Ejercicios de estabilidad y equilibrio

La prevención de caídas es particularmente importante para las personas con osteoporosis. Los ejercicios de estabilidad y equilibrio ayudan a que los músculos trabajen en conjunto de una forma que te mantiene más estable y con menos probabilidades de caerte. Algunos ejercicios simples, como pararte en una pierna o los ejercicios basados en el movimiento, como el taichí pueden mejorar tu estabilidad y equilibrio.

Movimientos que se deben evitar

Si tienes osteoporosis, no hagas los siguientes tipos de ejercicios:

  • Ejercicios de alto impacto. Ciertas actividades, como saltar, correr o trotar, pueden provocar fracturas en los huesos debilitados. Evita hacer movimientos rápidos y bruscos en general. Elige ejercicios con movimientos lentos y controlados. Si, por lo general, te mantienes fuerte y en un buen estado físico a pesar de padecer osteoporosis, es posible que puedas hacer ejercicios de mayor impacto que una persona débil.

  • Agacharte y doblarte. Los ejercicios que consisten en doblar y girar la cintura, como tocarse los dedos de los pies o hacer sentadillas, pueden aumentar el riesgo de sufrir fracturas por compresión en la columna vertebral si tienes osteoporosis. Otras actividades que pueden requerir que te agaches o que dobles con fuerza la cintura son el golf, el tenis, los bolos y algunas posturas de yoga.


Si no estás seguro del estado de salud de tus huesos, habla con tu médico. No permitas que el miedo a sufrir fracturas te impida divertirte y mantenerte activo.


domingo, 29 de mayo de 2022

La higiene del sueño en la población pediátrica: hábitos saludables

Según La American Academy of Sleep Medicine, AASM (La Academia Estadounidense de la Medicina del Sueño) la calidad y la cantidad del sueño de un bebé afectan tanto al bebe como al bienestar de toda la familia. Por esto, vamos a ver que pautas o recomendaciones hay que seguir.

Primero vamos a ver cuantas horas de sueño necesarias por edad según la Academia Americana de Pediatría:

● 4-12 meses:12 a 16 horas incluyendo siestas

● 1-2 años: 11 a 14 horas incluyendo siestas

● 3-5 años: 10 a 13 horas incluyendo siestas

● 6-12 años: 9 a 12 horas

● 13-18 años: 8 a 10 horas

Todos los niños prosperan mejor si tienen una rutina nocturna habitual. Privarse del sueño con regularidad conlleva problemas de comportamiento y problemas de salud como: irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipertensión, obesidad, dolores de cabeza y depresión. Los niños que duermen bien tienen sistemas inmunitarios más sanos y un mejor rendimiento académico, comportamiento, memoria y salud mental.




Los padres deben cerciorarse de que sus niños establezcan buenos hábitos para dormir desde el comienzo como los siguientes:

• Dormir suficiente debe ser una prioridad de la familia. Conozca la importancia de dormir lo suficiente y cómo el sueño afecta el estado general de su salud y la de sus niños. Recuerde que usted debe dar buen ejemplo a su niño. Permanecer despierto toda la noche con su adolescente para corregir su tarea o pasar toda la noche en vela trabajando no es darle un buen ejemplo. Si el sueño es una prioridad para usted, le muestra a sus niños que es parte de vivir un estilo de vida sano.

• Mantenga una rutina diaria. La misma hora para despertarse, para las comidas, para la siesta y para jugar le ayudará a su niño a sentirse seguro y confortable y le ayudará a que la hora de dormir sea fácil. Para los niños pequeños, empiece pronto con una rutina nocturna tal como Cepillarse, Libro y Cama. Cerciórese de que la rutina nocturna que usa puede usarla en cualquier lugar, así puede ayudar a que su niño se duerme dondequiera que esté.

• Sea activo durante el día. Cerciórese de que sus niños tienen una variedad de actividades interesantes durante el día, incluyendo la actividad física y el aire libre.

• Supervise el tiempo que pasan frente a una pantalla. La AAP recomienda no tener televisores, ordenadores, teléfonos y tabletas en la habitación de los niños, especialmente en la noche. Lo mas adecuado es no usar ninguna pantalla 1 hora antes de la hora de dormir.

• Establezca un entorno para el sueño seguro y adecuado: Baje la intensidad de las luces antes de ir a dormir y controle la temperatura en el hogar. No llene la cama del niño con juguetes. Mantenga la cama del niño en un lugar seguro para dormir en vez de para jugar. Una o dos muñecos/as son buenas opciones para disminuir la ansiedad de separación.

• Contar con que los adolescentes necesitan más horas para dormir, no menos. Los ciclos del sueño empiezan a cambiar hasta dos horas más tarde al comienzo de la pubertad. Al mismo tiempo, la mayoría de las escuelas secundarias requieren que los estudiantes empiecen sus clases cada vez más temprano. Es importante que los padres y las juntas escolares de las localidades colaboren juntas para implementar una hora para el inicio adecuada.

• Evite programar demasiadas actividades cerca de la hora de ir a dormir. Deben tener tiempo para relajarse antes de ir a la cama.

• Aprenda a identificar los problemas del sueño: dificultad para conciliar el sueño, despertarse durante la noche, roncar, resistirse para ir a dormir, el síndrome de apnea del sueño y la respiración ruidosa y pesada mientras duermen.

• Hable con el profesor del niño o el proveedor de su cuidado sobre el nivel de atención que tiene durante el día.

• Hable con el pediatra de su niño sobre el sueño

sábado, 28 de mayo de 2022

 

      El LIPEDEMA

 

 El lipedema es una enfermedad progresiva del tejido graso que afecta casi exclusivamente a mujeres y que se caracteriza por un acúmulo de grasa patológica predominantemente en brazos y piernas.Es común preguntarse qué es el lipedema , ya que es una enfermedad poco conocida en España y en el resto del mundo. La palabra lipedema se usa en español así como en ingles pero en algunos países de Europa  esta enfermedad recibe el nombre de lipoedema.

 

  ¿ Cuál es su origen y causas?¿ Por qué aparece el lipedema o lipodema?

   El origen de esta entidad no está claro, se ha comprobado que existe un componente genético, así como también un componente hormonal, dado que frecuentemente comienza o se intensifica coincidiendo con un cambio en los niveles de hormonas ( pubertad, embarazo,menopausia,toma de píldora anticonceptiva….)

 

  ¿ Se puede hacer dieta o ejercicio para combatirlo?

Característicamente las células adiposas afectadas por lipoedema tienen una respuesta muy limitada a las dietas y a la realización de ejercicio físico aunque sea intenso; la pacientente prácticamente “ vive a dieta” y ha realizado numerosos tipos de ejercicio físico con mínima respuesta en pérdida de volumen, lo que conduce a una frecuente sensación de frustración y desesperación.

 

   ¿Cuál es su evolución ?

  Las células adiposas enfermas de piernas y brazos, van progresivamente aumentando de tamaño dando lugar a una distribución específica de la grasa. La característica principal del lipoedema es la desproporción entre piernas o brazo ( con gran acúmulo de grasa) y el resto del cuerpo.Poco a poco, este aumento de volumen de las células adiposas por depósito de grasa, conlleva un aumento de la presión en los tejidos, dando lugar al síntoma más importante del lipedema:el dolor.

  El dolor en fases iniciales puede ser muy sutil, si bien aumenta con la progresión de la enfermedad. Este dolor en piernas o brazos puede estar presente en reposo y también aumentar al caminar. De hecho, a menudo, se incrementa con el ejercicio. Es muy frecuente, además presentar dolor a la palpación, en  especial en determinados lugares como la cara interna de las pantorrillas, y experimentar una sensación continua de pesadez en las piernas. Debido a la fragilidad capilar en pacientes con lipodema, es habitual encontrar una tendencia a la formación de hematomas en las

Piernas, en muchos casos sin recordar la paciente haber sufrido un traumatismo en dicha zona.

  

  Fases/Grados



 


 


 

 

 

 

 

¿ Es una patología frecuente?

 

  Esta condición médica puede estar presente hasta en un 5% de las mujeres; sin embargo, aún no es globalmente conocida por la comunidad

médica pese a haber sido aprobada en mayo del 2018 por la OMS como una enfermedad de la Clasificación Internacional de Enfermedades-ICD-11

 

 

¿ Cómo se diagnostica el lipoedema?

 

 El diagnóstico de lipema es principalmente clínico, por ello es necesaria una consulta con un experto en lipedema que lleve a cabo una anamnesis detallada y un examen físico específico que confirme la patología. En caso de duda puede ser necesario realizar pruebas complementarias para descartar otros orígenes de los síntomas.

 

 ¿ Como se trata el lipedema ? ¿ Tiene solución?

  

    Muchas mujeres se preguntan si el lippedema tiene solución o tratamiento que consiga acabar con él. Existen medidas conservadoras que pueden mitigar las molestias. Sin embargo, el tratamiento para el liedema más definitivo es eliminar las células adiposas enfermas. Para ello, la técnica más avanzada y delicada con los tejidos es la liposucción WAL. Esta técnica sólo debe ser realizada por profesionales con amplia experiencia en la misma.  

   El manejo de esta enfermedad debe enfocarse como un problema médico y no como una condición puramente estética. El lipedema puede y debe tratarse efectivamente para liberar a la paciente de los síntomas y evitar la progresión. Es un deber de la comunidad médica conocer esta entidad clínica y ayudar a su difusión para evitar a las pacientes el sufrimiento que produce su desconocimiento.

 

  ¿ El lipedema está cubierto por la Seguridad Social en España?

 

  Actualmente , aunque está confirmado que el lipedema es una enfermedad y no es un problema únicamente estético, la seguridad social española no cubre el tratamiento de esta patología. De hecho aún muchos médicos no están actualizados y aún desconocen su existencia y el gran impacto que supone en la calidad de vida de las pacientes

 

  ¿ Es frecuente tener lipedema en brazos además de en piernas?

 

    Lo más habitual es que el lipedema se presente en miembros inferiores, lo que incluye las piernas bajas pero también en caderas y glúteos, no obstante también es muy común que el lipedema se presente en brazos hasta en un  30% de los casos coexiste lipedema en piernas y brazos. No existe un patrón cerrado sino que cada persona puede presentar esta enfermedad esta enfermedad en una o varias zonas, por eso es importante estudiar cada caso de manera personalizada.

 

 ¿Qué hago si mi médico no conoce esta patología?

 

  Es fundamental que esta patología sea conocida lo antes posible por toda la comunidad médica ya que un diagnóstico y tratamiento precoz pueden limitar en gran medida los efectos de esta enfermedad y evitar años de frustración a las pacientes.

jueves, 19 de mayo de 2022

 

INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA

La Insuficiencia Venosa Crónica ( IVC), es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca la acumulación de ésta en las piernas, dando lugar a diferentes síntomas y problemas.

Las venas y arterias juegan un papel fundamental en el correcto funcionamiento de nuestro sistema circulatorio, puesto que son las encargadas de transportar la sangre desde el corazón a todo el cuerpo en dos direcciones: desde el órgano a las diferentes partes del organismo –arterias-, y a la inversa –venas-. Las paredes de las venas tienen unas válvulas diminutas que se abren y se cierran, y sirven para ayudar a controlar la presión y el flujo de la sangre, facilitando su adecuado retorno al corazón.

En el caso de las piernas, existen fundamentalmente dos sistemas que permiten que la sangre venza la fuerza de la gravedad y regrese al corazón:

       Las válvulas que existen en las paredes de las venas. Sólo tienen un movimiento unidireccional ascendente hacia el corazón, lo que permite el flujo.

       El segundo sistema es conocido como bomba muscular. Las venas de las extremidades inferiores se encuentran situadas entre los músculos, por eso, con cada paso que damos, se produce una contracción muscular que exprime las venas y permite el flujo ascendente de la sangre. Este es el motivo por el que se aconseja caminar o realizar ejercicio físico para favorecer la circulación.

Sin embargo, cuando las venas de las piernas pierden elasticidad, se dilatan y provocan que las válvulas estén muy separadas unas de otras y no cierren bien. Como consecuencia, la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas, produciendo la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una enfermedad cuyas principales manifestaciones son las varices y las piernas cansadas. El sedentarismo y la falta de ejercicio también pueden predisponer al desarrollo de esta patología, dado que la bomba muscular no se activa.

En general, puede decirse que la IVC es más frecuente en mujeres a partir de los 35 y 40 años, por una predisposición hormonal, y su prevalencia aumenta con los embarazos y con la edad (a partir de los 50 años, la mitad de la población la padece). Esta patología tiene mucho que ver con el estilo de vida, por lo que resulta fundamental prevenirla y tratarla cuanto antes.

El control de los signos y la evolución de la IVC es importante para evitar que el paciente presente complicaciones, como tromboflebitis o trombosis venosa profunda. Ésta última afecta al sistema venoso profundo y consiste en la presencia de un trombo (coágulo) en el interior de una vena. La localización más frecuente de esta patología es en los miembros inferiores. Puede dar lugar a complicaciones importantes como un embolismo pulmonar con consecuencias muy graves.

Por este motivo, es importante un abordaje integral de la patología, con el objetivo de reducir la evolución de la IVC y minimizar la aparición de complicaciones que puedan comprometer la vida del paciente.  



CAUSAS

       La edad y los factores genéticos. Con el paso de los años, el revestimiento elástico de las venas empieza a debilitarse, incrementando así la posibilidad de que las venas se dilaten. Así mismo, el factor genético influye en la aparición de insuficiencia venosa de manera directa. De hecho, es una de las enfermedades que más se hereda.

       El embarazo. Las hormonas propias de este estado provocan la dilatación de las venas. Se trata de un proceso necesario que contribuye a que llegue más sangre al útero con los nutrientes y el oxígeno necesarios para que el feto pueda crecer,   también pueden facilitar el desarrollo de la IVC y la aparición de varices. Además, el útero, al crecer, comprime las venas de drenaje de la pelvis, lo que dificulta el vaciado de la sangre de las piernas y también hace que las venas se dilaten. También influyen en esta etapa el aumento de peso y la disminución de la actividad física. 

       Alteraciones hormonales. La enfermedad venosa es más frecuente en la mujer debido a la influencia hormonal. .El consumo de anticonceptivos puede aumentar la permeabilidad venosa y su dilatación. 

       El sobrepeso. El peso corporal excesivo incrementa la presión en las venas de las piernas y agrava su estado, lo que deriva en un mayor riesgo de aparición de IVC y complicaciones asociadas.

       La vida sedentaria y falta de ejercicio. El sedentarismo o la inactividad influyen directamente, ya que el estar de pie de manera prolongada incrementa la presión en las venas.

       La vertiente ocupacional. En las actividades laborales en las que se pasan muchas horas seguidas de pie o sentado, o que implican muchos viajes largos en periodos cortos, las posturas adoptadas con las piernas y la inmovilidad dificultan la correcta circulación sanguínea, lo que puede evolucionar en problemas circulatorios como la IVC. 

       El calor. Habitualmente, en verano se agravan los síntomas más frecuentes de la IVC. El calor provoca que las venas se dilaten, con lo que, por efecto de la gravedad, la sangre se acumula en las piernas, intensificando la sensación de pesadez y cansancio y agudizando los problemas de circulación. Por ese motivo, hay que evitar temperaturas altas en las zonas de las piernas y evitar el uso de mantas eléctricas, braseros, etc.

SÍNTOMAS

La IVC es un problema que no desaparece con el tiempo, por lo que cuanto antes se diagnostique y se trate, mayores son las posibilidades de prevenir las complicaciones asociadas y el progreso de la enfermedad.

       Dolor, hormigueo, pesadez y cansancio habitual en las piernas. Estas molestias pueden distinguirse de otras porque se agudizan al estar en reposo y con el calor, y por el contrario disminuyen al levantar las piernas y con el frío.

       Hinchazón de la parte inferior de las piernas y los tobillos. Especialmente después de períodos prolongados de pie.

       Calambres nocturnos. También se conocen como ‘síndrome de las piernas inquietas’. Pueden dificultar la conciliación del sueño y el descanso.

       Sensación de calor, enrojecimiento, sequedad y picor constante en la piel. Se debe a que el exceso de sangre retenida provoca un aumento de la temperatura, por lo que la piel se deshidrata y origina estos efectos.

       Arañas vasculares o telangiectasias. Son dilataciones de los capilares, a nivel superficial, que se traducen en pequeñas líneas rojizas o violetas con aspecto de telaraña. Son antiestéticas pero indoloras e inofensivas.

       Varices reticulares. Son dilataciones de las venas de pequeño tamaño que aparecen en una zona de la piel más profunda que las telangiectasias; en la dermis reticular.

       Varices o venas varicosas. Constituyen el signo clínico más prevalente y conocido de la IVC. Son dilataciones y alargamientos de las venas superficiales, que se producen cuando la insuficiencia venosa se prolonga en el tiempo.

       Signos dérmicos. Alteraciones cutáneas de la piel producidas por la mala circulación: dermatitis, eccemas, hiperpigmentaciones, etc.

       Úlceras venosas. es  el estadio más avanzado de la enfermedad. Es la pérdida localizada o irregular de epidermis y dermis. Tienen forma redondeada u oval, y son superficiales con los bordes mal delimitados.  Generalmente, se cronifican o se convierten en recurrentes. Tienden a sobreinfectarse y pueden ser invalidantes, afectando en gran medida a la calidad de vida de los pacientes. Es frecuente que dejen secuelas en la piel.  

TRATAMIENTO

Actualmente no existe un tratamiento definitivo que permita recuperar totalmente el daño producido en el sistema venoso, pero existen diversos tratamientos disponibles para el abordaje de la IVC:

       Adopción de hábitos de vida saludables.  hay una serie de ejercicios específicos de “higiene venosa” que favorecen la circulación de las piernas .

       Terapia compresiva.  Su función es ejercer presión sobre las piernas para facilitar el buen funcionamiento del sistema de retorno venoso y, por lo tanto, que la sangre ascienda correctamente. Ejercen una presión decreciente desde el tobillo hasta la cintura (panty), rodilla (medias cortas), o ingle (media larga), y se clasifican en medias de compresión ligera, normal y fuerte. Es importante que las medias se coloquen antes de levantarse de la cama.

       Terapia farmacológica. Dentro de los tratamientos farmacológicos, existen sustancias con efecto flebotónico (diosmina, oxerutina, rusco, castaño de indias, etc.), que suelen ser principios activos naturales como flavonoides, que reducen la fragilidad capilar y cuya intención es mejorar los síntomas. Pueden ser administrados de forma tópica, como geles y cremas, o bien de forma oral, como cápsulas y comprimidos. Estos tratamientos son complementarios, y en ningún caso reemplazan a la terapia compresiva.

       Cirugía. El tratamiento mediante cirugía puede ser necesario en ciertos casos.

El diagnóstico se completa con una prueba denominada eco-doppler, que es una variedad de ecografía y constituye la prueba de referencia para el diagnóstico. Mediante el empleo de ultrasonidos, esta técnica permite visualizar el flujo, dirección y velocidad de la sangre en los vasos sanguíneos.

 

10 CONSEJOS PARA MEJORAR LA CIRCULACIÓN VENOSA Y ALIVIAR SUS SÍNTOMAS

Muchas de las causas de esta patología están relacionadas con el estilo de vida, por lo que podemos ayudar a  aliviar los dolores y la sintomatología inherente a esta afección mediante unos hábitos saludables y unas sencillas rutinas diarias que nos ayudarán a ganar en calidad de vida.

       1. Evita permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo.
Cuando por trabajo o viajes largos en coche, avión o autobús, debas permanecer mucho tiempo sentado, mejor no cruces las piernas y utiliza un reposapiés. Tanto si se estás sentado como de pie durante largos periodos, mueve frecuentemente los pies y las piernas y da breves paseos.

       2. Elevar las piernas.
Para mejorar el funcionamiento de las venas y tras un tiempo sentado o de pie, túmbate y eleva las piernas por encima del nivel del corazón.

       3. Utiliza medias terapéuticas.

Valorar el grado de compresión y talla más adecuados.

       4. Sigue una dieta equilibrada y baja en sal.
Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Para prevenirlos, es clave una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales; así como reducir al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos.

       5. Hidratación, por dentro y por fuera.
Bebe entre 1,5 ó 2 litros de agua diariamente, e hidrata también la epidermis con productos especializados (cremas, etc.), para mantener la piel elástica y activar la circulación sanguínea.

       6. El deporte, fundamental.
Es aconsejable la práctica de ejercicio físico moderado de manera regular. La natación o caminar diariamente, bailar, gimnasia y la bici, ayudan a activar la circulación sanguínea. Y existen también rutinas de ejercicios sencillos indicados específicamente para la IVC.

       7. Tras la jornada, activa el riego con una ducha y un masaje.
Al finalizar la ducha diaria, aplica agua fría a las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la sensación de pesadez. También ayudan los masajes con geles fríos, desde el pie a la rodilla en sentido ascendente, para activar el retorno sanguíneo.

       8. El calzado y la ropa, mejor amplios.
Las prendas de ropa muy ajustadas no son aconsejables, ya que pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Y mejor usa calzado ancho y cómodo, sin un tacón excesivo.

       9. Evita el calor.
Dado que las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas, intenta evitar las fuentes de calor dirigidas directamente a las piernas: no se debe tomar el sol en las piernas de manera prolongada, ni depilarse con cera caliente, o utilizar braseros o saunas.

       10. Consulta con el profesional sanitario.
 Para orientarte acerca de complementos alimenticios, geles para piernas cansadas y medicamentos específicos.  


lunes, 16 de mayo de 2022

TALASEMIA: COMPLICACIONES Y TRATAMIENTO

 ¿Qué es la talasemia?

Se trata de un trastorno sanguíneo de carácter hereditario en el cual el cuerpo produce una forma anormal o una cantidad inadecuada de hemoglobina (proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno). Debido a este trastorno se produce la destrucción de grandes cantidades de glóbulos rojos, lo cual lleva a que se presente anemia.

¿Cuáles son sus causas?

Normalmente, la hemoglobina de los adultos está formada por dos cadenas alfa y dos cadenas beta. Una talasemia se debe a un defecto genético que impide la formación normal de una o más de estas cadenas de globina. Las talasemias se pueden clasificar según la cadena de aminoácidos afectada, por lo que se distinguen dos tipos principales:

- Talasemia alfa (la cadena de globina alfa se ve afectada).

- Talasemia beta (la cadena de globina beta se ve afectada).

Las talasemias alfa se dan con más frecuencia en personas del sudeste asiático o con ascendencia africana, mientras que las beta son más frecuentes en personas de origen mediterráneo. 

Las talasemias se pueden clasificar también según su gravedad en:

- Talasemia menor: no causa síntomas o estos son leves.

- Talasemia intermedia: causa síntomas entre leves y graves.

- Talasemia mayor: causa síntomas graves que precisan tratamiento.

Los factores de riesgo de la talasemia abarcan etnicidad afroamericana, asiática, china o mediterránea, además de tener antecedentes familiares con este trastorno.


¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas de la talasemia dependen del tipo que se trate. De este modo, la forma más grave de talasemia alfa mayor provoca mortinato o muerte del bebé en el momento del parto o incluso en las últimas etapas del embarazo. Por otro lado, los niños nacidos con talasemia mayor (también llamada anemia de Cooley), son normales al nacer, sin embargo, desarrollan anemia grave en el primer año de vida. 

Otros síntomas de la talasemia pueden ser:

- Deformidades óseas en la cara.

- Fatiga.

- Insuficiencia de crecimiento.

- Dificultad respiratoria.

- Piel amarillenta.

Existe, además, como hemos visto anteriormente, una forma de talasemia menor alfa y beta, en la que los pacientes tienen glóbulos rojos pequeños, pero no presentan síntomas.

¿Cómo se puede diagnosticar?

El diagnóstico de las talasemias se lleva a cabo a través de los resultados en un análisis de sangre. El médico mide el recuento sanguíneo y se examina una muestra de sangre al microscopio para detectar anomalías características de los glóbulos rojos. También se lleva a cabo la electroforesis de hemoglobina (aquí se utiliza una corriente eléctrica para separar los diferentes tipos de hemoglobina y se detecta, por tanto, la hemoglobina anormal).

¿En qué consiste el tratamiento?

La mayoría de personas con talasemia leve no requieren tratamiento alguno. Por otro lado, las personas que presentan talasemias más graves pueden necesitar transfusiones de sangre, una terapia de quelación de hierro (se elimina el exceso de hierro de la sangre), incluso someterse a una cirugía para la extirpación del bazo o un trasplante de células madre.





domingo, 15 de mayo de 2022

 

Por qué usar protector solar

Sin protección solar, los rayos UVB podrían penetrar más profundamente en la piel y causar quemaduras solares. Cuando no hay una barrera de protectora como una pantalla solar contra ellos, los rayos UVA pueden ser responsables de los signos visibles del envejecimiento de la piel.

Al usar correctamente el protector solar se previene el envejecimiento cutáneo, es decir, aparición de manchas, pecas, efélides y líneas de expresión, además de evitar el cáncer de piel que está demostrado es inducido por la luz, ya sea solar o artificial.

 



 

El sol nos da energía, vitalidad y es bueno para nuestra salud, pero hay que tener cuidado con él. La protección es fundamental y más en un país como el nuestro, en el que tenemos tantas horas de sol sea la estación que sea. Si bien es cierto que en invierno estamos menos horas expuestos y más protegidos, la radiación UVA y UVB sigue incidiendo en nuestra piel y eso, a largo plazo, tiene consecuencias. Algunas razones por la que debemos usar protección solar a diario.

 



·        Previene el cáncer de piel. Existen distintos tipos de cáncer de piel y múltiples causas, entre ellas la genética, que es muy importante. Sin embargo, hay muchas evidencias científicas de que las radiaciones ultravioletas (tanto UVA como UVB) entre otras, están asociadas a este problema. Además, la OMS reconoce que las quemaduras graves reiteradas en la infancia aumentan los riesgos de padecer cáncer de piel en la edad adulta.

 

·        Retrasa el envejecimiento de la piel. Está comprobado: el sol es uno de los principales factores del fotoenvejecimiento de nuestra piel. Hoy en día, el 80% del mismo se debe fundamentalmente a las radiaciones UVA que nos afectan casi de forma continua durante todo el año, y que en los adictos a las cabinas de bronceado todavía es más intenso.

 

 

·        Evita la aparición de manchas. Son una de nuestras principales preocupaciones y el sol una de sus principales causas. Las temidas manchas afectan a todos los tipos de piel y aunque existen tratamientos específicos para tratarlas, nada mejor como seguir el sabio consejo del refranero popular: \"más vale prevenir que curar\".




 


·        Ahorra un paso de tu rutina de belleza. Hoy en día nuestro ritmo de vida es frenético y tiempo es lo único que no nos sobra. Por ello, y para hacernos la vida más fácil, la industria dermocosmética ofrece una amplia variedad de protectores solares en el mercado: diferentes texturas, olores, específicos en función de cada tipo de piel, y, por supuesto, con color: BB Cream, alisadores ópticos, unificadores de rostro…

 

·        La moda es pasajera, tu piel es para toda la vida. Hace ya bastante años que se lleva el moreno y todas hemos hecho auténticas barbaridades para conseguirlo. Sin embargo, no hace tanto tiempo que el ideal de belleza era una piel blanca como la porcelana (y de hecho lo sigue siendo en otras culturas). Tenlo en cuenta: todo vuelve, pero, mientras tanto, si presumes de moreno, ¡que sea protegida!