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jueves, 26 de mayo de 2022

ÚLCERAS POR PRESIÓN: PREVENCIÓN

La mayoría de las úlceras por presión pueden prevenirse, para ello hay que vigilar y mantener una piel limpia y seca, realizar un buen manejo de la presión, utilizando dispositivos de alivio de presión y cambios posturales, y, asegurar un buen estado de hidratación y nutrición.


 Piel

Es necesario mantener una piel intacta en el paciente.

 Cuidados:

·                  Aseo general cada 24 horas y parcial cuando se precise. Lavar la piel con agua tibia, aclarar y realizar un secado meticuloso sin fricción.

·                  Utilizar jabones o sustancias limpiadoras con potencial irritativo bajo.

·                  Mantener la piel del paciente en todo momento limpia y seca. Vigilar incontinencias, sudoración excesiva o exudados que provoquen humedad.

·                  Examinar el estado de la piel a diario, (durante el aseo, cambios posturales, etc.) buscando sobre todo en los puntos de apoyo, áreas enrojecidas o induraciones.

·                  Registrar el estado de la piel (estado de hidratación, eritemas, maceraciones, fragilidad, calor, induración, lesiones)

·                  No utilizar sobre la piel ningún tipo de alcoholes (de romero, tanino, colonias, etc.)

·                  Aplicar ácidos grasos hiperoxigenados (Corpitol, Linovera o Mepentol) o emulsión cutánea suavizante (Epaderm) , procurando su completa absorción con un masaje suave.

·                  Valore la posibilidad de utilizar ácidos grasos hiperoxigenados en las zonas de riesgo de desarrollo de ulceras por presión, cuya piel esté intacta.

·                  No frotar o masajear excesivamente sobre las prominencias óseas por riesgo de traumatismo capilar.

·                  Evitar la formación de arrugas en las sábanas de la cama.

·                  Para reducir las posibles lesiones por fricción o presión en las zonas más susceptibles de ulceración como son el sacro, los talones, los codos y los trocánteres, proteger las prominencias óseas aplicando un apósito hidrocoloide, productos barrera o espumas de poliuretano y/o taloneras con velcro.

 

Exceso de Humedad

Hay que evitar signos de maceración o infección en la piel por el contacto de incontinencia fecal/urinaria, sudoración, drenajes y exudado de heridas.

 

Cuidados:

Cuidados del paciente: sondaje vesical si es necesario, colocar pañales absorbentes o colectores.

Para prevenir el deterioro de la piel de la persona incontinente, es fundamental, en el caso de uso de absorbentes, que éste sea:

 

·                  Transpirable para que ayude a mantener un microclima de la piel adecuado, para prevenir el deterioro de la misma.

·                  Que la capa que está en contacto con la piel esté siempre seca, para lo que el absorbente debe tener un bajo retorno de humedad, es decir, que la humedad que entra en el absorbente no retroceda para que la piel del paciente esté lo más seca posible.

·                  Asear al paciente lo antes posible en caso de incontinencia para evitar maceraciones de la piel.

 

 Movilización

 Lo más importante para la prevención de las UPP es aliviar la presión sobre las áreas de riesgo (prominencias óseas).

 Cuidados:

Todo paciente detectado como de riesgo debe ser cambiado de posición si no hay contraindicación por su patología de base.

 El periodo de tiempo entre cada cambio no debe exceder generalmente de dos horas y deberá estar definido en el plan de cuidados o historia del paciente. Los pacientes, en los que sea posible, deberán ser educados para cambiar de posición ellos mismos.

En general se darán cambios posturales cada 2-3 horas a los pacientes encamados, siguiendo una rotación programada e individualizada que incluya siempre que se pueda el decúbito supino, la sedestación, el decúbito lateral izquierdo y el decúbito lateral derecho, y registrando la posición en la que se deja al paciente para dar continuidad a los cuidados.

 

·                  Evitar en lo posible apoyar directamente al paciente sobre sus lesiones

·                  En pacientes en sedestación los puntos de apoyo deberán modificarse con la misma frecuencia que en los encamados.

·                  Mantener el alineamiento corporal, la distribución del peso y el equilibrio.

·                  Evitar el contacto directo de las prominencias óseas entre si usando almohadas.

·                  Evitar el arrastre. Realizar las movilizaciones reduciendo las fuerzas tangenciales.

·                  En decúbito lateral, no sobrepasar los 30 grados.

·                  Si fuera necesario, elevar la cabecera de la cama lo mínimo posible (máximo 30°) y durante el mínimo tiempo.

·                  Usar dispositivos que mitiguen al máximo la presión: colchones de aire (pacientes de peso inferior a 75 kg.), cojines, almohadas, protecciones locales, etc. Sólo es un material complementario no sustituye a la movilización.

  

Superficies especiales de apoyo o de manejo de presión

Las superficies especiales son aquellas diseñadas específicamente para el manejo de la presión, reduciéndola o aliviándola, incluyen camas, colchones, colchonetas y cojines de asiento.

 

Nutrición e Hidratación

Es necesario asegurar un estado de nutrición e hidratación adecuados, ya que la desnutrición/deshidratación son considerados por diversos estudios como factores de riesgo de formación de úlcera por presión.

El aporte para un estado nutricional adecuado deber ser: calórico (30-35 Kcl / Kgr), proteico (1-1,25 gr / Kgr) y de vitaminas y minerales.

Los pacientes en riesgo de desarrollo de Upp o que ya la presentan requieren de una dieta hiperproteica y el aporta de nutrientes que faciliten la cicatrización.

 

 

 

 

 

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