BULIMIA NERVIOSA
La bulimia nerviosa consiste en episodios recurrentes de
atracones de comida seguidos por alguna forma de conducta compensatoria
inapropiada como la purga (vómitos autoinducidos y abuso de laxantes y
diuréticos), ayuno o ejercicio intenso; los episodios pueden ocurrir, en
promedio, por lo menos 1 vez por semana durante 3 meses. El diagnóstico se basa
en la anamnesis y el examen. El tratamiento es con terapia psicológica y
antidepresivos.
La prevalencia de la bulimia
nerviosa durante toda la vida es de alrededor del 0,5% en las mujeres y del
0,1% en los hombres. Los afectados tienen una preocupación persistente y
excesiva sobre la forma de su cuerpo y su peso. A diferencia de los pacientes
que tienen anorexia nerviosa, tienen un peso normal o por encima de
lo normal.
En ocasiones ocurren alteraciones
hidroelectrolíticas graves, en especial hipopotasemia. Es extremadamente raro
que el esófago se desgarre durante un episodio de atracón o purga, lo que
conduciría a complicaciones potencialmente fatales.
Como no hay una pérdida sustancial de peso, las complicaciones físicas que a menudo ocurren con la anorexia nerviosa no se presentan. Sin embargo, la miocardiopatía puede ser el resultado del abuso prolongado de jarabe de ipecacuana, en caso de usarse para inducir el vómito.
SÍNTOMAS
Típicamente, los pacientes con bulimia nerviosa
describen una conducta de atracones y purga. Los atracones consisten en el
consumo rápido de una cantidad de alimentos definitivamente más grande de lo
que la mayoría de las personas comería en un período similar en circunstancias
semejantes (sin embargo, puede variar la cantidad que se considera excesiva
para una comida normal frente a una comida festiva), acompañado por sensación
de una pérdida de control.
Los pacientes tienden a consumir alimentos dulces e
hipergrasos (p. ej., helados, torta) durante los episodios de atracones. La
cantidad de alimentos consumidos varía en cada atracón, y a veces llega a miles
de calorías. Los atracones tienden a ser episódicos, se disparan a menudo por
un estrés psicosocial, pueden aparecer hasta varias veces al día y normalmente
se realizan en secreto.
El atracón es seguido por conductas compensatorias:
vómito autoinducido, uso de laxantes o diuréticos, ejercicio excesivo y/o
ayuno.
Los pacientes son típicamente de peso normal; sólo una
minoría tiene sobrepeso u obesidad. Sin embargo, los pacientes están
excesivamente preocupados por su peso y/o su silueta; suelen estar
insatisfechos con sus cuerpos y piensan que necesitan perder peso.
Los pacientes con bulimia nerviosa tienden a ser más conscientes y se sienten más arrepentidos o culpables por sus comportamientos que los que tienen anorexia nerviosa y tienen más probabilidades de reconocer sus preocupaciones cuando les pregunta un profesional comprensivo. También son menos introvertidos y más propensos a la conducta impulsiva, el abuso de alcohol y sustancias, y la depresión manifiesta. La depresión, la ansiedad (p. ej., en relación con el peso y/o situaciones sociales), son frecuentes entre estos pacientes.
COMPLICACIONES
La mayoría de los síntomas físicos y las
complicaciones de la bulimia nerviosa son el resultado de la purga. Los vómitos
autoinducidos pueden conducir a la erosión del esmalte dentario de los dientes
frontales, agrandamiento indoloro de las glándulas parótidas (salivales) e
inflamación del esófago. Los signos físicos incluyen
·
Glándulas parótidas inflamadas
·
Cicatrices en los nudillos (por inducir repetidamente
el vómito usando los dedos para desencadenar el reflejo nauseoso)
·
Erosión del esmalte dental.
DIAGNÓSTICO
Los criterios clínicos para el diagnóstico de la
bulimia nerviosa incluyen los siguientes:
·
Episodios recurrentes de atracón (consumo incontrolado
de cantidades extraordinariamente grandes de alimentos) que están acompañados
de sensaciones de pérdida de control sobre la alimentación y que por lo menos
ocurren, en promedio, 1 vez por semana durante 3 meses
·
Conducta compensatoria inapropiada recurrente para
influir en el peso corporal (en promedio, por lo menos 1 vez por semana durante
3 meses)
·
Autoevaluación que es excesivamente influida por
preocupaciones sobre la forma corporal y el peso.
TRATAMIENTO
·
Terapia cognitivo-conductual
·
Psicoterapia interpersonal
·
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
(ISRS)
La terapia cognitivo-conductual es el tratamiento de
elección para la bulimia nerviosa. Suele comprender 16 a 20 sesiones
individuales durante 4 a 5 meses, aunque también pueden realizarse como terapia
grupal. El tratamiento tiene como objetivo
·
Aumente la
motivación para el cambio
·
Reemplace la
alimentación disfuncional por un patrón regular y flexible
·
Disminuya la
preocupación excesiva por la forma del cuerpo y el peso
·
Prevenga las
recaídas
La terapia cognitivo-conductual elimina los atracones
y la purga en alrededor del 30 a 50% de los pacientes. Muchos otros muestran
mejoría; algunos abandonan el tratamiento o no responden. La mejoría suele
mantenerse bien a largo plazo.
En la psicoterapia interpersonal, el énfasis es en
ayudar a los pacientes a identificar y alterar los problemas interpersonales
actuales que pueden estar manteniendo el trastorno de la conducta alimentaria.
El tratamiento es tanto no directivo como no interpretativo y no se enfoca
directamente en los síntomas de los trastornos de la conducta alimentaria. La
psicoterapia interpersonal puede ser considerada alternativa cuando no se
cuenta con terapia cognitivo-conductual.
Existen tratamientos farmacológicos que reducen la frecuencia de los atracones y los vómitos, aunque se desconocen los resultados a largo plazo y también son efectivos para tratar la ansiedad y la depresión asociadas. La fluoxetina está aprobada para el tratamiento de la bulimia nerviosa, dosis mayores que la utilizada para la depresión.
CONCEPTOS CLAVE
·
La bulimia nerviosa implica episodios recurrentes de atracones de comida
seguidos por alguna forma de conducta compensatoria inapropiada como vómitos
autoinducidos y abuso de laxantes y diuréticos, ayuno o ejercicio intenso.
·
A diferencia de los pacientes con anorexia nerviosa, los
pacientes rara vez pierden mucho peso o desarrollan deficiencias nutricionales.
·
El vómito autoinducido recurrente
puede erosionar el esmalte dental y/o causar esofagitis.
·
En ocasiones ocurren alteraciones
hidroelectrolíticas graves, en especial hipopotasemia.
·
La rotura del esófago o el estómago
o la miocardiopatía son complicaciones raras.
· Se trata con terapia cognitiva-conductual
y a veces es necesario tratamiento farmacológico. .
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