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sábado, 10 de febrero de 2024

 Control de la diabetes: sistemas de monitorización continua de glucosa.

El sistema de Monitorización Continua de Glucosa es un dispositivo que mide los niveles de glucosa de manera continua, en tiempo real. Se obtiene información sobre los niveles de glucosa a lo largo de todo el día.


De los métodos tradicionales a la monitorización continua de glucosa

El parámetro utilizado para conocer si el nivel de glucemia está controlado es la hemoglobina glicosilada (HbA1c), es fundamental para valorar el control metabólico de una persona con diabetes. Un alto porcentaje de hemoglobina glicosilada indica que la glucemia ha sido alta en los últimos meses. El valor de HbA1c se trata de un valor medio, se puede tener un buen valor medio de glucemia pero que ocurran grandes oscilaciones en el nivel de glucosa en sangre. Se ha demostrado que las constantes variaciones en la glucemia son perjudiciales y aumentan el riesgo de complicaciones.

Hasta la fecha se utiliza la determinación de glucosa en la sangre capilar, pinchando la yema de los dedos, para conocer el nivel de glucosa en sangre. Para conocer cómo varía la glucosa a lo largo de las 24 horas del día se precisan 3 ó 4 determinaciones diarias. 


¿Cómo funcionan los sistemas de monitorización continua de glucosa?

Se trata de dispositivos compuestos por un sensor que tiene un filamento flexible, que se inserta bajo la piel y un transmisor, que envía la señal al receptor, que muestra el valor en la pantalla de un receptor o de un teléfono móvil compatible. El móvil permite compartir los datos con personas del entorno familiar, cuidadores y otros profesionales.

La principal diferencia con los medidores de glucosa capilar es que miden la glucosa en el líquido intersticial, es decir, en el espacio entre las células. Este valor de glucosa es distinto al de glucosa en sangre. En definitiva: ambos sistemas miden cosas distintas pero la concentración de glucosa intersticial es un reflejo de la glucemia en sangre.  Los sistemas de monitorización continua de glucosa obtienen medidas cada 5 minutos e indican la tendencia, con un gráfico se visualiza la velocidad del cambio de la glucosa.


No todos los sistemas de monitorización continua de glucosa son iguales.

El personal sanitario especializado orientará sobre el modelo más adecuado para cada paciente:

  • Sistemas de monitorización continua en tiempo real: necesitan ser calibrados dos o tres veces al día mediante punción capilar. Hay que calibrar cuando se está en situación estable, es decir, cuando no haya subidas ni bajadas bruscas de glucosa, como ocurre después de las comidas o del ejercicio. Estos dispositivos sí que cuentan con alarmas para hiper e hipoglucemias, pueden acoplarse a una bomba de insulina. Tienen una duración de 6 días a dos semanas.
  • Monitorización Flash de glucosa: no precisa calibración, dura dos semanas. El lector debe acercarse al sensor, colocado en el brazo y se muestra la glucemia en ese momento y un gráfico de la tendencia de las 8 horas previas.

Próximamente se comercializará en España un sensor implantable, de mayor duración.

 

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