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lunes, 5 de febrero de 2024

PREVENIR Y RETIRAR TAPONES DE CERUMEN

 

PREVENIR Y RETIRAR TAPONES DE CERUMEN

Los tapones de cerumen en los oídos son un problema que se da con mucha frecuencia en muchos de los pacientes que atendemos, por ello, se generan tantas dudas al respecto. Con este artículo espero poder responder algunas de las más frecuentes.

 

¿Qué es el cerumen y por qué se genera?

En primer lugar, los oídos producen aceite seroso, que se genera por las glándulas ceruminosas y sebáceas que se encuentran en el conducto auditivo externo. La mezcla de este aceite junto con los pelos, las partículas de polvo y las células epiteliales del interior del oído, es lo que conocemos como cerumen.

Como todo lo que existe en el cuerpo humano tiene una función y es de gran importancia para asegurar el buen estado auditivo. Para empezar, se encarga de proteger la entrada y proliferación de bacterias y hongos ya que cuenta con un pH ácido y con acción antimicrobiana. Por otro lado, previene la entrada de partículas que puedan alterar el tímpano y de agua que provoca gran irritación de los conductos del oído. Y, por último, favorece la hidratación y lubricación del interior del oído.

 

¿Qué pueden provocar los tapones?

El cerumen está en constante fabricación, pero se va expulsando por los movimientos de la cabeza y mandíbula, junto con la higiene básica personal. Pero hay ocasiones en las que esto no sucede y se queda en el interior obstaculizando una buena audición. Algunas de las causas por las que se producen los tapones son las siguientes:

  1. La limpieza de los oídos se hace por medio de introducir objetos en los oídos, ya sean bastoncillos u horquillas, entre otros. Esto no hace otra cosa que empeorar la situación ya que, lo que se consigue es que la cera se compacte al final del conducto y no puede ser expulsada con naturalidad.   
  2. El uso de audífonos que se introduzcan en el oído por necesidades laborales o por ocio de la persona.
  3. La presencia de un conducto auditivo estrecho o sinuoso que dificulta la salida del cerumen de forma natural.
  4. Haber sido sometido a alguna operación que haya afectado a la forma o funcionamiento correcto del oído.
  5. Las glándulas se atrofian con la edad, por lo que cuanto mayores seamos más probabilidad hay de que estas secreten mayor cerumen y sea más difícil de expulsar.

 


¿Por qué hay personas que tienen tapones de cerumen con más frecuencia que otras?

Si una persona lleva a cabo estas acciones o sufre de alguna de estas alteraciones, probablemente se le formen tapones con mayor frecuencia que a otra persona que no.

 

¿Cómo se si tengo tapones?

Los síntomas dependen de varios factores como son: si se trata de un oído sano o con patologías previas, si el tapón está ocluyendo el conducto por completo o tiene una apertura que permite la audición, la morfología de tu oído, entre otras. Los síntomas son los siguientes: tener pérdida de audición parcial o total, sensación de cuerpo extraño al hablar o masticar, dolo, mareos, pitidos o picor de oídos.

 

¿Existe alguna forma de prevenirlos?

  • Usar los bastoncillos, pero solo por el pabellón auditivo sin llegar a introducirlo del todo.
  • No intentar retirarlo en casa introduciendo pinzas y horquillas.
  • Mantener una correcta higiene, limpiando el oído por la parte exterior únicamente.
  • Asegurar una limpieza frecuente de los audífonos, en caso de utilizarlos.
  • Acudir al Centro de Salud si tienes alguno de los síntomas mencionados para que se te explique las pautas a seguir para retirarlo.

 

¿Cuáles son las formas de retirarlos?

Existen dos formas de retirarlos, una de ellas se puede hacer en el Centro de Salud y para la otra es necesario acudir a un especialista. La primera consiste en el lavado por irrigación y es la que se usa de manera más frecuente en oídos sanos. La segunda se hace por medio de un sistema de aspiración o con el uso de material especial de los otorrinos.

 

En cuanto al lavado de irrigación, este consiste en lo siguiente:

  1. Calentar agua potable a una temperatura no muy elevada para evitar quemaduras.
  2. Llenar una jeringa de 60cc y colocar la bandeja debajo del oído para evitar mojar al paciente.
  3. Sujetar la oreja desde la parte superior hacia arriba para abrir el conducto auditivo.
  4. Irrigar el agua dirección a alguna de las paredes para asegurarnos de que el agua no da directamente sobre el tímpano.
  5. Repetir varias veces hasta que se extraiga por completo, pero sin abusar para no herir el conducto.

Varios días antes el paciente se ha debido colocar gotas prescritas por su médico o aceite de oliva dos veces al día para así permitir que la cera se ablande y la extracción sea lo menos lesiva posible

 

El taponamiento del conducto auditivo se puede repetir a pesar de tener en cuenta todas estas apreciaciones ya que, como hemos dicho, es algo que se genera de manera continua, pero si siguen estas indicaciones notarán la mejora. 


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