Es un trastorno que se produce por una disminución de la circulación sanguínea en dedos de manos y pies pero que también puede afectar a otras zonas del cuerpo como orejas, labios y nariz. Generalmente lo desencadena cambios de temperatura como el frío, situaciones de estrés y las emociones.
Este fenómeno se debe a un trastorno circulatorio que consiste en un vasoespasmo o constricción de los vasos de los dedos de las manos o de los pies, cursa en crisis de 10 a 15 minutos, o incluso puede durar horas, con el frío se quedan blancos, "sin sangre", y al entrar en calor se ponen azulados o amoratados ("cianosis", porque se queda estancada la sangre), y luego rojos ("reperfusión", porque vuelve a circula el riego sanguíneo), como si se diese en tres fases. Esto puede acompañarse de dolor, de hinchazón, calambres y de hormigueo de los dedos.
Desde la Fundación Española de Reumatología añaden en este sentido que los ataques son siempre reversibles y que raramente causan un daño importante a los tejidos. De ahí que insista en que no hay que confundir sus síntomas con otros procesos isquémicos, como trombosis o la vasculitis, que son irreversibles y provocan daño.
Es más frecuente en mujeres que en hombre, a fecha de hoy se desconoce con exactitud qué proporción de nuestra población lo padece, si bien se estima que el Fenómeno de Raynaud se da aproximadamente en un 5% de mujeres y un 3% de hombres.
Se diferencian dos tipos de Fenómeno de Raynaud:
. Fenómeno de Raynaud primario: un síndrome benigno frecuente en mujeres jóvenes (inicio entre los 15 a 30 años), que normalmente no provoca lesiones detectables.
. Fenómeno de Raynaud secundario que puede ser debido a causas mecánicas, drogas o ciertos fármacos y a diversas enfermedades, entre ellas un grupo de enfermedades reumáticas del tejido conectivo, sobre todo en la esclerodermia, también en el lupus, la artritis reumatoide, el síndrome de Sjgren y la enfermedad mixta del tejido conectivo.
Para la prevención:
Se recomienda evitar el tabaquismo y la exposición al frío. Para evitar la crisis es fundamental mantenerse tranquilos, en ambientes caldeados y sin contrastes de temperatura. Hidratarse la piel y protegerse en invierno con ropa adecuada (gorro, manoplas, botas, calcetines y calzado cómodo).
Cuando los brotes son repetidos o intensos, en el Fenómeno de Raynaud secundario normalmente, se utilizan fármacos vasodilatadores, así como seguir el tratamiento adicional para la enfermedad reumatológica que se tenga de base indicada por el reumatólogo.
Fuente: Infosalus
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