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sábado, 12 de agosto de 2023

FISIOTERAPIA EN LA FASCITIS PLANTAR

 Al finalizar el verano notamos un aumento importante de derivaciones al servicio de fisioterapia de atención primaria de pacientes con fascitis plantar. Como les decíamos hace unos días, un calzado adecuado puede ayudarnos a evitar esta dolencia, pero en verano solemos usar chanclas y calzado con poca sujeción que puede dar lugar a una inflamación de la fascia plantar.

La fascitis plantar es una patología inflamatoria que se extiende por debajo del arco del pie, desde la zona del talón hasta la zona inferior de los dedos, conocida como fascia plantar. 

Esta dolencia que provoca inflamación, dolor plantar y sensaciones muy molestas en los talones, sucede cuando se desgastan los tejidos fibrosos de la fascia plantar, habitualmente en su inserción en el talón, cuya función es canalizar la energía que empleamos al caminar y regular la flexión de los dedos de los pies. 


La fascitis plantar suele empezar a manifestarse como un dolor en la planta del pie. El síntoma más habitual es un dolor punzante en la parte interna del talón, acompañado de sensibilidad y, en ocasiones, de cierta inflamación de la zona. Los pacientes suelen definir diferentes sensaciones de dolor plantar, desde molestias al calzarse, pasando por un ardor intenso, hasta sensaciones muy dolorosas como si estuvieran pisando cristales con las plantas de los pies. El dolor suele ser más intenso al levantarnos de la cama y tras pasar un rato en reposo.

El origen de la fascitis plantar es diferente en cada persona y tipo de pie. Las personas con pies valgos y las que tienen pies cavos pueden desarrollarla de forma natural.

Sin embargo, hechos como el uso de un tipo de calzado inadecuado, un mal calentamiento deportivo o malas pisadas en superficies duras son agentes favorecedores de la fascitis plantar. Igualmente, es frecuente tras el desarrollo de sobrecargas musculares, esguinces mal curados, cambios en nuestro peso corporal y aumentos de nuestra actividad física que de forma natural nos obligan a modificar nuestra forma de pisar y caminar. 

Existen diferentes acciones y recomendaciones para la prevención de la fascitis plantar. 

1.-La primera acción es tan sencilla como un uso adecuado del calzado,  específico para la actividad deportiva o laboral que desarrollamos, utilizando siempre que sea necesario plantillas correctivas diseñadas y recomendadas por especialistas. Puede acudir al podólogo para que le haga un estudio de la pisada y le fabrique unas plantillas a medida.

2.-Antes de la práctica deportiva es necesario hacer estiramientos para acondicionar la fascia plantar y durante su desarrollo es vital escoger superficies llanas y blandas, alternando varios tipos de actividad.

3.-Es muy importante adecuar la intensidad y duración de los entrenamientos si usted es atleta, así como mantener una correcta técnica de pisada.

4.- Si sale a caminar y realiza largas distancias, un calzado adecuado como les contamos anteriormente (evitando suelas finas y planas, con una buena sujeción, acordonado y que no sea de plástico) y pisar de manera adecuada por suelos que no sean demasiado irregulares le ayudará.


En caso de que comience a dolerle la planta del pie, como hemos dicho anteriormente, puede realizar los siguientes ejercicios antes de acudir a su médico de familia. La mejor manera de tratar la fascitis plantar es evitarla.

EJERCICIOS RECOMENDADOS.

1.-Rodamiento de un objeto circular sobre  la planta del pie

Coja una botella de agua congelada y envuélvala sobre un paño fino para evitar el contacto directo con la piel. Comience a rodar la botella por las zonas dolorosas. De esta manera, la presión que ejerce el pie sobre la botella, acompañada del frío, reducirá la sensación dolorosa. Haga este ejercicio al menos tres veces al día. 




2.- También puede utilizar una pelota para realizar ese automasaje que aliviará la tensión de las estructuras afectadas.





3.- Apoye sobre un escalón la zona del metatarso, es decir, la parte delantera del pie. Comience a descender el talón lentamente hasta que ya no pueda mas. Mantenga esa posición final al menos veinte segundos. De esta manera se genera un estiramiento pasivo de la fascia plantar y los tejidos músculo tendinosos de la planta del pie.




4.- Con ayuda de una toalla colocada en la parte anterior del pie, estire con las manos de la misma, ejerciendo un estiramiento similar al anterior.



Si después de realizar estos ejercicios durante varios días sigue padeciendo estos dolores en la planta del pie, acuda a su médico de atención primaria para que le derive a la unidad de fisioterapia. Le trataremos con diversos medios físicos para disminuir la inflamación y el dolor de la zona. 



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