La medusa es un animal invertebrado que posee unas células urticantes distribuidas a lo largo de su superficie que cumplen una misión de defensa y de captura de presas.
En determinadas épocas del año se acercan a las costas y playas de nuestro país, arrastradas por las corrientes marinas o para completar parte de su ciclo vital. Es en esta época cuando debemos tener cuidado con sus picaduras.
La composición del veneno de las picaduras de medusas es aún bastante desconocida y varía mucho dependiendo de la especie de la que se trate. Su mayor o menor efecto en los afectados dependerá de diversos factores como la densidad de las células urticantes, la zona afectada por la picadura (la región más sensible es el tronco ya que desde ahí el veneno puede penetrar más rápido en el torrente sanguíneo), la cantidad de veneno inyectado, la edad y peso de la persona que recibe la picadura, la exposición anterior al veneno de medusa, lo que podría acrecentar sus efectos.
Las picaduras de medusa se caracterizan por provocar dolor, picor intenso, enrojecimiento e inflamación de la zona afectada. También se producen eritema y habones urticariales, que en algunos casos más graves pueden evolucionar a ulceración y necrosis.
Posteriormente, también pueden aparecer síntomas similares a los producidos por una quemadura. Y en casos graves, la distribución del veneno por todo el organismo puede conducir a una sensación de opresión torácica, calambres musculares e incluso dificultad respiratoria. Además, con cierta frecuencia puede aparecer un cuadro con angustia, agitación, pérdida de apetito, conjuntivitis y en ocasiones dolor de cabeza. Pero, en general, los síntomas tras la picadura suelen ceder en pocas horas.
De manera más rara y en personas especialmente sensibles a estas picaduras, como lactantes, ancianos o personas con graves enfermedades generales, la sintomatología puede ser de mayor gravedad. Si esto ocurriera se debe trasladar al afectado al hospital o al centro de salud más cercano.
¿Como actuar ante una picadura?Lo primero que hay que hacer es limpiar la zona afectada por la picadura. Nunca deberemos usar agua dulce, ya que podrá romper las células urticantes, sufriendo otra picadura. Para limpiar la zona, lo mejor es utilizar suero fisiológico o agua salada.Aplicar frío en la zona afectada durante 15 minutos. Es importante no aplicar el hielo directamente sobre la picadura, sino cubierto con algún paño o toalla.Si hay algún resto de tentáculo adherido a nuestra piel, debemos quitarlo, pero nunca con las manos. Utilizaremos unas pinzas.También se puede administrar un antihistamínico, para frenar la reacción alérgica, y un analgésico para el dolor. En mujeres embarazadas, se deberá prestar especial atención a la hora de administrar el antihistamínico.No hay que frotarse ni con toallas, ni con arena, ni con nada que pueda lastimarnos más.Si el dolor es muy intenso o el estado de la víctima empeora, deberá acudirse a un centro médico de inmediato.
0 comentarios:
Publicar un comentario