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jueves, 7 de septiembre de 2023

8 DE SEPTIEMBRE. DÍA MUNDIAL DE LA FISIOTERAPIA.

 



El 8 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Fisioterapia, concienciando a la población de la contribución crucial que hace la fisioterapia por mantener el buen estado de salud de las personas desde cada uno de los ámbitos de actuación, favoreciendo su movilidad y su independencia.

Este año, el Día Mundial de la Fisioterapia se centra en los pacientes con artritis, poniendo el foco en algunas formas de artritis inflamatoria (artritis reumatoide, espondiloartritis, artritis idiopática juvenil...) y el papel que desarrollan los fisioterapeutas en el tratamiento de esta enfermedad.

ARTRITIS REUMATOIDE

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica de origen autoinmune, que produce inflamación de la membrana sinovial de las articulaciones y tejidos circundantes. Es una enfermedad que comienza a mediana edad y afecta más a mujeres. Se denomina enfermedad sistémica porque en ocasiones puede dañar órganos y sistemas. Se estima que afecta de un 0,2-2% de la población mundial. En los dos primeros años de evolución de la enfermedad, ésta provoca daño articular grave e irreversible. El tratamiento temprano del paciente aumenta la probabilidad de controlar la inflamación y reducir los posibles daños estructurales.

La inflamación causada por la artritis provoca dolor, la rigidez por las mañanas y la pérdida de movilidad articular. Las articulaciones más afectadas son los dedos de las manos, muñecas, tobillos y pies.



Se desconoce la causa de la artritis reumatoide pero se sabe que es el propio sistema inmune del paciente el que ataca a las propias articulaciones por lo que a esta enfermedad se la encuadra dentro de las enfermedades autoinmunes.

Se plantean una serie de posibles factores causales o participantes en la génesis de esta enfermedad:

-Genética
-Hormonal
-Ambiental
-Tabaquismo

Normalmente la enfermedad comienza de forma lenta y en ambos lados del cuerpo por igual. Los síntomas iniciales pueden ser dolor articular leve, rigidez y fatiga. En algunas personas aparece de forma leve y aparece por períodos de agudización con inflamación de articulaciones, en otras personas es permanente y continuo.

Con el tiempo la rigidez matutina de más de una hora de duración es habitual, más tarde se pierde rango de movimiento y comienzan la aparición de deformidades.

Dentro de las deformidades que encontramos en el caso de mano es deformidad en ojal del pulgar, desviación cubital de las articulaciones metacarpofalángicas, y deformidad en cuello de cisne de los dedos.

En las articulaciones afectadas los síntomas pueden ir desde hinchazón, ardor, hipersensibilidad, dolor frecuente, enrojecimiento y dificultad a la movilidad. Los pacientes pueden presentar fiebre, tener poca energía, pérdida de apetito y anemia. Otros síntomas pueden ser dolor torácico al respirar, nódulos bajo la piel, dificultad para dormir, entumecimiento, ardor y hormigueo de manos y pies, sequedad o secreciones en ojos.

Los actuales tratamientos para aliviar y mejorar los síntomas de la artritis tienen dos vertientes: una farmacológica, con el uso de los medicamentos que indique en cada caso el especialista, y otra que se basa en intentar evitar la disminución de la función articular que conlleva la artritis.

En el caso de la artritis en las manos, por ejemplo, los fisioterapeutas señalan la importancia de un tratamiento precoz para minimizar los efectos que produce esta patología. Cada paciente necesita un diagnóstico y un plan de fisioterapia que determine los movimientos y ejercicios más adecuados en cada caso, teniendo en cuenta el déficit articular, las posibles deformaciones y cualquier otro aspecto relacionado con la enfermedad.

Aplicando tratamientos individualizados y técnicas específicas de fisioterapia, el objetivo es intentar lograr la readaptación funcional que permita al paciente recuperar movilidad. La idea es reproducir los gestos que han podido ser responsables de la lesión, siempre de manera controlada y con la intensidad justa para que el dolor se reduzca y la funcionalidad aumente.

Los fisioterapeutas recomiendan ejercicio moderado cuando la inflamación propia de la artritis disminuya y apuntan a varios métodos de trabajo para combatir la enfermedad. La reeducación muscular y la movilización articular son la base de algunos de los tratamientos de fisioterapia para la artritis en las manos. Ejercicios isométricos como flexión de la muñeca, la extensión de los dedos y de la palma de la mano, la contracción cerrando la mano en un puño o los estiramientos para favorecer la amplitud articular son algunos de los movimientos que, siempre dirigidos por un fisioterapeuta, pueden ayudar a reducir el dolor en los peores momentos y mejorar la movilidad general de la mano.






También existen ayudas técnicas para mejorar la vida de las personas con artritis reumatoide. Desde los cubiertos adaptados, las ayudas en el vestido y el calzado, para la limpieza del hogar, etc...




La fisioterapia puede ayudar a los pacientes con artritis reumatoide a mejorar su calidad de vida. Acuda a un fisioterapeuta especializado en caso de ser diagnosticado de esta enfermedad.








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