EL AGUA COMO AGENTE TERAPEÚTICO
El poder curativo del agua ha sido usado desde mucho antes de que pudiese existir el
término “hidroterapia”. Existen evidencias (pinturas rupestres) de que el hombre
primitivo depositó gran confianza en el agua, para tratar sus dolores y heridas.
Aunque el tiempo ha pasado, el mundo ha cambiado, y las costumbres se han
ajustado a las necesidades actuales del hombre, las prácticas de hidroterapia se
mantienen. El poder curativo del agua se ha ido considerando y especializando
exponencialmente a través del tiempo, con la finalidad de preservar la salud de un
modo natural, previniendo y tratando numerosas patologías.
¿Qué es la Hidroterapia?
La hidroterapia es el uso del agua con fines terapéuticos, ya sea de forma térmica,
mecánica (ejerciendo presión) o química. Es una forma de fisioterapia y sirve para los
tratamientos de varias enfermedades, lesiones y trastornos. Se aplica en diversos
escenarios como:
Balnearios y Saunas.
Piscinas de Rehabilitación.
Piscinas termales.
Baños y duchas con características específicas.
¿Qué beneficios y contraindicaciones tiene la Hidroterapia?
La inmersión en agua, debido a las propiedades que presenta, tiene una gran
repercusión positiva en nuestro organismo como son:
- Activación de la circulación sanguínea.
- Estimulación del sistema inmunitario.
- Produce analgesia, es decir que alivia el dolor.
- Apacigua el estrés, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.
- Favorece la relajación mental. Los cambios de la temperatura del agua,
producen sedación y calman a la persona.
- Refuerza el tono muscular, debido a que se pueden incluir movilizaciones
activas y pasivas, con cambios en las resistencias.
- Mejora el rango de movimiento corporal. Aumenta el metabolismo de las
células, con lo cual se consigue una mayor reparación de los tejidos
lesionados, así como la estimulación de las propiedades elásticas de los tejidos
conectivos.
- Beneficia la relación muscular, por lo que disminuye notablemente las
contracturas musculares.
- Contribuye a una correcta respiración.
Hay ciertas personas para las que no están recomendados los tratamientos de
hidroterapia, o que deben consultar a un médico antes de someterse a ellos. Las
complicaciones a tener en cuenta son:
- Procesos infecciosos.
- Enfermedades de la piel.
- Insuficiencia circulatoria y renal descompensadas.
Diferentes tipos de Hidroterapia.
Como vemos a continuación, existen diferentes tipos de terapias acuáticas según la
necesidad de cada paciente.
1. Terapia acuática térmica: Alterna la temperatura del agua como fin terapéutico. El
agua caliente, por ejemplo, gracias a sus efectos sedantes, se utiliza para favorecer la
relajación y actuar sobre dolores leves (efecto analgésico). Mientras que, el agua más
fría o templada, estimula la circulación y tiene un efecto más antiinflamatorio.
2. Hidroterapia mecánica: En este caso, se pueden distinguir cuatro tipos:
Empuje: ayuda a ejercitar los músculos.
Presión: el agua se aplica a mediante chorros para estimular el sistema
nervioso.
Compresión: mejora la circulación.
Resistencia hidrodinámica: fortalece los músculos.
3. Técnicas hidrotermales químicas: Es la terapia que incorpora sustancias
químicas en el agua para conseguir un objetivo determinado en cada tratamiento.
Clorudada: activa las funciones orgánicas.
Sulfatada: sobre la piel, aporta beneficios sobre la respiración y el sistema
locomotor.
Sulforosa: trata patologías articulares y respiratorias.
Ferruginosa: se indica como tratamiento complementario en enfermedades de
la piel y en trastornos de la sangre como la anemia.
Aplicación de la Hidroterapia.
No es complicado encontrar instalaciones donde nos ofrezcan actividades dirigidas en
las que se utiliza el agua como agente terapéutico. Se diferencian varias formas de
aplicación según la aplicación del agua.
-BAÑOS: Dependiendo de la temperatura del agua pueden servir para combatir distintos
problemas. Las temperaturas pueden ser estáticas (caliente o frío) o pueden ir variando (de
contraste o ascendente). También hay baños de vapor centrados en tratar problemas
respiratorios o reumatismos, o baños de hidromasaje, que utilizan chorros dirigidos a zonas
determinadas.
-DUCHAS: Dependiendo de la fuerza, las duchas puedes ser:
De goteo a lluvia (con efectos sedantes o de relajación)
A presión (para la relajación muscular o para aliviar contracturas)
Ducha escocesa o de contraste (indicada para la estimulación)
-CHORROS: Dependiendo de la potencia y temperatura, existen los siguientes tipos:
Chorro sin presión con contraste térmico (para tratar dolor o contracturas musculares)
Chorros de presión (para contracturas o la estimulación de la circulación)
Chorros subacuáticos (sirven para la relajación muscular, para aliviar contracturas o
activar la circulación sanguínea).
-ENVOLTURAS: Consisten en envolver al paciente en tejidos que han sido tratados con
agua. Hay varios tipos:
Envoltura húmeda fría: para aliviar fiebres, hematomas o esguinces.
Envoltura productora de calor: para tratar insomnio y dolor de cabeza.
Envoltura sudorífica: para tratar enfermedades infecciosas.
Envoltura húmeda caliente: para tratar reumatismos, rigidez articular o patologías del
aparato locomotor.
Emplasto: envolturas con añadidos como barro o resinas, que aumentan los efectos
terapéuticos del agua.
LAURA VERGARA SANZ. FISIOTERAPEUTA
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